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EL RADIOAFICIONADO PATITIESO

ORDENANZAS Y RADIOAFICIONADOS

ORDENANZAS Y RADIOAFICIONADOS

Un tema recurrente en el foro de URE son las quejas de quienes sienten vulnerados sus derechos como radioaficionados cuando el ayuntamiento del lugar donde viven promulga una ordenanza municipal que, de alguna manera, pone impedimentos a la instalación de una antena. Cuando esto sucede, se pueden hacer varias cosas, sin necesidad de lamentarse en el foro de URE y exigiendo que la asociación intervenga en su nombre.  

Todos los ayuntamientos disponen de canales de comunicación oficiales entre el ciudadano y la administración. Si un ciudadano está descontento con alguna actuación municipal lo que debe hacer es expresarlo de manera fehaciente y correcta, para ello debe formular su queja mediante una instancia que deberá entrar por el registro municipal. La mayoría de ayuntamientos contestan las instancias en un plazo más o menos breve, argumentado su actuación.  

Debe ponerse mucha atención con lo que se escribe en la instancia pues si no se expresa con claridad, tal vez la respuesta tampoco sea clara. Las instancias suelen contestarlas los técnicos municipales que no son tontos sino personas con estudios y amplia experiencia en su especialidad. Tal vez no sepan de radioafición, pero seguro que saben muchísimo en la especialidad de su departamento.  

Si la respuesta formal a la instancia no satisface las aspiraciones del radioaficionado, aún le quedan varios recursos. El primero es solicitar una entrevista personal con el técnico para ampliar las explicaciones y argumentos a fin de tratar de convencerlo sobre la necesidad de estudiar el problema desde otro ángulo. Jamás cometa el error de amenazar al funcionario o intentar sobornarlo. Esto le puede costar la cárcel. Tampoco lloriquee ni grite ni avasalle. Nunca ponga al técnico en su contra.  

Es probable que el técnico haya desarrollado la normativa municipal por indicación directa del político y no esté en su mano cambiarla o modificarla. Si es así, entonces le queda la opción de pedir una entrevista con el concejal o el alcalde, según sea su accesibilidad, que depende entre otras cosas del tamaño del pueblo o ciudad.  

Nuevamente exponga sus argumentos. Procure ser claro. Vaya preparado y aporte documentación relativa a su caso. Si tiene datos de otros municipios cercanos que sean más favorables, hágaselo saber.  

Por supuesto, si en su ciudad existe una asociación de radioaficionados, procure unirse a ellos y a hagan la demanda conjunta. Políticamente está más justificado un cambio o matización de normativa si es consecuencia de una petición colectiva. En todos los ayuntamientos existen varios grupos políticos, algunos de los cuales están en la oposición. Hable con los representantes de cada uno de ellos y explíqueles lo que ocurre. Ellos podrán ejercer más presión.      

Recuerde que cada cuatro años tiene la opción de escoger a sus representantes. Aproveche el periodo previo a las elecciones para formular sus deseos a los políticos que compiten en la carrera electoral. En este tiempo es cuando se muestran más receptivos.  

Tal vez nada de estas accione obtengan un buen resultado final. No se ofusque. Si es usted un buen radioaficionado seguro que tendrá los recursos y conocimientos necesarios para instalar una antena discreta. Que será aceptada sin muchas discusiones por sus vecinos y administración pública. Para disfrutar de la radioafición no es imprescindible una gran antena. Una instalación enorme con grandes antenas encima de una altísima torre seguramente alimentará su ego, pero no le ayudará a ser mejor radioaficionado. Dormirá más tranquilo con una antena discreta encima del tejado que con una instalación desproporcionada a sus aspiraciones y limitaciones.  

Las comunicaciones entre radioaficionados se distinguen del resto por las dificultades propias de la propagación de las ondas por la atmósfera y el uso de unos equipos, antenas y potencias limitadas. Si esto no le satisface, mejor váyase a Internet.  

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