UN NUEVO ATAQUE A LA RADIOAFICIÓN
Un nuevo embuste acaba de nacer: la del radioaficionado bromista que está a punto de provocar una guerra entre la poderosa Armada de los EE.UU. y unas barquichuelas iraníes. Una supuesta transmisión por radio, emitida por un supuesto Filipino Monkey, al que, sin ninguna prueba ni evidencia se le presenta como un radioaficionado, parece que fue suficiente para sembrar una supuesta alarma militar.
Los oficiales de la Marina de los EE.UU. son incapaces de determinar de donde proviene la transmisión ni quien la hace. La comandante y portavoz de la Quinta Flota de los EE.UU. no tiene ni idea de que tipo de transmisión se trata. El Oficial Jefe de Operaciones Navales, admite que es muy difícil distinguir quine habla por radio y, sin embargo, los periodistas, o lo que sean, de la publicación Navy Times del grupo Military Times, próximo al ejército de los EE.UU., no tiene reparos en afirmar que se trata de un radioaficionado.
¿Es creíble que la flota más poderosa del mundo puede ser interferida en sus comunicaciones por un radioaficionado? ¿De qué lo sirve toda su poderosa tecnología y sus sofisticadas telecomunicaciones por satélite, digitales, codificadas y supersecretas?
Es evidente que se trata de un nuevo ataque a la radioafición. Por alguna razón ignorada, que bien pudiera ser económico-militar, los radioaficionados molestamos. Mientras tanto, las asociaciones nacionales de todos los países del mundo, incluso la poderosa ARRL, callan. ¿Por qué?
Noticia aparecida en www.elpais.com
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