DIEXISTAS DE "A PIE"
Este artículo se escribió el último mes del año 2004, ¡hace más de seis años!, y se publicó en algún número de la revista CQ Radio Amateur del año siguiente. Que yo sepa, no hay manera posible de conseguir ejemplares de aquella época, así que, para evitar que esta información se pierda irremediablemente, vuelvo publicarlo en mi blog para que sirva de ayuda a los nuevos (y antiguos) radioaficionados.
DIEXISTAS DE "A PIE"
Una de las actividades más emblemáticas de la radioafición es, sin duda, el diexismo. Alcanzar la máxima distancia posible enlazando con otra estación lejana, es una satisfacción parecida, supongo, a la del jugador de fútbol cuando marca un gol.
En realidad, una de las consecuencias directas de la investigación y experimentación tecnológica de la radioafición, es lograr comunicados lejanos con equipos y antenas de reducida potencia, comparándolos con las grandes instalaciones comerciales o militares. Sin embargo, mientras en las bandas de HF el DX es algo frecuente y está al alcance de la mayoría de los aficionados que dispongan de un transceptor de HF y un sencillo dipolo, parece como si en las bandas de V-UHF esta posibilidad estuviera fuera del alcance de la gran mayoría, que se autolimita a comunicados locales, de corta distancia y, cuando desean llegar un poco más lejos, no se les ocurre otra opción que la del repetidor urbano o interurbano.
EL MITO
Uno de los mitos más extendidos dice que, si se quiere practicar el diexismo en V-UHF, ha de poseerse un equipo con BLU (Banda Lateral Única <SSB>) y una instalación de grandes antenas directivas con polarización horizontal, con su motor rotación direccional y una torre en lo más alto del tejado. Evidentemente, una instalación de estas características no está al alcance de cualquier radioaficionado medio, que ha de resignarse a escuchar tonterías tales como que con un equipo de V-UHF en FM, no se puede practicar el diexismo. Esta aseveración es totalmente falsa y carente de todo fundamento, como se verá en las siguientes líneas.
Evidentemente, con un transceptor SSB, una antena direccional de 17 elementos, un cable coaxial de bajas pérdidas, un preamplificador de recepción de bajo nivel de ruido y un amplificador lineal de potencia de un kilovatio, se puede llegar bastante lejos pero, con un equipo de FM, una antena vertical colineal y un cable "normal" como el RG-213 ó RG-8U, también pueden conseguirse buenas distancias y disfrutar de un diexismo moderado pero muy gratificante.
PREPARÁNDOSE PARA SU PRIMER DX
Si su estación de radio es parecida a la que acabo de describir, no se complique más la vida, pues ya tiene suficiente. No gaste dinero en "previos" Los diexistas de FM no necesitan esta clase de accesorios, ni preamplificadores de antena o de micrófono. Es más, su uso puede ser contraproducente. Tampoco necesita un amplificador lineal de potencia. Los cincuenta vatios que suministran los equipos actuales en VHF o los 35 vatios en UHF, son más que suficientes para llegar muy lejos. Mucho más de lo que se imagina. En cambio, lo que sí necesita es prepararse usted mismo/a pues, en realidad, el DX se consigue gracias a la habilidad del operador, no por una excesiva potencia.
Sin embargo, debe mantener su estación en las mejores condiciones posibles. El cable coaxial no es eterno. Si han transcurrido más de cinco años desde que lo instaló, empieza a ser hora de cambiarlo.
Cuando lo haga recuerde todo lo que aprendió hace años, leyendo esta misma revista. De todas maneras, le voy a refrescar la memoria para ganar tiempo o, en el caso que empiece ahora en la radioafición, lo haga conociendo las cosas más elementales de la afición.
EL CABLE COAXIAL
Es el encargado de transportar la energía de radiofrecuencia que genera su transceptor, hasta la antena y conducir las ondas que capta ésta, hasta el receptor. Para ponerle un ejemplo, imagine que el cable coaxial es la "carretera" que conduce las ondas. Si está en mal estado, llena de baches, grietas y curvas cerradas, lo más probable es que su vehículo acabe sufriendo alguna avería e incluso un accidente que le impida llegar a su destino. Algo parecido ocurre con el cable coaxial. Si es de mala calidad o está en mal estado, las pérdidas de energía pueden llegar a ser tan importantes que no lleguen a la antena o al receptor.
Compre un cable coaxial de buena calidad. El dinero que había ahorrado para comprarse un amplificador lineal de potencia o una antena vertical "con muchos debés de ganancia" inviértalo en la adquisición de un buen cable coaxial. El mejor que su economía le permita. Luego, instálelo bien. De la misma manera que busca una mesa, una lámpara y un sillón cómodos para instalarse frente a su equipo de radio, y le saca, personalmente, el polvo casi a diario, mime de la misma forma su cable coaxial. Procure que las curvas sean amplias y que el cable no esté retorcido
No deje que el cable coaxial baje en "caída libre" desde la azotea hasta su piso. Si ha tenido que cargarlo, se habrá dado cuenta que pesa bastante, pues imagínese todo este peso colgado de una brida allá en lo alto del edificio, sin ningún otro soporte. ¿Cuánto aguantaría usted colgado de esta manera? Pues el cable coaxial también sufre. Cuando está mal instalado, su propio peso hace que se estire. Si se estira, adelgaza y, por lo tanto, varia la impedancia, apareciendo misteriosas ondas estacionarias que nadie sabe explicar. Si lo curva demasiado, se aplasta y, de nuevo, aparecen lecturas de ROE "inexplicables"
Puede usar curvas de tubo de PVC de fontanería para guiar las curvas de su coaxial. Instale un cable de acero como guía y soporte en la bajada hasta su domicilio, atando convenientemente el cable cada metro, sin estrangularlo. Si lo hace bien, verá que estaciones que antes ni siquiera oía, ahora llegan nítidas a su receptor. De la misma manera, sus compañeros/as de radio quedaran asombrados/as cuando vean la potencia de su señal.
LA ANTENA
Si alguien le ha dicho que la mejor antena para el diexismo en V-UHF es la de polarización horizontal, no le ha mentido, pero, nadie puede afirmar que una antena vertical no sirva para realizar buenos contactos lejanos. Si embargo, su antena también ha de estar bien preparada. Cada antena tiene unas características determinadas que no conviene sobrepasar. Me refiero, sobre todo, a los excesos de potencia. Habitualmente, una de las cosas que diferencia una antena de buena calidad de otra parecida pero más barata, es la capacidad de radiar más o menos potencia. En función de los elementos conductores que las componen. Si en su momento prefirió comprar (o construirse) una antena sencilla, que sólo debía aguantar 100 vatios y, experimentando, le suministro el doble durante demasiado tiempo, lo más probable es que esté averiada o a punto de estarlo. Tal vez aún la pueda recuperar, desmontándola y limpiando sus contactos y partes deterioradas. Una manera sencilla de comprobar el estado de su antena es intercalando un medidor de ROE entre la base de su antena y el cable coaxial. La lectura resultante será, verdaderamente, la de su antena, no como ocurre frecuentemente, cuando instalamos medidor de roe "abajo", al lado del equipo. Si su antena le da problemas, lo mejor es que la cambie por otra nueva. Tiene dos opciones, o bien se compra una comercial, de buena calidad y precio elevado, o bien se construye usted mismo/a otra, que probablemente, le dará tanto o mejor resultado que la de la tienda. Recuerde que las antenas no se "autoconstruyen" Personalmente, le aconsejo esta última opción. Todo radioaficionado/a que se precie, debería construir, al menos, una antena en su vida. Si lo hace una vez, ya no podrá dejar de hacerlo nunca más. Construirse antenas uno/a mismo/a, "engancha". Lo que se aprende en un proyecto constructivo de antena le servirá de mucho en el futuro, y no lo olvidará nunca más.
EL EQUIPO
Si ya ha pasado alguna semanas preparando convenientemente la instalación exterior, ahora le toca el turno a la parte interior. No importa que su equipo tenga algunos años de antigüedad. Es "su" equipo y nadie mejor que usted lo conoce y sabe sacarle el mejor rendimiento. Sin embargo, hemos de repasarlo un poco. No se preocupe, no voy a decirle que lo abra. A no ser que sea usted un/a técnico/a especialista en electrónica, es mejor que no quite la tapa. Pero puede hacer otras cosas muy simples, pero que, todas juntas, recuperaran su viejo transceptor.
¿Fuma? Mal asunto. El tabaco perjudica seriamente la salud de usted y la de las personas próximas y, también "tapona" el micrófono. Obsérvelo por la parte de atrás. Mire que tipo de tornillos leva y busque el destornillador adecuado. Provéase de una cajita, por ejemplo, la tapa de una caja de zapatos. Ésta será su "mini banco de trabajo". Ponga dentro de ella el micrófono y los tornillos que vaya sacando, así no se le caerán de la mesa ni los perderá. Vaya despacio, sin prisas. Fíjese como está montado internamente y, si hace falta, dibuje un esquema, para que no se le olvide. Retire la cápsula microfónica y verá con horror como está de impregnada de nicotina. Si está sucia y maloliente, imagínese sus pulmones... Límpiela con un palito de algodón y unas gotas de algún producto de limpieza. Tal vez le sirva unas gotas de alcohol. Si no fuera suficiente, substitúyala por una nueva. No es difícil. Compruebe los contactos del botón de conmutación, eso que los cebeistas y algunos malos radioaficionados llaman "Maic", sin saber porqué.
Repase ahora el cable y la clavija de conexión al equipo. Fíjese si está retorcido o roto. Averigüe si algún cablecillo o soldadura están defectuosos o dañados. Repárelo. Siempre debería tener un micrófono de recambio. Son muy fáciles de construir. Puede hacerse incluso con los interruptores que llevan algunas lámparas intercalados en el cable eléctrico. Es barato y muy eficaz.
EL OPERADOR
También hemos de reciclar al operador para que, cuando llegue el momento, sepa responder adecuadamente a los requerimientos del Diexismo en FM. Si usted quiere, de verdad, dedicarse Al DX de una manera seria, debe olvidarse de los malos hábitos operativos que imperan en los comunicados locales y, por supuesto, prometerse a sí mismo/a que jamás volverá a "pisar" un repetidor.
Lo primero que debe hacer es averiguar su QTH Locator. Existen multitud de programas para radio que llevan incorporada esta utilidad. Si desea uno que lo haga en exclusiva, puede descargarlo, por ejemplo, desde esta página: http://www.klaus.fengers.de/qth.html Saber su QTH Locator le ayudará a conocer con exactitud la distancia entre usted y la estación con la cual realiza el contacto. Si usted vive en una "cuadrícula" con poca actividad de radio, probablemente correrá la voz y, sin darse apenas cuenta, tendrá un montón de radioaficionados llamándole.
Antes de que esto ocurra, debe prepararse para hacer frente a su "pile-up" Tenga a mano papel y lápiz o, mucho mejor, un programa informático como el que se usa en los concursos, para que pueda introducir los datos de cada contacto. Si quiere disponer de uno de los mejores, le recomiendo Radioges, escrito por EA4YG, que puede encontrarlo en www.radioges.com
Provéase de unos buenos auriculares, mejor si disponen de un sistema de cancelación de ruido externo. Para practicar el diexismo, debe "educar" sus orejas, de manera que sepan distinguir las palabras en medio del ruido de la banda.
Ahora debe hacer dos cosas que, tal vez, no hay hecho nunca. La primera es coger el Plan de Banda de VHF y buscar cuales son los canales simples y/o de llamada en FM. Algunos radioaficionados "efemeros" no tienen ni idea que exista tal plan, ni les importa. Visite la página de la Unión de Radioaficionados Españoles, URE (www.ure.es) y lo encontrará fácilmente. No es otra cosa que la distribución de las frecuencias según los modos de utilización.
La segunda cosa es aún más importante para conseguir un buen DX. Localice en el frontal de su transceptor un botón rotulado con la palabra "squelch". Si es de los que giran a derecha e izquierda, gírelo sin miedo hacia la parte izquierda. Pero hágalo con el volumen del altavoz reducido a un nivel aceptable para sus oídos. Escuchará un ruido como si tuviera una sartén friendo aceite; esto es el "ruido de banda" El buen diexista nunca lleva el "squelch" (silenciador) cerrado, pues, aunque le parezca extraño, entre este ruido llegará a ser capaz de escuchar voces y conseguir contactos que antes eran impensables. Si su equipo lleva el mando del silenciador en forma de sub-menú, desactívelo o póngalo a cero. Si un mando tan importante como el squelch-silenciador va oculto en una función secundaria, ya puede hacerse una idea de cómo tiene catalogados los fabricantes a los usuarios de estos pequeños equipos portátiles que algunos llaman alegremente "gualquitalqui" o, pero aún, "guarqui" o "tarqui", sin saber, tampoco, porqué.
CQ, CQ, CQ, de...
Bien, ya casi está a punto de lanzarse al vacío sin red. Va ha hacer ahora algo que muy pocas veces se oye en VHF-FM. Carraspee un poco. Tómese un sorbo de agua. Aclare la voz y, cogiendo el micrófono con la mano que no usa para escribir, diga claramente y despacio, las palabras mágicas que todo buen radioaficionado no debe olvidar nunca: "CQ. CQ, CQ, de ... No espere una respuesta rápida a su primera llamada. Al vez nadie le conteste durante las primeras cien (o mil) primeras llamadas. Hasta puede ocurrir que algún "usuario" se extrañe y le de una reprimenda por usar palabras secretas. No se asombre, hay quien, teniendo licencia desde hace años, jamás ha llamado CQ. Ni caso. Siga con sus llamadas. Explíquelo a sus amigos. Propague el rumor que está intentando hacer diexismo en FM. Verá que dentro de poco tiempo empezará a recibir contestaciones desde zonas cada vez más lejanas. Usted se habrá convertido en un pionero. La gente acudirá a usted para que le cuente como ha logrado hablar con una estación situada a más de cincuenta o cien kilómetros sin usar el repetidor local. Muestre con orgullo las tarjetas QSL recibidas y enseñe la suya, preparada para enviarla a su último contacto DX que acaba de realizar ante los asombrado ojos y oídos de sus compañeros de radio que ignoraban que con un equipo de VHF-FM podía hacerse tales cosas y llegar tan lejos. Pronto le llamarán de un radioclub para que de una conferencia sobre diexismo urbano. Tal vez aparezca algún periodista despistado que escuchándolo descubra la radioafición y escriba el reportaje de su vida.
Saque provecho de su equipo de VHF que tanto dinero le costó y que hasta ahora lo había estado infrautilizado. Conviértase en un radioaficionado de verdad. Construya antenas y practique el DX. Haga escuela. Ríase de las tonterías del echolink y de los repetidores de VHF, que no sirven para nada. ¡Viva usted la radioafición!
Buena suerte y buenos DX.
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titi -