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EL RADIOAFICIONADO PATITIESO

DE LA FONÉTICA A LA RETÓRICA

DE LA FONÉTICA A LA RETÓRICA

Este artículo se escribió en agosto de 2005 y fue publicado en algún número de CQ Radio Amateur. No me consta que actualmente sea accesible por ningún medio, por lo que considero justo volver a publicarlo en este blog, para que la información que en él pueda hallarse no se pierda y sirva de ayuda a nuevos y viejos radioaficionados.

LA MEJOR HERRAMIENTA DEL RADIOAFICIONADO/A

¿Cuál es la herramienta más útil en su cuarto de radio? ¿Qué respondería si le hicieran de improviso esta pregunta? No se de prisa en contestar pues hay una trampa. Siga leyendo lo que a continuación le explico y, tal vez, cambie de opinión y, quien sabe, hasta de vida.

Hace algunos meses tuve la oportunidad de conversar con cierta persona, muy asidua de un repetidor interurbano. Se trataba de un conocido personaje, toda una institución, cuya principal virtud conocida en el mundillo de la radioafición es la charla desenfadada e intrascendente, como las que suelen desarrollarse ante la barra de cualquier bar. Dicho personaje destacaba entre el resto de los contertulios habituales por su facilidad retórica -que es la manera de hablar ampulosa y vacía, con razones que no son del caso- pero que él confundía con la fonética, que es una parte de la gramática que estudia los sonidos del lenguaje.

Me decía el hombre, muy ufano, que hacía años (muchos) que no abría un libro para leerlo. Consideraba que leer era una actividad irrelevante y prácticamente inútil pues, según él, basándose en el sentido común  y la experiencia que le confería la edad, podía discutir de lo divino y lo humano sin temor a meter la pata. Mientras escuchaba sus palabras a través del altavoz de mi equipo de radio, expresadas con absoluta convicción, mi pensamiento se dirigía a la radioafición y me preguntaba -¿Puede un radioaficionado desarrollar y disfrutar plenamente de su afición sin tocar un libro?

He visitado muchos cuartos de radio y he visto multitud de fotografías de radioaficionados de todo el mundo rodeados de múltiples aparatos electrónicos de todas clases. En algunas de ellas se observa un soldador eléctrico, estaño, circuitos impresos y diversas herramientas propias de un pequeño taller de experimentador casero pero, en muy pocos he visto libros. Las estanterías están llenas de extraños artilugios pero la ausencia de libros y revistas relacionados con nuestra afición es casi permanente en la mayoría de lugares donde existe una estación de radioaficionado. Síntoma evidente que explicaría en buena parte el lamentable estado de la radioafición actual.

¿Acaso los radioaficionados no leen? Pues no, no leen. Al menos son muchos los que no lo hacen, y es una pena. Sin embargo, es prácticamente imposible mantenerse en un nivel razonablemente actualizado sin disponer de la suficiente información. Cierto que internet se ha convertido en una herramienta imprescindible para obtener noticias y datos pero, por su misma estructura, carente de cualquier tipo de filtro eficaz y seguro, es necesario contar con una buena base intelectual que nos confiera el suficiente criterio para separar el grano de la paja, y este discernimiento sólo puede conseguirse leyendo libros y revistas de calidad contrastada.

A nivel internacional existe una amplia bibliografía, la mayor parte escrita en inglés, pues éste es el principal idioma de comunicación entre radioaficionados, que puede ayudarnos a prosperar dentro de nuestra afición. La década de los 80 fue prolífica en abundantes traducciones y originales escritos en español pero, la desidia de los radioaficionados, que preferían -y prefieren- comprar un trasto inútil en cualquier mercadillo antes que invertir su dinero en la adquisición de libros, hizo que la oferta cultural decayera hasta extremos increíblemente (y preocupantemente) bajos.

Si usted está pensando cambiar la antena de su estación de base, posiblemente esté leyendo una colección de folletos publicitarios y comparando, sobre todo, los precios de los elementos radiantes. Probablemente esté un poco asustado, pues si algo tiene en común todas las marcas es el elevado precio de sus productos. ¿Ha sospesado la posibilidad de construirse usted mismo/a su propia antena? No es tan difícil como se imagina. La mayoría de los elementos radiantes que necesita un radioaficionado para conseguir buenos contactos DX, puede diseñarlos y construirlos cualquier persona que posea unos conocimientos elementales de aritmética y mecánica casera, eso que los ingleses llaman bricolage. Dicho de otra manera, si es capaz de entender el funcionamiento del mando a distancia de su televisor, no tendrá ninguna dificultad en realizar algunas operaciones de sumas, restas, multiplicaciones y divisiones con una calculadora de bolsillo. Provéase de unos alicates y un juego de destornilladores, algo de cinta aislante y algunos tornillos, y podrá construirse una excelente antena que nada tiene que envidiar a las comerciales. Y si puede fabricarse el principal elemento de su estación, tampoco tendrá ninguna dificultad en diseñar un sencillo micrófono, un  manipulador y, ¿por qué no? Un receptor o transceptor en forma de kit, o copiar algún diseño experimental descrito por otro radioaficionado. Todo esto y mucho más, puede conseguirlo leyendo libros y revistas relacionados con nuestra afición. Además, no sólo de experimentación electrónica vive el radioaficionado, también necesita conocer, de manera básica, el funcionamiento de la propagación atmosférica, que le permitirá saber cuando y como puede conseguir los mejores y más lejanos contactos, o historias protagonizadas por antiguos radioaficionados que, gracias a sus experiencias, hoy podemos disfrutar de una radioafición impensable hace unas pocas décadas.

SELECCIONES BIBLIOGRÁFICAS

Es difícil recomendar una selección de libros sobre radioafición pues, casi todos los que conozco son útiles y, a menudo, imprescindibles. Algunos ya están descatalogados, por lo que si los quiere deberá acudir a alguna librería de libros usados, pero también puede encontrarlos en las bibliotecas de muchas escuelas de secundaria y universidades politécnicas. Algunos títulos sólo pueden conseguirse en inglés, pero no se apure, la mayoría contienen multitud de dibujos y esquemas que pueden entenderse sin ninguna dificultad. Además, si en alguna ocasión se ve obligado a buscar alguna palabra desconocida en el diccionario bilingüe, esto le ayudará a perfeccionar su inglés práctico para el diexismo. Sin embargo, los primeros libros de su incipiente biblioteca  los va a encontrar fácilmente en la estanterías de muchas y muy buenas librerías de diversas ciudades. Están  aguardándole a usted, para que se los lleve a su casa. No los haga esperar demasiado. Probablemente también los podrá adquirir mediante la compra electrónica, a través de internet.

INICIANDO LA BIBLIOTECA

Uno de los campos donde el radioaficionado medio pude experimentar más y mejor a cambio de poco dinero y muchas satisfacciones, es la antenística, por ello, necesita tres importantes herramientas.

CÁLCULO DE ANTENAS, de Armando García Domínguez, EA5BWL, editado por Marcombo, ya va por su tercera edición. Se trata de un libro con poco más de cien páginas que nos describe antenas de última generación para las tecnologías digitales y los métodos de medición más adecuados para cada caso.

LAS ANTENAS, es uno de los mejores libros que se han publicado sobre antenas exclusivamente para radioaficionados. Sus autores, R. Brault y R Piat, describen con increíble maestría multitud de antenas, tanto para H como para V-UHF y, lo que es más importante, explicando la teoría de su funcionamiento de una manera muy didáctica y sencilla. Lo edita Paraninfo, S.A.

MANUAL DE ANTENAS TERRESTRES es el título del libro escrito por José Francisco Ruiz Vasallo, y editado por CEAC. A pesar que no se trata de antenas de radioaficionado, su lectura es imprescindible pues incluye explicaciones de como instalar mástiles o torretas. Además, añade diversas tablas con las características de diversos cables coaxiales, ROE y teorías sobre la radiación de las antenas.

Si lo que busca es que alguien le explique como adentrase con seguridad en el apasionante mundo de la radioafición, la mejor manera de hacerlo es comprando el libro GUÍA INTERNACIONAL DEL RADIOAFICIONADO, editado por Marcombo. Se trata de la traducción de un original de la IARU. En él se explica detalladamente desde los primeros pasos para convertirse en un buen radioaficionado, hasta la mejor manera de conseguir participar en concursos, conseguir diplomas y, por supuesto, los fundamentos básicos de la electrónica.

¿QUÉ ES LA RADIOAFICIÓN? Posiblemente, en algún momento e su vida usted se hizo esta misma pregunta y le costó hallar una buena respuesta y, probablemente, a lo largo del tiempo se la habrán hecho en infinidad de ocasiones. A veces resulta difícil explicar lo que para nosotros es evidente, por esta razón, Arturo Andreu, EA5ME acude en nuestra ayuda para darnos la respuesta adecuada. En este libro, editado por Marcombo, el autor nos explica diversos asuntos relacionados con nuestra afición, dejando claro lo que es la radioafición y, evidentemente, también lo que no es. Recomendado tanto para los que empiezan a interesarse por la radioafición como también para algunos radioaficionados que aún andan algo confusos. Sobre todo para estos últimos, la lectura debería ser obligatoria.

La telegrafía ha dejado de ser una materia obligatoria en las pruebas de aptitud para obtener el diploma de Operador de Estaciones de Aficionado, pero esto no significa que dejemos de lado un modo de comunicación tan extraordinariamente sencillo y eficiente, aún bajo las condiciones más duras. Si piensa que ha llegado el momento de recuperar el tiempo perdido aprendiendo telegrafía, Juan José Guillén Gallego, EA4CQK, nos brinda la oportunidad de hacerlo fácilmente mediante su CURSO DE CÓDIGO MORSE, que en la nueva edición multimedia, incluye un CD para que practique desde el primer momento con sonidos reales. Es un magnífico volumen editado por Marcombo.

Si es usted un radioaficionado que no se conforma con hacer lo que todos, y le atraen los nuevos retos, levante la mirada hacia el cielo. Allí arriba le están esperado una multitud de satélites de comunicaciones para radioaficionado que le abrirán las puertas de una modalidad fascinante. No necesita mucho para realizar su primer comunicado satelital, sólo un buen libro que le oriente adecuadamente como el que escribió para usted Pablo Cruz Corona, EA8HZ, editado por Marcombo. Después de leerlo, y con un poco de práctica, se convertirá en un verdadero experto en satélites.

A los radioaficionados no sólo nos gustan los transceptores que nos permiten establecer comunicados a larga distancia mediante el uso de las ondas de radio (¡he dicho de radio, nada de líneas telefónicas!). También nos fascinan los antiguos receptores de radio que escuchaban de nuestro abuelos. En la biblioteca que poco a poco estamos confeccionando no puede faltar algún libro de Joan Julià Enrich, EA3BKS.  De entre todos los que ha escrito, escogemos  RADIOS ESPAÑOLAS, editado por Marcombo. En él, además de contemplar preciosas fotografías de numerosos radios antiguos, podemos leer una descripción detallada de su funcionamiento, características valoración e historia. Imprescindible para dar prestigio a nuestra afición y de gran ayuda para los coleccionistas de radios antiguas. En él vemos como se conjugan de manera maravillosa, la técnica, la ebanistería y el diseño. Si en algún rincón de su casa tiene una radio de "capilla", ni se le ocurra tirarla. Dedique tanto tiempo como pueda a su restauración con materiales originales, tal como enseña este libro.

Se acaba el espacio disponible para este artículo. Tal vez a usted le ocurra lo mismo con su estación de radio y disponga de poco sitio para desarrollar su afición. Si alguna vez tiene que escoger entre arrinconar equipos o libros, no lo dude ni un momento, los libros siempre tienen preferencia. Se puede ser radioaficionado sin equipos, pero no sin libros. 

Personajes "fonéticos" los hay en todas partes. Son como una trompeta; si no han leído una buena partitura, por mucho que soplen sólo harán ruido, pero nunca música.

  

 

GANANCIAS BAJO SOSPECHA

GANANCIAS BAJO SOSPECHA

Este artículo fue publicado en la revista U.R.E. en noviembre de 1995. Para despejar dudas al lector, aviso que las ganancias sospechosas se refieren a los supuestos dBd y dBi de las antenas, no a posibles chanchullos económicos...  

o o o o o

Hasta hace poco tiempo, yo también formaba parte de la inmensa mayoría que creía a pie juntillas que una antena vertical tiene ganancia, pero cierto día, hablando del tema con otros radioaficionados, caí en la cuenta de que estaba en un craso error. En realidad, esta afirmación es consecuencia de la aplicación del llamado "Principio de la Conservación de la Energía", que nos recuerda que "La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma". Por este principio de Física, resulta fácil deducir que, si un transmisor envía 100 vatios a una antena, ésta no puede incrementarlos por sí misma, todo lo más, despreciando las perdidas de línea, puede emitirlos íntegros, que ya es mucho.

Entonces, ¿las antenas no tienen ganancia? Sí, por supuesto, pero sólo si a la vez poseen directividad. Intentaré explicar estos términos para que resulten comprensibles incluso para mí.

PRINCIPIO DE CONSERVACIÓN DE LA ENERGÍA

Un dipolo de media onda radia energía perpendicularmente a su longitud, y lo hace como si el hilo del dipolo fuera el eje de simetría del número "8" muy aplastado. Si desde el centro del dipolo trazamos dos líneas divergentes y que corten el lóbulo en el punto donde se percibe una pérdida de 3 dB respecto a la máxima señal, nos daremos cuenta de que el ángulo formado es muy ancho, prácticamente obtuso, pero al mismo tiempo veremos también que en los extremos del dipolo no existe radiación, es decir, que los receptores colocados en la perpendicular  del centro del dipolo recibirán la máxima radiación, pero a medida que nos desplacemos a derecha e izquierda, esta irá menguando hasta desaparecer en los extremos.

Ya que el "Principio de la Conservación de la Energía" nos impide crear potencia de la nada, para conseguir incrementar la señal en un punto determinado sin necesidad de aumentar la energía empleada, sólo existe una solución y esta pasa por concentrar toda la potencia disponible hacia esta dirección, en detrimento de las otras. Esto es lo que descubrieron los señores Udo y Yagi, inventores de la antena directiva formada por elementos parásitos situados delante y detrás del dipolo excitado.

En efecto, colocando diversos elementos de una longitud ligeramente inferior al dipolo (-5%) conseguiremos "canalizar" la energía radiada en este sentido. Si al mismo tiempo situamos algunos más al otro lado, pero de una longitud ligeramente superior (+5%), logramos que la energía sea reflejada como si de un espejo se tratara, y reenviada hacia delante, siendo de nuevo  "canalizada" por los elementos. Para un observador situado delante de la antena, le parecerá que aumentamos la potencia emitida hacia él , mientras la disminuimos en el resto. La energía emitida será la misma, sólo que estará concentrada en la zona escogida.

DIRECTIVIDAD Y GANACIA

De ahí que los términos directividad y ganancia están estrechamente unido, no existiendo uno sin el otro. Los elementos parásitos reciben distintos nombres según sea su función. Los de mayor tamaño son los "reflectores" pues esta es su misión, y los opuestos y de menor tamaño son los "directores", pues su trabajo es dirigir el haz de ondas.

La ganancia de una antena directiva depende del número de elementos reflectores y directores, así como de la distancia entre ellos. Un dipolo de 0 dBd consigue incrementar su ganancia hasta 8 dBd añadiendo, simplemente, un reflector y un director.

La primera idea, después de leer estas líneas, es que podemos conseguir enormes ganancias añadiendo muchos elementos pero, desgraciadamente, esto no ocurre exactamente así pues, para intentar tan sólo doblar la ganancia de 8 a 16 dBd, hay que pasar de 3 a 13 elementos y, añadiendo 7 más sólo conseguiríamos algo más de un dBd extra. Esto aún es factible en antenas de V-U-SHF, pero imaginad una antena de 24 elementos de HF. De todas maneras, para conseguir mayores ganancias es posible recurrir a sistemas de enfasamiento o parabólicas.

¿Como es posible que por el "simple" hecho de añadir elementos parásitos consigamos concentrar el haz de ondas? No entraremos en tecnicismos, que no es el objetivo de este artículo, sin embargo lo intentaremos explicar de una manera lúdica.

VA DE GLOBOS

Supongamos que tenemos un globo y varios pedazos de tubo de PVC de 40 mm, una cartulina con agujero central y una caña de refrescos. Si hinchamos el globo sin más, obtenemos un símil de como es el lóbulo de radiación de un dipolo, pero sólo su mitad pues la otra la imaginamos igual pero dentro de nuestra boca. Bien, desinflemos el globo y volvamos a soplar, pero esta vez haciéndolo pasar a través de la cartulina y por el interior de un segmento de tubo. Vemos que el globo ya no se expande igual que antes, sino que su volumen queda supeditado a las dimensiones del aro. Si seguimos inflándolo, pero a la vez añadimos nuevos segmentos, el globo se extenderá en una dirección determinada pero no en las otras, salvo el aire residual que queda en el interior de nuestra boca exahusta.

En nuestro ejemplo, los pulmones son el emisor de potencia, la caña el cable de alimentación, la cartulina el elemento reflector, los aros del tubo son los elemento parásitos y el globo simboliza el lóbulo de radiación.

Vemos también que de la directividad y la ganancia depende el ángulo de radiación horizontal. Contra más estrecho sea este, más directiva será la antena y más ganancia obtendremos en un punto determinado. Si nos alejamos a uno u otro lado de este lóbulo principal, la ganancia empezará a descender. Para acotar la superficie útil, se toma en cuenta la máxima ganancia obtenida y la desviación de + - 3 dBd hacia ambos lados.

ANTENAS CON GANACIA

¿Es posible construir antenas con ganancia y directividad sin necesidad de incluir elementos parásitos? La respuesta es afirmativa. Existe la antena en "V" capaz de radiar a mayor parte de la potencia suministrada en una sola dirección. Pero no debemos confundirla con la vieja uve invertida que es casi omnidireccional. Esta uve esta contenida en un plano horizontal con la bisectriz  de su ángulo paralela al suelo alimentándose habitualmente por el vértice. Su ganancia depende de la longitud de los lados y esta debe ser de un número determinado de longitudes de onda completa. La máxima ganancia que es posible obtener con esta configuración está alrededor de los 9 dBd. Otra antena de parecidas características es la de rombo aperiódica. Realmente, estas antenas solo acostumbran a usarse en bandas decamétricas y para situaciones muy determinadas.

Hasta aquí hemos descrito como puede conseguirse ganancia en razón a la directividad. Tal vez sea el momento de analizar la supuesta "ganancia" de las verticales.

Al principio de este trabajo poníamos en duda que una antena vertical aportara ganancia, y no es cuestión de retractarse.

Para hacernos una idea de como radia una vertical, podemos proveernos de un sabroso "donut" o rosquilla. Si la situamos encima de un plano de madera y en su centro clavamos un clavo, esto nos ilustrará de como se produce la radiación. Vemos que cualquier posición que adoptemos alrededor de la antena, la cantidad de energía recibida será idénticamente la misma, y esta es la principal característica de una antena vertical.

Sí, porque toda la energía disponible se reparte equitativamente alrededor de los 360 grados del círculo, por lo que la potencia recibida en un punto determinado de esta circunferencia será mínima. De igual manera, las ondas recibidas desde varios lugares diferentes no los podrá discriminar y se  interferirían mutuamente, o si, proviniendo de un solo punto, esta se refleja en cualquier objeto, la suma de las ondas directa y reflejada puede dar lugar a una aumento o disminución de señal, dependiendo de la fase. Este fenómeno es particularmente apreciable al transmitir desde un vehículo en movimiento o con un portátil, apareciendo un vaivén en la señal (QSB)

ANTENAS VERTICALES

Pero, ¿puede una antena vertical tener ganancia? La pregunta es difícil de contestar mediante un no categórico. Todos sabemos que si substituimos una antena de ¼  de onda por una de 5/8, las señales obtenidas tanto en emisión como en recepción son considerablemente mejores. A primera vista da la impresión de haber obtenido una "ganancia", pero "el Principio de Conservación de la Energía" nos indica que no es posible. El secreto está en los lóbulos de radiación vertical.

Estos lóbulos deben ser lo más horizontales posible, como si aplastáramos el "donut" de manera que si trazamos una línea desde la base de la antena al punto más sobresaliente de la rosquilla, esta debía estar muy próxima al suelo. La antena de ¼ presenta un ángulo de radiación vertical de alrededor de 30-45 grados, mientras que la 5/8 ronda los 15 grados. Esto hace que la energía radiada llegue más lejos antes de perderse en el espacio. Sin embargo, en la 5/8 también coexisten algunos lóbulos de radiación muy verticales cuya potencia se pierde hacia arriba. Pero el ángulo de radiación no es el único factor que mejora el alcance, existe otro que, por obvio, a veces pasa desapercibido, nos referimos al tamaño.

Un antena es "parecida" a un cazamariposas y para reafirmarlo pondremos un ejemplo práctico. Escribimos en un papel una frase y luego lo troceamos. Con una mano lanzamos al aire los pedacitos e intentamos cazarlos con la red cazamariposas. Si el aparato es pequeño, solo conseguiremos pillar algunos trozos y al pretender reconstruir la frase, resultará algo difícil por carecer de la información completa. Sin embargo, si la red es de mayor tamaño, las posibilidades de reconstruir la frase entera se habrán multiplicado.

Algo similar ocurre con las antenas. Contra más superficie se exponga al frente de ondas, más posibilidades de aumentar la señal tendremos. Podemos buscar otro símil en emisión que nos muestre que para aumentar la señal en un lugar concreto, tenemos dos opciones, una es concentrarla hacia esta zona determinada, y la otra es aumentar varias veces la potencia de emisión. Para ilustrar gráficamente esta afirmación, se me  ocurre el ejemplo del lector en una plaza de toros.

LEYENDO EL PERIÓDICO

Supongamos que en plena oscuridad una persona desea leer el periódico en el perímetro de un coso taurino (hemos escogido este lugar porque es circular) y únicamente dispone de un conjunto de portalámparas situado en un mástil en el centro de la plaza. El lector conecta una bombilla de 25 vatios de potencia y se dirige a la silla para proceder a la lectura. Como la bombilla está desnuda, su luz se expande en todas direcciones y sólo una pequeña parte alcanza al lector. Para remediarlo, esta persona va y conecta una bombilla más, también de 25 vatios. Ha doblado  la potencia de emisión de luz, pero a su asiento continua llegando muy poca claridad aprovechable. Seguramente tendrá que aumentar la fuente de luz varia decenas de veces para conseguir leer el periódico con comodidad. Esto significa que estará usando una cantidad enorme de energía para obtener unos resultados mediocres. Sin embargo, si en vez de aumentar el número de bombillas, hubiese dispuesto de una sola pero situada entre una superficie reflectora cóncava y un cristal ópticamente graduado, hubiese podido enfocar toda la potencia suministrada sobre la página del periódico, obteniendo así unos resultados óptimos con un gasto mínimo. Esta es la filosofía de las antenas directivas.

No se si con todo este montón de palabras que preceden habré sabido explicar lo que pretendía en un principio, que la ganancia sólo se obtiene en función de la directividad y que esta es el resultado de concentrar la energía en una dirección disminuyéndola en las restantes, y que la supuesta ganancia de las verticales está relacionada con el ángulo de radiación vertical que debe serlo más paralelo posible al suelo. Pero que quede claro que, a pesar de ello, una antena vertical no puede tener ganancia en tanto en cuanto no posee directividad.

RESUMIENDO

Para obtener una ganancia es necesario que exista una pérdida. Las antenas directivas pierden señal en una dirección para incrementarla en otra. Las verticales no, pues emiten igual en todas direcciones, por mucho que aplastemos el lóbulo de radiación, por lo tanto no debe hablarse de "ganancia" de una vertical sino de eficacia, que no es lo mismo que rendimiento. Vaya lío...

MIS AVENTURAS CON LOS BIGOTES DE GATO

MIS AVENTURAS CON LOS BIGOTES DE GATO

PREÁMBULO

Este artículo se publicó en la revista Radioaficionados de URE en el octubre de 2004. Sigue con la filosofía habitual del autor que demuestra que es posible experimentar en la radioafición empleando elementos sencillos y muy baratos, con el único objetivo de aprender de manera práctica los principios de la antenística. Los errores son una parte fundamental del aprendizaje. Sin error no hay experiencia y sin experiencia el conocimiento es inútil.

MIS AVENTURAS CON LOS BIGOTES DE GATO

Iniciarse en Radioafición con espíritu de principiante es muy importante si se desea disfrutar durante mucho tiempo de esta afición. Después de veinte años experimentando con antenas, leyendo todos los libros y revistas que tratan sobre este asunto y escribiendo sobre ello, aún tengo la gratificante sensación de sentirme un ilusionado aprendiz. Y es que, en este misterioso mundo de la radio nunca se puede decir que "eso, a mí no me hubiera pasado nuca"

Para que se rían un poco y de paso sirva de enseñanza a los nuevos y viejos principiantes, entre los que me incluyo yo, contaré una sencilla experiencia que viví hace poco tiempo. Resulta que, después de varios años de inactividad en las bandas decamétricas, decidí volver a las raíces y disfrutar nuevamente de la música hertziana. Me refiero a esos deliciosos zumbidos que se escuchan en SSB cuando el silenciador está desactivado. Es una dulce melodía de crujidos y silbidos que no tiene nada que ver con otra clase de ruidos y pitos, tan frecuentes en VHF-FM. 

BUSCANDO ANTENAS

Como mi situación no me permite disfrutar de una gran instalación de antenas para HF, tengo que conformarme con unos radiantes mínimos, incluso podría decirse que "bajo mínimos". Tengo mis razones, algunas de las cuales expondré a lo largo de este trabajo, pero no adelantemos acontecimientos. La primera idea fue montar, una vez más, la querida G5RV, tal vez de manera inconsciente y como homenaje póstumo a su desaparecido inventor, pero en aquel momento, por falta del material adecuado,  tuve que desistir del proyecto. Seguí buscando. A pesar que las dimensiones de la terraza donde quería instalar mi antena eran suficientes, existían varios inconvenientes que no me permitían disfrutarla en toda su extensión; primero el bosque de antenas de TV, algunas en muy mal estado, que siguen manteniéndose milagrosamente en pie. El segundo impedimento era que no estaba dispuesto a levantar el mástil, de apenas tres metros de altura, que sostiene la antena para V-UHF. Finalmente, no quería que fuese demasiado vistosa , por aquello del Síndrome de las Antenas, que venimos padeciendo últimamente, azuzado por algunos medios de comunicación. Con estas premisas, sus dimensiones debían reducirse considerablemente para circunscribirse al espacio disponible. A pesar de todo, era imprescindible que cumpliera la condición "3B" (Buena, Bonita y Barata)), que exijo a todas las antenas experimentales. El resultado de todas estas variables me condujo a los "bigotes de gato".

BIGOTES DE GATO

 La "bigotes de gato", o dipolos múltiples para los entendidos, es una antena simple y efectiva pues, en realidad, se trata de un conjunto de dipolos de media onda alimentados por una sola línea coaxial. La idea de construir un radiante de estas características nació allá por el año 1935, con lo cual queda patente que no inventamos nada nuevo. Como cualquier otro dipolo, su impedancia está alrededor de los 75 ohmios, cuando se coloca en posición horizontal, paralela al suelo, y unos 50 ohmios cuando adopta la configuración de "V" invertida. Estos valores pueden variar bastante según sea la altura sobre el suelo, la calidad del mismo y otros factores del entorno. Una vez tomada en  firme la decisión de construirla, empecé a preparar el material adecuado, que suele ser el que tengo más a mano en cada momento. Tenía hilo de cobre de 2,5 mm de sección, forrado de plástico, como el empleado habitualmente en las instalaciones eléctricas domésticas. La estrechez del espacio asignado para su instalación sólo permitía cubrir hasta los 7 mhz. Los ochenta metros y 1,6 mhz. quedaban fuera de mis planes, como les ocurre a la mayor parte de los radioaficionados que viven de las grandes ciudades.

DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN

Necesitaba 4 dipolos de media onda para 10-15-20 y 40 metros, dejando las bandas intermedias (10mhz., 18 mhz. y 24 mhz.) para que se las arreglara el sintonizador de antena. Para ello, recurrí a la vieja fórmula que me ayuda a calcular la longitud de un dipolo, es decir, 142,5 : f (mhz). Esto me daba la longitud total de cada dipolo, según la frecuencia de cálculo, pero añadí un suplemento de un metro para compensar el hilo que se pierde en los dobleces de los extremos donde va el aislador de amarre y en previsión de algún error de medida; más vale que sobre un metro a que falte un palmo. Hay que recordar que la longitud dada por la fórmula se refiere a la total, de punta a punta, incluido el aislador central. Cuando los hube cortado a las medidas adecuadas, procedí a prepararlos para soportar las inclemencias del tiempo. El cobre de estos hilos es blando, por lo que si lo instalamos sin más, al cabo de unos días observaremos que la resonancia de las antena se ha desplazado misteriosamente hacia la parte baja de la banda. Esto es debido a que la acción del viento provoca estiramientos, como consecuencia de los cuales  la antena cada día mide un poquito más, hasta que la resonancia se sale de las bandas asignadas. Para prevenir en parte este fenómeno, até los hilos a una barandilla del balcón y le di varios tirones fuertes, pero sin excederme, de manera que el cobre padeciera el alargamiento antes de su instalación. Cierto que si hubiese empleado cable de acero con revestimiento de cobre  esto hubiera sido innecesario, pero a parte de ser más caro, en aquel momento no disponía de este material, además, se trataba de una instalación "provisional" de estas que se hacen para cuatro días y se cambian el día que se caen de viejas después de diez años de resistir temporales y vatios.

Hacer antenas sencillas y baratas es mi hobby, ya lo saben mis lectores, pues  construirlas dentro de una taller mecánico, con toda clase de maquinaria y materiales de primerísima calidad, no constituye ningún aliciente para mí. Lo divertido es fabricarlas con lo que tengo a mano, sin  omplicarme la vida. Esto sirve de entrenamiento para cuando surge una emergencia. Pero ya me estoy yendo por la ramas. Sigo. En los extremos del dipolo más largo empleé dos viejos "huevos" de plástico, porqué son los que ofrecen más seguridad si llegaran a romperse, cosa bastante difícil. Pero en la parte central usé una regleta como las utilizadas en los empalmes eléctricos, de tamaño grande, muy resistente al calor y a la intemperie.

Dividí cada tramada de cable en dos partes aproximadamente iguales, y pelé unos cuatro centímetros en uno de los extremos de cada hilo, retorciéndolos entre si para, a continuación, calentarlos con el soldador y estañar completamente la punta resultante. Con esto pretendía conseguir una unión sólida y fiable entre las diferentes secciones, al mismo tiempo que impedía que cualquiera de ellos terminara por soltarse. Para asegurarlo aún más, fui reuniendo cada haz mediante cintas abrazaderas del tipo cremallera, situadas cada medio metro aproximadamente. Ello también contribuía a dar mayor solidez al conjunto. Acto seguido, preparé la regleta de empalmes, separando tres cuerpos de la tira principal, pensando usar los exteriores para hacer el conexionado de los respectivos brazos del dipolo y el central para introducir un cáncamo provisto de una tuerca y contra-tuerca más la sujeción propia de los dos tornillos de la regleta., para poder colgarla del soporte preparado en el mástil.

Al llegar a esta fase constructiva, procedí a medir cada rama, con la intención de igualar las longitudes equidistantes. Conseguido esto, procedí a efectuar la medida total del dipolo, recordando una vez más que en ella está incluida la separación del aislador central, en este caso la susodicha regleta. Las bandas 10, 15 y 20 metros las corté a la medida justa, pero la banda de 7 MHz. la deje un poco más larga para poder incluir en sus extremos el aislador correspondiente sujeto mediante un doblez del cable que, a su vez, iba asegurado mediante más cintas de cremallera, en lugar de los típicos prensa-cables, que tampoco tenía.

Ahora sólo quedaba preparar la unión de la antena con el cable coaxial. Podía haberlo abierto simplemente, separando el "vivo" de la malla y conectar uno a cada brazo, pero me dio por hacerlo más "profesional" así que busqué en el cajón de las reliquias una base de conector SO-239. Cuando la encontré, le soldé unos rabillos de 6 centímetros aproximadamente, retirando previamente unos cuatro centímetros de funda de plástico, retorciendo y estañándolos convenientemente. Hecha esta operación introduje cada rabillo en la parte del brazo del dipolo correspondiente, y volví a asegurar el artificio al cuerpo de las regletas con más cintas de cremallera. Satisfecho con el trabajo bien hecho, procedí a colgar la antena en su amarre definitivo, no sin antes conectar el PL del cable coaxial a la antena. ¡Esto ya no se me olvida , después de varios disgustos!

LA INSTALACIÓN

Y llegó el turno de amarrar los extremos del dipolo. He dicho que no había espacio suficiente, pero recordaba vagamente lo expuesto en una conferencia que asistí hace unos años, a cargo de EA4AK, en la que aseguraba que una antena dipolo puede doblarse sin que las pérdidas sean demasiado importantes. Bien, esto era un consuelo, porque no tenía más remedio que hacerlo así. Instalé la antena como mejor pude, saltándome todas las reglas, pues quedaba demasiado cerca del suelo y con sus brazos doblados en ángulos extraños, pero era lo que había. Tensé cuidadosamente las ramas, pero sin ejercer demasiada fuerza y terminé el trabajo protegiendo el conector del cable coaxial con abundante cinta aislante, de la mejor cálida posible, mejor si es de la vulcanizada, y poniéndolo boca abajo, para prevenir la entrada de agua por el interior del cable. Finalmente, aseguré el coaxial al mástil con más cinta aislante, evitando hacerlo con cintas de cremallera para no estrangularlo, y di por terminada la instalación.

¡NO FUNCIONA!

Era un sábado por la mañana, cerca del mediodía y la familia quería salir a practicar la caza de la rebaja, así que rápidamente conecté el equipo decamétrico, presto para hacer una lectura de R.O.E. en el centro de cada banda, pero... algo extraño sucedía... La aguja del instrumento de señal permanecía sospechosamente quieta, obstinada en marcar cero. Tampoco oía ninguna señal telegráfica, ni voces ..., nada! La familia miraba el reloj horario y yo el del instrumento de medida, hasta que en un momento indeterminado nuestras miradas coincidieron y, mansamente, cerré el equipo preparándome para ir de rebajas. Pero mi mente no dejaba de cavilar analizando cada paso y preguntándome dónde había cometido el error fatal.

A media tarde, entre saldos y achuchones se me hizo la luz. ¡No oía señales porque no había antena! En alguna fase de la instalación, la antena, o el cable coaxial, se había cortado. Recordé entonces otro momento estelar de mi vida de experimentador antenístico en que descubrí un conector PL con el vivo del cable coaxial roto en su interior. Algo así tenía que haber sucedido. ¡Que larga se me hizo la noche y la mañana del día siguiente!. Hasta después de comer no pude subir arriba para comprobar lo acertado de mis suposiciones. Previamente cortocircuité el conector de abajo, al lado del equipo, así cuando llegue arriba, desconecté el PL de la antena para comprobar su continuidad eléctrica ... ¡Sí, la había! Y esto significaba que el cable coaxial no tenía la culpa (en realidad la tenía yo, pero...). El problema estaba muy cerca. Bajé el dipolo y descubrí que, en el conector base, el SO-239, se había roto la soldadura que unía este con el rabillo que servía para conectarlo a una de las ramas del dipolo. Esta era demasiado blanda para resistir la tracción a que había estado sometida.
Decidí prescindir de sutilezas y soldé directamente el cable a la antena. Sí, ya se que ahí debería ir un balun 1:1, pero también sabía otras muchas cosas que no podía hacer, puesto que era "sólo una instalación provisional"

TRANSMITIENDO

Ahora sí, cuando baje al lado del equipo, la aguja del instrumento medidor de recepción se movía al son de las fortísimas señales que le llegaban de toda Europa, e incluso de Sudamérica. No está mal para una antena "bigotes de gato" pésimamente instalada...!. Sin el sintonizador de antena, la R.O.E. rondaba entre 1,5 y 2, según las bandas. Con el sintonizador de antenas la cosa iba perfecta, es decir, actuaba como un verdadero D.E.A.R (Doble Engañador de Antenas y Radioaficionados) pues engañaba al equipo mostrándole una impedancia casi perfecta y engañaba al radioaficionado haciéndole creer que la antena está bien. Pero menos da el gobierno y no nos quejamos.

Hice varias pruebas y en todos los contactos me pasaban unas buenas señales, parecidas a las que recibían de mí. Nada que objetar. Con esta historia, absolutamente verídica, quiero dar a entender que nadie debe sentirse inferior por el sólo hecho de llevar menos tiempo en radio, porque, todos somos aficionados. De mi aventura puede extraerse otra lección, que la ley de Murphy es omnipresente y que nunca debe irse con prisas cuando se realiza una instalación, sea del tipo que sea. Ah, por cierto, la antena "Bigotes de Gato" va de maravilla, por lo tanto recomiendo su construcción aunque sea solamente "experimental", como la mía.

DIEXISTAS DE "A PIE"

DIEXISTAS DE "A PIE"

Este artículo se escribió el último mes del año 2004, ¡hace más de seis años!, y se publicó en algún número de la revista CQ Radio Amateur del año siguiente. Que yo sepa, no hay manera posible de conseguir ejemplares de aquella época, así que, para evitar que esta información se pierda irremediablemente, vuelvo publicarlo en mi blog para que sirva de ayuda a los nuevos (y antiguos) radioaficionados.

DIEXISTAS DE "A PIE"

Una de las actividades más emblemáticas de la radioafición es, sin duda, el diexismo. Alcanzar la máxima distancia posible enlazando con otra estación lejana, es una satisfacción parecida, supongo, a la del jugador de fútbol cuando marca un gol.

En realidad, una de las consecuencias directas de la investigación y experimentación tecnológica de la radioafición, es lograr comunicados lejanos con equipos y antenas de reducida potencia, comparándolos con las grandes instalaciones comerciales o militares. Sin embargo, mientras en las bandas de HF el DX es algo frecuente y  está al alcance de la mayoría de los aficionados que dispongan de un transceptor de HF y un sencillo dipolo, parece como si en las bandas de V-UHF esta posibilidad estuviera fuera del alcance de la gran mayoría, que se autolimita a comunicados locales, de corta distancia y, cuando desean llegar un poco más lejos, no se les ocurre otra opción que la del repetidor urbano o interurbano.

EL MITO

Uno de los mitos más extendidos dice que, si se quiere practicar el diexismo en V-UHF, ha de poseerse un equipo con BLU (Banda Lateral Única <SSB>) y una instalación de grandes antenas directivas con polarización horizontal,  con su motor rotación direccional y una torre en lo más alto del tejado. Evidentemente, una instalación de estas características no está al alcance de cualquier radioaficionado medio, que ha de resignarse a escuchar tonterías tales como que con un equipo de V-UHF en FM, no se puede practicar el diexismo. Esta aseveración es totalmente falsa y carente de todo fundamento, como se verá en las siguientes líneas.

Evidentemente, con un transceptor SSB, una antena direccional de 17 elementos, un cable coaxial de bajas pérdidas, un preamplificador de recepción de bajo nivel de ruido y un amplificador lineal de potencia de un kilovatio, se puede llegar bastante lejos pero, con un equipo de FM, una antena vertical colineal y un cable "normal" como el RG-213 ó RG-8U, también pueden conseguirse buenas distancias y disfrutar de un diexismo moderado pero muy gratificante.

PREPARÁNDOSE PARA SU PRIMER DX

Si su estación de radio es parecida a la que acabo de describir, no se complique más la vida, pues ya tiene suficiente. No gaste dinero en "previos" Los diexistas de FM no necesitan esta clase de accesorios, ni preamplificadores de antena o de micrófono. Es más, su uso puede ser contraproducente. Tampoco necesita un amplificador lineal de potencia. Los cincuenta vatios que suministran los equipos actuales en VHF o los 35 vatios en UHF, son más que suficientes para llegar muy lejos. Mucho más de lo que se imagina. En cambio, lo que sí necesita es prepararse usted mismo/a pues, en realidad, el DX se consigue gracias a la habilidad del operador, no por una excesiva potencia.

Sin embargo, debe mantener su estación en las mejores condiciones posibles. El cable coaxial no es eterno. Si han transcurrido más de cinco años desde que lo instaló, empieza a ser hora de cambiarlo.

Cuando lo haga recuerde todo lo que aprendió hace años, leyendo esta misma revista. De todas maneras, le voy a refrescar la memoria para ganar tiempo o, en el caso que empiece ahora en la radioafición, lo haga conociendo las cosas más elementales de la afición.

EL CABLE COAXIAL

Es el encargado de transportar la energía de radiofrecuencia que genera su transceptor, hasta la antena y conducir las ondas que capta ésta, hasta el receptor. Para ponerle un ejemplo, imagine que el cable coaxial es la "carretera" que conduce las ondas. Si está en mal estado, llena de baches, grietas y curvas cerradas, lo más probable es que su vehículo acabe sufriendo alguna avería  e incluso un accidente que le impida llegar a su destino. Algo parecido ocurre con el cable coaxial. Si es de mala calidad o está en mal estado, las pérdidas de energía pueden llegar a ser tan importantes que no lleguen a la antena o al receptor.

Compre un cable coaxial de buena calidad. El dinero que había ahorrado para comprarse un amplificador lineal de potencia o una antena vertical "con muchos debés de ganancia" inviértalo en la adquisición de un buen cable coaxial. El mejor que su economía le permita. Luego, instálelo bien. De la misma manera que busca una mesa, una lámpara y un sillón cómodos para instalarse frente a su equipo de radio, y le saca, personalmente, el polvo casi a diario, mime de la misma forma su cable coaxial. Procure que las curvas sean amplias y que el cable no esté retorcido

No deje que el cable coaxial baje en "caída libre" desde la azotea hasta su piso. Si ha tenido que cargarlo, se habrá dado cuenta que pesa bastante, pues imagínese todo este peso colgado de una brida allá en lo alto del edificio, sin ningún otro soporte. ¿Cuánto aguantaría usted colgado de esta manera? Pues el cable coaxial también sufre. Cuando está mal instalado, su propio peso hace que se estire. Si se estira, adelgaza y, por lo tanto, varia la impedancia, apareciendo misteriosas ondas estacionarias que nadie sabe explicar. Si lo curva demasiado, se aplasta y, de nuevo, aparecen lecturas de ROE "inexplicables"

Puede usar curvas de tubo de PVC de fontanería para guiar las curvas de su coaxial. Instale un cable de acero como guía y soporte en la bajada hasta su domicilio, atando convenientemente el cable cada metro, sin estrangularlo. Si lo hace bien, verá que estaciones que antes ni siquiera oía, ahora llegan nítidas a su receptor. De la misma manera, sus compañeros/as de radio quedaran asombrados/as cuando vean la potencia de su señal.

LA ANTENA

Si alguien le ha dicho que la mejor antena para el diexismo en V-UHF es la de polarización horizontal, no le ha mentido, pero,  nadie puede afirmar que una antena vertical no sirva para realizar buenos contactos lejanos. Si embargo, su antena también ha de estar bien preparada. Cada antena tiene unas características determinadas que no conviene sobrepasar. Me refiero, sobre todo, a los excesos de potencia. Habitualmente, una de las cosas que diferencia una antena de buena calidad de otra parecida pero más barata, es la capacidad de radiar más o menos potencia. En función de los elementos conductores que las componen. Si en su momento prefirió comprar (o construirse) una antena sencilla, que sólo debía aguantar 100 vatios y, experimentando, le suministro el doble durante demasiado tiempo, lo más probable es que esté averiada o a punto de estarlo. Tal vez aún la pueda recuperar, desmontándola y limpiando sus contactos y partes deterioradas. Una manera sencilla de comprobar el estado de su antena es intercalando un medidor de ROE entre la base de su antena y el cable coaxial. La lectura resultante será, verdaderamente, la de su antena, no como ocurre frecuentemente, cuando instalamos medidor de roe "abajo", al lado del equipo. Si su antena le da problemas, lo mejor es que la cambie por otra nueva. Tiene dos opciones, o bien se compra una comercial, de buena calidad y precio elevado, o bien se construye usted mismo/a otra, que probablemente, le dará tanto o mejor resultado que la de la tienda. Recuerde que las antenas no se "autoconstruyen" Personalmente, le aconsejo esta última opción. Todo radioaficionado/a que se precie, debería construir, al menos, una antena en su vida. Si lo hace una vez, ya no podrá dejar de hacerlo nunca más. Construirse antenas uno/a mismo/a, "engancha". Lo que se aprende en un proyecto constructivo de antena le servirá de mucho en el futuro, y no lo olvidará nunca más.

EL EQUIPO

Si ya ha pasado alguna semanas preparando convenientemente la instalación exterior, ahora le toca el turno a la parte interior. No importa que su equipo tenga algunos años de antigüedad. Es "su" equipo y nadie mejor que usted lo conoce y sabe sacarle el mejor rendimiento. Sin embargo, hemos de repasarlo un poco. No se preocupe, no voy  a decirle que lo abra. A no ser que sea usted un/a técnico/a especialista en electrónica, es mejor que no quite la tapa. Pero puede hacer otras cosas muy simples, pero que, todas juntas, recuperaran su viejo transceptor.

¿Fuma? Mal asunto. El tabaco perjudica seriamente la salud de usted y la de las personas próximas y, también "tapona" el micrófono. Obsérvelo por la parte de atrás. Mire que tipo de tornillos leva y busque el destornillador adecuado. Provéase de una cajita, por ejemplo, la tapa de una caja de zapatos. Ésta será su "mini banco de trabajo". Ponga dentro de ella el micrófono y los tornillos que vaya sacando, así no se le caerán de la mesa ni los perderá. Vaya despacio, sin prisas. Fíjese como está montado internamente y, si hace falta, dibuje un esquema, para que no se le olvide. Retire la cápsula microfónica y verá con horror como está de impregnada de nicotina. Si está sucia y maloliente, imagínese sus pulmones... Límpiela con un palito de algodón y unas gotas de algún producto de limpieza. Tal vez le sirva unas gotas de alcohol. Si no fuera suficiente, substitúyala por una nueva. No es difícil. Compruebe los contactos del botón de conmutación, eso que los cebeistas y algunos malos radioaficionados llaman "Maic", sin saber porqué.

Repase ahora el cable y la clavija de conexión al equipo. Fíjese si está retorcido o roto. Averigüe si algún cablecillo o soldadura están defectuosos o dañados. Repárelo. Siempre debería tener un micrófono de recambio. Son muy fáciles de construir. Puede hacerse incluso con los interruptores que llevan algunas lámparas intercalados en el cable eléctrico. Es barato y muy eficaz.

EL OPERADOR

También hemos de reciclar al operador para que, cuando llegue el momento, sepa responder adecuadamente a los requerimientos del Diexismo en FM. Si usted quiere, de verdad, dedicarse Al DX  de una manera seria, debe olvidarse de los malos hábitos operativos que imperan en los comunicados locales y, por supuesto, prometerse a sí mismo/a que jamás volverá a "pisar" un repetidor.

Lo primero que debe hacer es averiguar su QTH Locator. Existen multitud de programas para radio que llevan incorporada esta utilidad. Si desea uno que lo haga en exclusiva, puede descargarlo, por ejemplo, desde esta página: http://www.klaus.fengers.de/qth.html Saber su QTH Locator le ayudará a conocer con exactitud la distancia entre usted y la estación con la cual realiza el contacto. Si usted vive en una "cuadrícula" con poca actividad de radio, probablemente correrá la voz y, sin darse apenas cuenta, tendrá un montón de radioaficionados llamándole.

Antes de que esto ocurra, debe prepararse para hacer frente a su "pile-up" Tenga a mano papel y lápiz o, mucho mejor, un programa informático como el que se usa en los concursos, para que pueda introducir los datos de cada contacto. Si quiere disponer de uno de los mejores, le recomiendo Radioges, escrito por EA4YG, que puede encontrarlo en  www.radioges.com 

Provéase de unos buenos auriculares, mejor si disponen de un sistema de cancelación de ruido externo. Para practicar el diexismo, debe "educar" sus orejas, de manera que sepan distinguir las palabras en medio del ruido de la banda.

Ahora debe hacer dos cosas que, tal vez, no hay hecho nunca. La primera es coger el Plan de Banda de VHF y buscar cuales son los canales simples y/o de llamada en FM. Algunos radioaficionados "efemeros" no tienen ni idea que exista tal plan, ni les importa. Visite la página de la Unión de Radioaficionados Españoles, URE (www.ure.es) y lo encontrará fácilmente. No es otra cosa que la distribución de las frecuencias según los modos de utilización.

La segunda cosa es aún más importante para conseguir un buen DX. Localice en el frontal de su transceptor un botón rotulado con la palabra "squelch". Si es de los que giran a derecha e izquierda, gírelo sin miedo hacia la parte izquierda. Pero hágalo con el volumen del altavoz reducido a un nivel aceptable para sus oídos. Escuchará un ruido como si tuviera una sartén friendo aceite; esto es el "ruido de banda" El buen diexista nunca lleva el "squelch" (silenciador) cerrado, pues, aunque le parezca extraño, entre este ruido llegará a ser capaz de escuchar voces y conseguir contactos que antes eran impensables. Si su equipo lleva el mando del silenciador en forma de sub-menú, desactívelo o póngalo a cero. Si un mando tan importante como el squelch-silenciador va oculto en una función secundaria, ya puede hacerse una idea de cómo tiene catalogados los fabricantes a los usuarios de estos pequeños equipos portátiles que algunos llaman alegremente "gualquitalqui" o, pero aún, "guarqui" o "tarqui", sin saber, tampoco, porqué.

 CQ, CQ, CQ, de...

Bien, ya casi está a punto de lanzarse al vacío sin red. Va ha hacer ahora algo que muy pocas veces se oye en VHF-FM. Carraspee un poco. Tómese un sorbo de agua. Aclare la voz y, cogiendo el micrófono con la mano que no usa para escribir, diga claramente y despacio, las palabras mágicas que todo buen radioaficionado no debe olvidar nunca: "CQ. CQ, CQ, de ... No espere una respuesta rápida a su primera llamada. Al vez nadie le conteste durante las primeras cien (o mil) primeras llamadas. Hasta puede ocurrir que algún "usuario" se extrañe y le de una reprimenda por usar palabras secretas. No se asombre, hay quien, teniendo licencia desde hace años, jamás ha llamado CQ. Ni caso. Siga con sus llamadas. Explíquelo a sus amigos. Propague el rumor que está intentando hacer diexismo en FM. Verá que dentro de poco tiempo empezará a recibir contestaciones desde zonas cada vez más lejanas. Usted se habrá convertido en un pionero. La gente acudirá a usted para que le cuente como ha logrado hablar con una estación situada a más de cincuenta o cien kilómetros sin usar el repetidor local. Muestre con orgullo las tarjetas QSL recibidas y enseñe la suya, preparada para enviarla a su último contacto DX que acaba de realizar ante los asombrado ojos y oídos de sus compañeros de radio que ignoraban que con un equipo de VHF-FM podía hacerse tales cosas y llegar tan lejos. Pronto le llamarán de un radioclub para que de una conferencia sobre diexismo urbano. Tal vez aparezca algún periodista despistado que escuchándolo descubra la radioafición y escriba el reportaje de su vida.

Saque provecho de su equipo de VHF que tanto dinero le costó y que hasta ahora lo había estado infrautilizado. Conviértase en un radioaficionado de verdad. Construya antenas y practique el DX. Haga escuela. Ríase de las tonterías del echolink y de los repetidores de VHF, que no sirven para nada. ¡Viva usted la radioafición!

Buena suerte y buenos DX.

 

EL RADIOAFICIONADO METEOROLÓGICO

EL RADIOAFICIONADO METEOROLÓGICO

Este artículo se terminó de escribir en setiembre de 2002 y se publicó, probablemente, en algún número de la revista CQ Radio Amateur, no recuerdo cuando. No tengo constancia que exista algún tipo de archivo accesible al público por lo que, antes de que se pierda esta información, útil para radioaficionados y personas interesadas en la experimentación técnica, la vuelvo a publicar en este blog, en beneficio de todos los y las radioaficionados/as del mundo.

Es posible que algunas partes del texto estén algo anticuadas, esto es debido a que la ciencia adelanta que es una barbaridad, tal como decía Sebastián, en la Verbena de la Paloma, y el tiempo no pasa en vano.  

Gracias a todos los lectores que siguen este blog, cada vez más desesperanzado sobre el futuro de la radioafición.  

 

EL RADIOAFICIONADO METEOROLÓGICO

Estas nubes que vemos en el cielo, ¿son la avanzadilla de un frente nuboso que traerá lluvias? ¿Le gustaría ver la evolución de una borrasca "en vivo y en directo"? ¿Se ha imaginado alguna vez a bordo de una nave espacial viendo como la geografía terrestre se mueve bajo sus pies? ¿Quiere experimentar una modalidad que muy pocos conocen? Si ha respondido afirmativamente a esas preguntas, no dude en seguir leyendo este trabajo y, muy probablemente conseguirá hacer realidad sus deseos.

Siempre se ha dicho que la radioafición es "una ventana abierta al mundo", pero pocos piensan que esta frase hecha puede convertirse en realidad, con unos medios realmente sencillos. Es más, ni tan siquiera hace falta que disponga de una licencia oficial de radioaficionado para sumergirse en la experiencia que le voy a proponer.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

A primeros del siglo pasado, las radiocomunicaciones jugaron un papel importante en la meteorología. Los radioaficionados contribuyeron de manera decisiva en la creación de una red de observadores meteorológicos y, mediante sus estaciones de radio, proporcionaron importantes datos en tiempo real. Los fenómenos atmosféricos han interesado desde  siempre a los radioaficionados pues, las variaciones climáticas, humedad, insolación, inversiones atmosféricas, ionización, etc. son fundamentales en la propagación de las ondas de radio. 

TIEMPOS MODERNOS

Los tiempos cambian y la tecnología pone al alcance de un "clic" cualquier información que antes costaba un gran esfuerzo conseguir. Un ciudadano, con unos conocimientos mínimos de informática, puede conectarse a internet y obtener en pocos segundos varias fotografías del METEOSAT y del mapa de símbolos que se verá más tarde en la sección del tiempo del Telenoticias.  Tantas facilidades, lejos de despertar inquietudes científicas, sólo han conseguido hacernos creer que las cosas pueden lograrse sin ningún esfuerzo o, a lo sumo, con algo de dinero.

Sin embargo, no debemos consentir que esto sea así. ¿Qué placer puede proporcionar "clicar" sobre un icono de la pantalla del ordenador sabiendo que inmediatamente aparecerá una fotografía meteorológica, si ignoramos como se ha conseguido tamaña maravilla? ¿Estamos dispuestos a aceptar como verdadero todo lo que nos enseña la televisión, el ordenador o internet? ¿Se imagina usted mismo haciendo el seguimiento, minuto a minuto, de un satélite meteorológico, mientras prepara un programa capaz de captar las imágenes que recibirá tan pronto como esté a su alcance? ¿Le gustaría recibir sus propias imágenes meteorológicas, retocar las fotografías e imprimirlas? ¿Se ve usted recibiendo un fax meteorológico con las líneas isobaras dibujadas, en el mismo instante que lo están haciendo diversos centros meteorológicos diseminados por medio mundo? Todo ello puede conseguirlo con un poco de esfuerzo, sin conectarse a internet ni pagar ninguna tarifa telefónica, viendo las cosas tal como están sucediendo en ese mismo momento, sin intermediarios interesados y, lo mejor de todo, sintiéndose partícipe del experimento. Deje que la adrenalina corra por sus venas mientras ve como algún NOAA, Meteor, OKEAN o cualquier otro satélite meteorológico le regala una panorámica única e irrepetible. Sea dueño de su propia visión.

UN EQUIPO MÍNIMO

Todo esto que le cuento es posible conseguirlo con unos medios relativamente sencillos, que están al alcance de casi todos los radioaficionados y de muchos aficionados a las radiocomunicaciones. Si usted dispone de un receptor del tipo escáner, o de un simple transceptor portátil de mano y un ordenador con tarjeta de sonido, ya le falta muy poco para tener a punto su pequeña pero eficaz estación receptora de meteorología. Necesitará algunos elementos más pero no se asuste, la mayoría de los componentes que usará para conseguir su objetivo puede construírselos fácilmente usted mismo/a o, si lo prefiere, comprarlos por poco dinero. El resto lo encontrará gratuitamente en internet.

EL RECEPTOR

El receptor ha de ser capaz de sintonizar las frecuencias comprendidas entre 136 y 138 MHz en frecuencia modulada (FM) Mejor si puede hacerlo en FM ancha, como es el caso de algunos escáneres, pero también obtendrá buenos resultados con un receptor normal, como el de los equipos de radioaficionado de VHF-FM de banda estrecha.

Si bien es cierto que existen en el mercado unos receptores construidos expresamente para cubrir los canales habituales de los satélites meteorológicos, en FM, banda ancha, con  búsqueda automática incluida, antes de gastar el dinero compruebe si realmente le interesa esta actividad. Si se decide por un equipo transceptor de aficionado, tenga en cuenta que perderá algo de sensibilidad, pues está muy alejado de las frecuencias centrales (144-146 MHz) para las cuales ha sido ajustado, salvo que de origen venga preparado para recibir en un amplio margen de frecuencias. A pesar de todo, si cuando está experimentando comprueba que la señal es débil, posiblemente podrá solucionarlo intercalando en la línea coaxial un preamplificador de recepción, que podrá construirse usted mismo/a  o bien adquirirlo nuevo o de segunda mano. Recuerde que muchos amplificadores lineales de potencia de VHF, llevan incorporado de origen un pequeño preamplificador. Tal vez deba reajustarlo para que funcione correctamente en las frecuencias de satélite. De todas maneras, si dispone de varios equipos, haga pruebas con todos ellos. Particularmente, me dio muy buen resultado un equipo portátil. La mayoría de los transceptores de mano (vulgo "gualquitalqui") tienen una elevada sensibilidad en recepción, pues trabajan con antenas muy deficientes, por esta razón, cuando se les conecta una antena exterior se saturan fácilmente. Sin embargo, los canales meteorológicos están algo alejados de las interferencias propias de otros sectores de la banda de VHF y no padecen este problema. Además, hay otra particularidad que ayuda a mejorar la señal del satélite y evitar las interferencias de otros servicios: la antena.

LA ANTENA DE RECEPCIÓN

Si tiene la suerte de vivir en el campo o en alguna ciudad o pueblo pequeño, situado en una zona llana, tal vez pueda oír al satélite simplemente con la antena del portátil. Haga la prueba sintonizando algún canal, cuya frecuencia podrá hallar en la web de www.ea1uro.com, a la vez que comprueba qué satélites están activos De todas maneras, si la señal es algo floja, mejor decídase por comprar o construirse una antena adecuada a esta actividad.

Para empezar, la mejor es la conocida por "dipolos cruzados" o "antena de molinete". Se trata de dos dipolos, cortados a la frecuencia de 137 MHz y colocados formando ángulos rectos entre sí. Enfasándolos convenientemente la recepción será omnidireccional y de polarización horizontal. Si además se le añaden unos elementos reflectores, el resultado  es una maravillosa antena, capaz de recibir satélites polares. (Se llaman "polares" porque sus órbitas siempre pasan por los polos)

Los planos de construcción de esta antena los puede encontrar en la página web de EA3ATL, Eduardo Garcia-Luengo, http://www.mundofree.com/ea3atl/  uno de los mejores especialistas en satélites meteorológicos que conozco. Es muy recomendable que lea todo lo que Eduardo explica sobre este tema  pues, además de hacerlo de manera muy amena, la información que obtendrá es de primera clase.

LOS PROGRAMAS

Para recibir imágenes de los satélites meteorológicos de baja órbita (LEO) necesita básicamente dos programas informáticos, uno de seguimiento de satélites, que le informará en todo momento donde esta situado cada uno de ellos y cual será el próximo pase, así como de diversas efemérides relacionadas con su órbita. El otro es un programa capaz de decodificar las señales que envía el satélite y transformarlas en imágenes.

Existen muchos y muy variados programas capaces de realizar estas funciones. La mayoría son de uso gratuito o, al menos, lo son sus versiones de demostración. Si vista la página www.ea1uro.com  en su sección de programas podrá encontrar la descripción de los más populares, así como los enlaces donde podrá efectuar las oportunas descargas.

ELEMENTOS KEPLERIANOS

El satélite meteorológico más conocido es el METEOSAT, cuyas imágenes aparecen cada día en la sección de El Tiempo de los Telenoticias de todas las televisiones. Este satélite tiene una órbita geoestacionaria. Esto significa que, aparentemente, siempre está situado en el mismo punto del espacio, como si no se moviera del lugar. En realidad esto no ocurre así, lo que ocurre es que la órbita del satélite está situada a unos 36.000 km. de distancia sobre el ecuador, en la vertical del golfo de Guinea, y la velocidad a la que se desplaza es proporcional a la velocidad de giro de la Tierra.

¿Cómo es posible? Haga una prueba. Coja una manzana y extienda el brazo a la altura de su nariz y mírela fijamente. Ahora empiece a dar vueltas sobre sí mismo sin dejar de mirar la manzana. Verá que la longitud del círculo que describe su nariz es muy pequeña, sin embargo, la longitud del círculo que describe la manzana en el extremo de su brazo es mucho mayor. A pesar de ello, en todo momento ha tenido la impresión que la manzana permanecía quieta con relación a su nariz. Esto es lo que ocurre, de forma parecida en una  órbita geoestacionaria.

Sin embargo, la pléyade de satélites de baja órbita (LEO), se mueven de manera que nunca permanecen fijos sobre ningún punto de la tierra. Es más, sus órbitas están diseñadas para que, en 24 horas, puedan "barrer" toda la superficie terrestre, pasando siempre por ambos polos. Por esta razón es necesario disponer de un programa capaz de hacer los cálculos oportunos para indicarnos donde están en cada momento. 

Pero hay más inconvenientes. La masa de la Tierra ejerce una influencia considerable sobre estos pequeños objetos. Como vuelan muy bajos, entre 800 y 1200 km. de altura, la atmósfera también los frena. Esto, entre otras cosas, hace que su órbita sufra pequeñas variaciones y cambios. Como no disponen de la maquinaria necesaria para corregir su propio camino, hemos de compensar estas variaciones adaptándonos a ellos. Periódicamente, la NASA  publica el resultado de los cálculos efectuados para corregir los defectos orbitales. Estos datos se conocen con el nombre de "Elementos Keplerianos". Cada mes, aproximadamente, es preciso conectarse, por ejemplo, a www.amsat.org y "descargar" la actualización de estos datos para que el programa pueda corregir las posiciones de los satélites y recolocarlos en sus respectivas órbitas. La mayoría de los programas cuentan con las herramientas adecuadas y las instrucciones de cómo hacer esta "carga"

CONEXIONES

Bien. Ya tenemos el receptor capaz de escuchar señales en los alrededores de la frecuencia de 137 mhz. También hemos colocado la antena de dipolos cruzados en un lugar alto y despejado, comprobando que la señal recibida es fuerte y clara. El ordenador funciona perfectamente con estos programas. Ahora sólo queda interconectar ambas máquinas. Como solamente vamos a efectuar operaciones de recepción, bastará con instalar un cable provisto de un conector en cada extremo. Este elemento de unión ha de ir desde la salida del altavoz del equipo receptor hasta la entrada de línea de la tarjeta de sonido del ordenador. Es muy fácil, e incluso es posible que lo encuentre hecho en cualquier tienda de electrónica o grandes almacenes. La mayoría de equipos usan un conector de altavoz del tipo JACK de 2,5 mm ó 3,5 mm y las tarjetas de sonido un JACK estéreo de 3,5 mm. Si encuentra un cable de audio con los dos extremos provistos de conectores JACK de 3,5 mm., simplemente, adquiera un adaptador de jack adecuado a su equipo.

PRUEBAS

Para comprobar que todo el sistema funciona perfectamente, ponga en marcha el receptor, conecte los altavoces del ordenador y "clique" sobre el icono de la tarjeta de sonido, que seguramente hallará en la barra de herramientas. Cuando le aparezca la ventana de controles de la tarjeta de sonido, ponga los niveles de los potenciómetros virtuales a la mitad, comprobando especialmente que el correspondiente a "línea" está abierto. Ponga también el mando de "grabación" en la opción "línea".

En el equipo, abra al máximo el mando del silenciador (squelch), de manera que escuche el ruido de banda. Haga los ajustes oportunos, tal como recomienda el diseñador del programa que esté usando y, finalmente, compruebe cual es el satélite que se está acercando y fije en su receptor la frecuencia adecuada.

Ahora sólo le queda esperar. El programa de seguimiento le mostrará como va acercándose el "pájaro". Seguramente que el mismo programa dispondrá de algún tipo de alarma sonora que avisa cuando su zona está dentro del área de cobertura del satélite. Agudice el oído y pronto escuchará un sonido característico, como el "tic-tac" de un reloj. Entre el "tic" y el "tac" el satélite emite una línea de información. La imagen se va formando línea a línea. Las primeras veces deberá efectuar ajustes con el volumen del receptor, pues una señal excesiva o demasiado débil influye mucho en la calidad de la imagen recibida.

MISCELÁNEA

Cabe la posibilidad que, aún cuando el programa de seguimiento le indique que el satélite está sobre su cabeza, no oiga nada. No se extrañe. Estos aparatos también se averían. A veces, por necesidades técnicas, los controladores los desconectan durante un tiempo y, otras, por coincidencia de pases de varios satélites que usan la misma frecuencia, se interfieren mutuamente.

Algunos satélites emiten una imagen visible y otra en infrarrojo, pero otros sólo el formato  visible. Esto quiere decir que cuando hay poca luz solar, las imágenes aparecen menos claras y de noche no se ve nada.. Con el tiempo conocerá programas capaces de retocar estas fotografías para darle más contraste, colorearlas y darles relieve. De momento, experimente "a pelo" y, cuando tenga más experiencia, podrá disfrutar realzando las imágenes como un profesional.

También puede ocurrir que su zona parezca cubierta de tantas nubes que le sea imposible diferenciar los contornos de la tierra. No desespere, diariamente podrá recibir varios pases y diferentes satélites. Además, esto es un juego instructivo, técnico y científico pero totalmente amateur. Si no lo consigue hoy, mañana será otro día.

Dependiendo de altura que viaja el "pájaro" las imágenes se verán más cercanas o lejanas, más claras o más defectuosas, pero todas espectaculares. Imagínese que cuando llega a su casa, completamente mojado porqué le ha pillado una tormenta imprevista, y conecta su estación receptora, (con las debidas precauciones eléctricas), capta la imagen del satélite que muestra claramente la posición de las nubes en este momento. Mañana, cuando llegue a su lugar de trabajo y sus compañeros/as comenten el remojón, usted podrá mostrarles la fotografía del cumulonimbo (o como quiera que se llame el nubarrón), explicándoles los pormenores de la recepción. Seguro que a partir de entonces, sus compañeros/as le mirarán con renovado respeto.

AÚN HAY MÁS

Presiento el brillo de sus ojos, imaginándose a los mandos de su  receptor polar, pero tal vez aún no tenga suficiente. Los "hombres y mujeres del tiempo", cuando nos cuentan la previsión para las próximas horas o días, lo hacen ayudados por mapas. Uno de ellos es el que representa las líneas isobaras. Estas líneas son las que indican las diferencias de presión barométrica. Otras muestran la dirección de los vientos, las mareas, la situación de los frentes fríos o cálidos, etc. ¿Se imagina durante la hora del almuerzo, extendiendo una carta isobara ante los asombrados ojos de sus amigos, al mismo tiempo que les explica que la acaba de recibir directamente del centro emisor europeo. ¿Cómo puede hacerlo? Ahora mismo se lo explico

FAX-HF

Muy por encima, la cosa funciona así. El satélite geoestacionario METEOSAT, envía los datos que capta con sus sensores a un centro receptor. En este mismo lugar se reciben datos de diversas estaciones meteorológicas dispersas por todo el  mundo. Allí se computan todas las informaciones y se transcriben sobre un mapa. Toda esta información se digitaliza y se envía por radio de onda corta a los usuarios interesados.

De momento, esta información se emite en "abierto" y puede captarse con un simple receptor de onda corta, en varias bandas, por ejemplo. Empiece probando en 7878,11 mhz. en USB. En este caso no le hará falta el programa de seguimiento de satélites, porqué la estación terrestre de HF es fija, pero podrá usar el mismo que decodifica las señales de Fax de los satélites, variando los parámetros oportunos. Sólo tiene que sintonizar y conectar su receptor de bandas decamétricas, tal como ha hecho con el equipo de VHF para recibir los satélites polares y esperar el momento en que la central meteorológica emita el boletín. Esto ocurre generalmente por la mañana y por la noche. De todas maneras, muchos programas tienen la opción de recepción automática, gracias a las señales de sincronismo que emite la estación central.

La recepción terrestre es mucho más fácil que la "satelital" pues dura más tiempo y se repite a lo largo el día. La señal es fuerte pero, teniendo en cuenta que está trabajando en bandas de HF, la propagación puede ser inestable, sin embargo, el resultado es espectacular. Tengas por seguro que si algún amigo/a suyo está presente durante la recepción de las imágenes o los mapas, quedará realmente asombrado y sin palabras.  

AVISO

La recepción de estas imágenes debe hacerse desde la vertiente educativa y la instrucción personal. En ningún momento puede comerciar con ellas ni obtener ningún tipo de lucro. Jamás interfiera estas emisiones, pues se trata de algo muy serio, donde están involucrados gobiernos e instituciones internacionales.

CONCLUSIONES

Sentirse capaz de hacer cosas por sí mismo, sin depender de los hilos telefónicos, de internet ni de la televisión es muy gratificante. Recibir imágenes en directo desde un satélite meteorológico o mapas de Fax-HF, es incomparablemente mejor y  más divertido que ver la fotografía y los dibujos por televisión o internet. Es una diferencia parecida a lograr un contacto difícil por radio, con las dificultades propias de la propagación de las ondas hercianas o hacerlo a través de la Red, mediante esta cosa que llaman "repetidores por internet " Realmente, no hay color.

ANOTACIONES AL MARGEN

NOAA.- National Oceanic and Atmospheric Administrations.

EL NOTA

EL NOTA

Hay frases célebres que tienen la virtud de definir una realidad con gran precisión. Una de ellas es de Ambrose Bierce (1842-1914), escritor satírico y periodista estadounidense, nacido en Meigs County (Ohio) que dijo en cierta ocasión:

No hay nada nuevo bajo el sol,

pero cuantas cosas viejas hay que no conocemos

En la década de los años 60, cuando el franquismo había perdido buena parte de su virulencia y empezaba a adivinarse el principio del fin de la dictadura militar, algunas personas, aprovechando el interés de algunas autoridades para congraciarse con ciertos sectores de la opinión pública, pensaron que era el momento para iniciar actividades incómodas, pero de baja intensidad, para la dictadura fascista. Estas acciones poco o nada tenían que ver con los enfrentamientos y manifestaciones obreras de la época, porqué, sencillamente, provenían de las clases altas que, en algunos casos, habían propiciado con su connivencia aquella situación.

Parece que algo parecido, manteniendo las debidas distancias, está sucediendo en la Unión de Radioaficionados Españoles, URE y su entorno, RadioNews y el Grupo 2012.

Me llegan indicios de una presunta reunión entre la JDURE y los supuestos grupos opositores. Algo sucedió, pues a los pocos días llegan diversos mensajes de la Junta Directiva donde se informa a los socios de la reapertura del Foro General, y de una amnistía para los sancionados por el incumplimiento de las normas del foro de URE.   

Otra curiosidad es el comportamiento de algunos socios que antes aplaudían y glorificaban a esta misma Junta Directiva de URE que ahora critican e insultan. Uno de ellos, que se distingue por su mala educación y desagradable manera de expresarse, siempre rayando el insulto gratuito, cuando no insultando  directamente, anida en el foro de RadioNews.

Ahora, este sujeto busca el martirio, presentándose como una víctima más de la JDURE, por el simple hecho de haber sido apercibido por el contenido de un mensaje despreciativo hacia otro socio. ¡ Qué fácil ¡ El individuo va al foro de URE, escribe un mensaje lleno de desprecio hacia una persona que no piensa como él, y cuando lo avisan de su falta le da la culpa a los demás de su propia impostura.

En general, RadioNews está cumpliendo correctamente con su labor opositora, divulgando informaciones de presuntos casos de corrupción en el seno de URE, y sensibilizando a los socios sobre una situación que se ha vuelto insostenible pero, personajes como el descrito, que lamentablemente no es el único, tergiversan esta labor y la desfiguran.

La gran virtud de Internet es la posibilidad de que cualquier persona, independientemente de su calidad, pueda expresarse libremente, pero esa cualidad se corrompe cuando algunas personas se introducen en determinados ambientes con el único fin de maldecir, desestabilizar y hacerse notar.

Está claro que esta persona no tiene nada que hacer ni decir, y sus intervenciones no aportan nada que no sea la provocación y la chulería grotesca. Si su idea es presentarse como la mosca cojonera, se ha equivocado. Según me dicen, la mayoría está más que harta de sus salidas de tono.

No es ninguna mosca, simplemente un pobre infeliz. Nada más.  

EL MAESTRO Y LOS PEQUEÑOS SALTAMONTES

EL MAESTRO Y LOS PEQUEÑOS SALTAMONTES

El martes, 24 de noviembre de 2009, EA4ADT, EA4TX y EA4RE, entregaban en la sede social de URE en Madrid, los documentos pertinentes para llevar a cabo una moción de censura contra la actual Junta Directiva de la asociación.

El martes, 1 de diciembre de 2009, el Secretario General de URE, EA3BRA, la rebatía oficialmente aportando diez argumentos que reflejan los defectos encontrados en los documentos aportados por la oposición.

En una semana, los asiduos del el foro de RadioNews han pasado de la euforia a la consternación y la búsqueda de un culpable.

¿Tan difícil es redactar una moción de censura sin errores? ¿Estas personas, que ni tan sólo son capaces de escribir correctamente la fecha en el encabezado de la carta, son las que se postulan para sacarnos del atolladero en el que nos hemos metido todos los socios, por activa o por pasiva? Pues sí es así vamos mal, muy mal.

En lo sucesivo, si alguien quiere presentar una nueva moción de censura, lo primero y único que debe hacer es dirigirse al Maestro. La única persona que es capaz de hacerlo sin tropiezos, deslices ni errores porqué, precisamente es quien redactó el Estatuto y el Reglamento de Régimen Interno de la Unión de Radioaficionados Españoles, URE. Naturalmente, me estoy refiriendo a don Gonzalo Belay, EA1RF, también conocido por El Ratón Furioso.

En numerosas ocasiones he dejado claro que no le profeso mucha simpatía a este señor pero, si queremos que URE salga de la ciénaga en la que entre todos la hemos metido, no me cabe ninguna duda que sin el concurso de Gonzalo Belay, esto será muy difícil o, según quien lo haga, prácticamente imposible.

Diré más, aunque me duela. Si EA1RF no se pone al frente y dirige la renovación de URE, ésta fenecerá sin remedio. Hasta el presente no he conocido a otra persona que tenga el carácter suficiente para emprender una renovación de tal magnitud.

Ya sé que Gonzalo no es socio de URE, porqué lo echaron, aún no se bien por qué, pero también sé, o mejor dicho, supongo, que El Ratón Furioso tiene suficiente recursos para encontrar una solución a este inconveniente administrativo.   

Así, pues, todos los que quieran presentar una moción de censura contra la actual JDURE, por favor, visiten o pónganse en contacto con Gonzalo Belay, so pena que quieran hacer el ridículo como lo han hecho los que hasta el día de hoy han querido jugar a un juego para el que aún no están preparados.

Probablemente, cuando acabe de escribir este artículo, arrancaré el teclado del ordenador y le pegaré fuego en mitad de la plazoleta que hay cerca de mi domicilio, porqué después de lo que he escrito, todas y cada una de las teclas han quedado machacadas e inservibles.

Pero, todo sea por URE, esta URE que algunos imbéciles dicen que los catalanes no amamos.

¡Gonzalo, deja de reírte! A ver si te da algo y te mueres antes de arreglar este estropicio, y el seppuku que he cometido no sirva para nada.

LA PURGA

LA PURGA

En el foro de RadioNews, un sujeto anónimo apodado Chuck ya está confeccionando listas negras para purgar la URE Ya hay 19 nombres (indicativos) propuestos. (http://www.radionews.es/index.php/foro),  Lista "Negra" de enemigos

Tal vez el que ha iniciado este hilo, y los que más tarde le han secundado, no saben que existen precedentes históricos como la Operación Colibrí, más conocida como La Noche de los Cuchillos Largos, que los nazis alemanes llevaron a cabo entre los días 30 de junio y 2 de julio de 1934, asesinando selectivamente a los figurantes de una larga lista negra compuesta por más de  85 personas.

Las purgas políticas, como la que nos concierne, es un proceso mediante el cual se "apartan" del poder a los "indeseables". La cuestión es discernir quienes son y para quién estos supuestos indeseables.

Parece que este tal Chuck y los suyos y se imaginan tomando posesión de la poltrona aún caliente del presidente que esperan descabalgar. Según parece, han olvidado que primero deben ganar la Moción de Censura y, si sale bien,  más tarde deberán presentar una o diversas candidaturas y, por supuesto, gana las elecciones.

No sé quien o quienes se postularán para la próxima carrera electoral pero, por descontado que mi voto no irá a parar a gente como esta que, en vez de proponer un buen programa político basado en la unidad y el reconocimiento de la diferencia, prefieren apostar por la revancha. Aún no se ha celebrado ningún juicio y ya se preparan para linchar a sus enemigos, porque linchamiento es, precisamente, una ejecución sin proceso de un presunto sospechoso, por parte de una multitud enardecida y siempre teledirigida.

Como dice la sabiduría popular, parece que estamos a un paso de "salir del fuego para caer en las brasas"