Blogia
EL RADIOAFICIONADO PATITIESO

EL RADIOFRIKI

EL RADIOFRIKI

Toda persona debe, o debería, tener una escala de valores. Los valores son aquellas cosas que nos importan y, lógicamente, algunas cosas nos importan más que otras.  

La radioafición puede convertirse en una actividad lúdica absorbente, pero un buen radioaficionado es consciente del lugar que ocupa. Los radioaficionados no somos diferentes al resto de la sociedad, así que lo más normal es que la mayoría tengamos una escala de valores similar. La familia ocupa casi siempre el primer escalón, seguida del trabajo y/o los estudios, según los casos. A continuación le siguen otros valores no tan decisivos pero no menos importantes, pero estos ya atienden a cuestiones personales, culturales o educativas. Pero, lo que nunca debe hacerse es que la radioafición, o cualquier otra afición, ocupe el primer lugar, ni siquiera por un momento.  

Esto viene a cuento de algo que he leído en el cuaderno de bitácora de un radioaficionado que cuenta “historias de radioafición” y explica que fue a visitar a un familiar ingresado en un hospital y aprovechó para realizar múltiples contactos DX en un NET de USA, además pasar un buen rato hablando de sus cosas a través de un repetidor de VHF 

Cada uno es dueño de hacer lo que mejor le parezca con su tiempo pero, desde luego, no parece muy formal visitar a un enfermo y pasarse todo el tiempo hablado por radio.  

Sólo falta que algún aparato médico se haya averiado, casualmente, en aquel preciso momento y alguien haya visto a este radioaficionado dando vueltas con su vehículo por los alrededores del hospital mientras habla por radio.  

Es carnaval. Algunos se disfrazan de corderos, otros de lobos, pero este parece que todo el año va disfrazado de radiofriki. ¿O no es un disfraz?

1 comentario

Miguel Angel -

estoy de acuerdo es la pura verdad