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EL RADIOAFICIONADO PATITIESO

BIBLIOTECA

EN-RED-ANDO LA RADIOAFICIÓN

EN-RED-ANDO LA RADIOAFICIÓN

Este artículo termino de escribirse en enero de 2006. No recuerdo en que revista se publicó, tal vez fuera en CQ Radio Amateur o en Radioaficionados URE. Tampoco me importa mucho porqué ninguna de las dos volverán a publicar otro artículo mío mientras no cambien sus respectivas situaciones.

enREDando la Radioafición

¿Qué es internet para la radioafición? Parece que no está muy claro. Para algunos es "una modalidad más", comparándolo, por ejemplo, con SSTV o RTTY, mientras que para otros es, simplemente, una herramienta. ¿Debemos temer internet, o por el contrario reírnos tranquilamente cuando se dice que ha enterrado la radioafición? En cualquier caso, internet está ahí y no podemos ignorarlo, aunque tampoco nos debe quitar el sueño. Internet se ha trivializado en la misma medida que la sociedad que lo ha creado.

NOTICIAS DE PRENSA

El 27 de noviembre de 1996, se publicó una escueta noticia en el periódico AVUI en la que un periodista de la Agencia de noticias EFE preguntaba a uno de los coordinadores del Congreso de URE, señor Jesús Medina Botas si la implantación de la red de Internet podría ser un obstáculo para la radioafición. Su respuesta fue que, efectivamente Internet y la telefonía móvil significaban un "duro golpe" para el sector. Sin embargo, unos meses antes, el 31 de diciembre de 1995  en la Unió de Radioaficionats de Barcelona, URB abría una página en internet donde proporcionaban información sobre materiales y cursos, según informaba El Periódico de Catalunya. Diez años más tarde, echando una mirada superficial sobre la radioafición actual, parece que se ha cumplido aquella profecía del señor Medina; internet se ha llevado a muchos radioaficionados pero, ¿podemos afirmarlo con certeza? No estoy seguro de ello porqué sería necesario matizar qué tipo de radioaficionados son los que han desertado de las filas de la radioafición para incorporarse al numeroso ejército internauta. Pienso, además, que sería un grave error presentarlo de esta manera, y más aún propagarlo tal como se viene haciendo en los últimos tiempos de manera irresponsable.

¿RADIOAFICIONADOS O CHATEADORES?

No voy a negar ahora que algunas personas que pensaban que eran "radioaficionados" por el simple hecho de disponer de un transceptor y una antena, con la ayuda de los cuales se dedicaban a charlar con sus amigos de cualquier tema (fútbol, política, trivialidades sociales, etc.), cambiaran la radioafición por los "chats", Messenger o SMS. Tuvimos suerte que así fuera porque, en realidad, este grupo de personas eran de la misma tipología de las que se creían cineastas, armadas con una cámara de Super-8, hasta que llegó el video doméstico, con el que se convirtieron en unos virtuosos de la filmación familiar dominguera grabando sin cesar las evoluciones de sus "polluelos" las mañanas del domingo, para luego visionar su obra durante las tediosas tardes domingueras. Los mismos que almacenaban cientos de cintas de video de películas grabadas de la televisión, con el dedo preparado encima del mando a distancia para parar la cinta cuando salían los anuncios. O los que cuando la eclosión de los teléfonos portátiles (no móviles pues no tienen piernas ni ruedas), llamaban a sus amigos desde su automóvil para comentarles que estaban parados en medio de un atasco. Los mismo que hace poco tiempo ejercían de reporteros utilitarios con su flamante cámara digital y, más recientemente, importunando con la cámara de su teléfono portátil grabando escenas de dudosa y bajísima calidad. 

Estas personas fueron y son consumidores compulsivos de tecnología casera. No saben, no entienden y carecen de la más mínima curiosidad para comprender el funcionamiento básico de aquello que están usando. Sólo les importa que los demás sepan que tiene el suficiente poder económico para disfrutar de unos aparatos que olvidarán en cualquier rincón de su casa el mismo día que aparezca en el mercado una nueva novedad japonesa fabricada en un país subdesarrollado. A personas así, la radioafición les parece una cosa anticuada y carente de sentido. Nunca entendieron que un radioaficionado  pase una noche en blanco intentando conectar con otro compañero al que no conoce, en unas condiciones de dificultad extrema, con un equipo tecnológicamente anticuado, una enorme antena y un lenguaje de "pitos", cuando el contacto puede realizarse en unos pocos segundos mediante una conexión por internet o un teléfono portátil barato, comprado en un supermercado.

Son incapaces de comprenderlo y nosotros, los radioaficionados,  somos incapaces de explicarlo. Vivimos en mundos distintos, pero aún quedan algunas personas que, como almas perdidas, intentan equiparar de alguna manera, el arte (porque la radioafición es un arte), con la herramienta internet. Se trata de pequeños grupos entestados en construir "pasarelas de voz", frase eufemística que pretende ocultar la realidad, es decir, la substitución de la propagación de las ondas hercianas por la transmisión telefónica por cable. ¿Acaso el nexo de unión entre dos pintores es el pincel? Evidentemente, el pincel es la herramienta con la cual el artista plasma su arte en el lienzo pero, el pincel en si mismo, no es arte. Lo mismo ocurre con el uso de la herramienta de internet cuando se usa para conectar estaciones de radioaficionados. Los radioaficionados establecen contacto mediante las ondas hercianas que se propagan por el  espacio libre, de antena a antena. Usar una línea telefónica para conectar estaciones de radio es una aberración propia de quienes no han sido capaces de entender la filosofía de la radioafición. El fin de la radioafición actual no es sólo la comunicación, sino la experimentación que conlleva la técnica y la ciencia. Si lo que se pretende es simple y únicamente comunicarse con otros semejantes, ya tenemos el teléfono, la Banda Ciudadana, los transceptores PMR-LPD y, por supuesto, algunos programas informáticos del tipo Messenger. La última estupidez desarrollada en diversos foros de radioaficionados es admitir que las conexiones inalámbricas entre ordenadores y routers telefónicos (wifi) es radioafición. Protágoras estaría contento, su teoría relativista ha calado hondamente entre los radioaficionados. 

¿INTERNET? ¡SÍ, GRACIAS!

Entonces, ¿los radioaficionados debemos renunciar a Internet? ¡NO! Por supuesto que no. Internet es de gran utilidad si se sabe como usarlo. Internet es una herramienta y, como cualquier instrumento, puede ser tan útil como peligroso, según el conocimiento, el uso y la actitud de cada usuario.  

Internet es una herramienta compleja, con diversas opciones, accesorios y motores. Uno de los más conocidos es el motor de búsqueda Google pero, como todas las herramientas, su eficacia dependerá de la destreza del usuario. Si es usted un radioaficionado/a moderno, probablemente ya dispondrá de un ordenador personal conectado a internet. Cuando tenga la necesidad de buscar información sobre algún tema de radioafición, se abren dos posibilidades ante usted. La primera y la más recomendable es acudir a la biblioteca que ha ido formando a lo largo de los años y consultar alguno de los libros clásicos de la radioafición. Si mantiene su biblioteca actualizada mediante la compra regular de libros y revistas, toda la información que necesita la encontrará allí, entre las páginas de alguna de estas publicaciones y, además, debidamente contrastada y, sobre todo, filtrada. La segunda posibilidad es conectarse a internet y mediante los programas de búsqueda que ofrecen Google, Yahoo, Terra, etc., escribiendo la palabra clave en el campo oportuno de la página en cuestión, el programa iniciará una rapidísima investigación y, en cuestión de segundos, le mostrará varias decenas de miles de lugares donde aparece la palabra buscada. A partir de aquí dependerá de su criterio,  esto es, de la información que previamente tenga sobre el asunto, de sus conocimientos, de su intuición, de su experiencia y, sobre todo, de su paciencia para hallar el sitio de internet más idóneo para hallar la respuesta que precisa. Recuerde que en internet nadie le garantiza que lo que está leyendo es información veraz y/o legal. La ignorancia de la ley no le exime de su cumplimiento. Si los datos que extraiga de internet le conducen a un error, le será muy difícil que alguien asuma la responsabilidad. En cualquier caso, usted es el único responsable del uso que haga de la información hallada. Tenga cuidado y actualice previamente su programa antivirus y el detector anti-espías. Sea muy precavido pues algunas páginas le pueden redirigir hacia lugares no deseados. Cuando realice las búsquedas use las palabra precisas para poner en marcha el motor pues, si da lugar a diversas interpretaciones, puede encontrarse viendo imágenes sobre temas demasiado delicados.

PIRATEANDO

Algunos programas relacionados con la práctica de la radioafición son gratuitos, pero otros son de pago. Si usted no está dispuesto a pagar el trabajo de las personas que han invertido una parte considerable de su tiempo en programar una aplicación, y quiere arriesgarse pirateándolo de forma ilegal, debe saber que corre el peligro de dañar su ordenador pues se necesita una clave de acceso que algunos adulteran mediante lo que se conoce como "crack". El "crack" a veces es simplemente una contraseña de números y letras, pero otras es un pequeño programa que deberá descargar en su ordenador. No se fíe, el presunto "crack" muy bien puede ser un virus que borre el disco duro de su ordenador perdiendo toda la información que tiene almacenada en él. Lo correcto es comprar el programa con las múltiples ventajas que ofrece; actualizaciones, mayores prestaciones, ayudas y, sobre todo, incentivando al autor para que siga programando más y mejores programas informáticos para nuestra afición.

PRECAUCIÓN

¿No es de los que se asusta fácilmente? Bien, en la Red también puede encontrar cosas muy interesantes relacionadas con la radioafición, sin embargo, igual que en la vida real, uno/a siempre ha de preferir pasear por lugares bien iluminados y seguros. Desconfíe sistemáticamente de todo lo que se le ofrezca "gratis" o demasiado barato. Nadie da euros a 90 céntimos. No todas las asociaciones de radioaficionados, aunque sean reconocidas oficialmente, dan información veraz y de calidad. Sea precavido. Algunos aprendices informáticos, que se autoproclaman pomposamente "webmaster" son unos especialistas en engendrar páginas pesadísimas que cuesta un montón de tiempo descargarlas. Otros se empeñan en instalar JAVA sin saber que desde muchas universidades y/o bibliotecas no se permite este tipo de programación, lo que hace que la información sea inalcanzable.

LOS FOROS

No se crea que el foro lo inventaron los internautas. El foro se lo debemos a los romanos. Era la plaza del mercado en las antiguas ciudades romanas donde se celebraban las asambleas políticas y los juicios. Actualmente existen cientos de miles de foros de todo tipo, temática y nivel. Los radioaficionados también tenemos nuestros foros.

Los foros de radioaficionados deberían ser un lugar de encuentro donde discutir y deliberar cuestiones que, por su contenido, no pueden, o no es conveniente, resolverlas por radio. A la inversa de lo que suele ocurrir en otro tipo de temáticas, en radioafición suele alcanzarse un nivel a partir del cual empieza a degradarse. Esto ocurre porqué los radioaficionados, a diferencia de otras aficiones, carecen, en su mayoría, de unos niveles adecuados de conocimientos de su propia afición. La confusión, intencionada o no, en la que se ha mantenido sumergida la radioafición durante décadas, ha propiciado que un importantísimo porcentaje de radioaficionados hayan abrazado, sin saberlo, la doctrina relativista (que no tiene nada que ver con la Teoría de la Relatividad de Einstein) Sólo hace falta visitar alguno de los foros más importantes del panorama español para darse cuenta de ello. Uno de los más activos y serios, el de la Unión de Radioaficionados Españoles, U.R.E. es una buena muestra de ello. En la mente de muchos contertulios, se ha aposentado la idea de que "todo vale", "todo es radioafición", "todos son radioaficionados" y, en consecuencia, "que cada uno haga lo que le dé la gana". Con una mentalidad así, es muy difícil que la radioafición española se ponga a la altura de los países más avanzados. Si no somos capaces de definir nuestra propia afición, delimitándola para que no existan dudas sobre su función y estructura, mal podremos explicarla a las personas que estuvieran interesadas en ella. Si no somos capaces de respetar nuestra afición y respetarnos a nosotros mismos, ¿cómo podemos exigir el respeto de la sociedad? Sumidos en una rara perplejidad, los directivos de las diversas asociaciones son incapaces de ejercer su papel socializador y, por lo tanto, los radioaficionados se están instalando en una grave anomia que no tardará mucho tiempo en perjudicarnos de manera irreversible.

ORTO... ¿QUÉ?

Lo más interesante de estos foros, a veces no es lo que se dice, sino como se dice.  Se han convertido en una verdadera radiografía de la radioafición española y, un reflejo de la sociedad que estamos creando para nuestros descendientes. ¿Alguien se extraña que en el siglo XXI aún existan guerras, terrorismo y violaciones de todo tipo? Pues no debería. Entre otras razones, esto ocurre porqué no nos entendemos. ¿Cómo vamos a entendernos si la mayoría no sabe expresarse ni escribir correctamente? ¿Quién nos ha amueblado el cerebro de manera tan pobremente anárquica que somos incapaces de exponer nuestras ideas con claridad? ¡Algunos incluso defienden su derecho a cometer faltas de ortografía! ¿Eso es un derecho? ¿Cómo es posible que persista tamaña insensatez? ¿Qué pensarán de nosotros quienes visiten alguna vez uno de estos foros en busca de información? Sin lugar a dudas, el nivel de la radioafición española es penoso, salvo contadísimas excepciones.

Si tiene alguna duda técnica, no se le ocurra preguntar en uno de estos foros. Todos se creen con derecho a opinar. Lo más probable es que saldrá más confundido que cuando entró. La mayoría de los presuntos "técnicos" le remitirán a páginas que han hallado con la ayuda del Google, mientras que otros se atreverán a dictaminar sin ningún conocimiento de causa, sin haberse leído un libro ni por equivocación. De nuevo le advierto que sea muy precavido. Si tiene alguna duda técnica, acuda a los libros y no se deje "aconsejar" por tanto doctorado en gramática parda.

LUGARES SERIOS.

Si necesita saber algo sobre legislación de radioaficionados, lo mejor es acudir a la fuente: http://www2.mityc.es/Telecomunicaciones/ Si lo que busca es información interesante y diversa sobre radiocomunicaciones, visite el sitio de REMER en: http://www.proteccioncivil.org/index0.htm y no deje de leer detenidamente su documento estrella, el Vademécum Remer. Este espléndido manual es de lo mejor que puede encontrar en la Red sobre radioafición. Lástima que no lo vendan en forma de libro. Sólo los socios pueden obtenerlo de esta manera. De verdad, vale la pena leerlo. También es un lugar digno de visitar la página de la Unión de Radioaficionados Españoles, U.R.E. www.ure.es  Si domina algo el idioma inglés, pásese por el sitio oficial de la IARU International Amateur Radio Unión y, por supuesto, si busca calidad, no deje de ir hasta la conocida ARRL, aunque en algunos apartados, si no es socio, no podrá acceder a ellos. Esto es un aviso para navegantes; la calidad tiene un precio y quién la quiera tendrá que pagar. La utopía de que en la red todo es gratis, está llegando a su final. Por último, dos lugares muy interesantes para acabar su viaje de iniciación internaútica, esta vez en castellano. LU6ETJ nos ofrece algunos regalos verdaderamente interesantes en forma de artículos técnicos de gran calidad. Por su parte, Eduardo, EA3ATL nos enseña como experimentar con satélites desde su lugar en:  http://www.mundofree.com/ea3atl/inicio.htm .

Existen otras muchas páginas atractivas que podrá encontrar usted mismo/a navegando prudentemente por la Red. Algunas han merecido nuestra atención pero, por diversos motivos han sido descartadas, aunque no se les presupone una buena calidad. Una de ellas es el sitio de la Unió de Radioaficionats de Catalunya, URCAT (www.urcat.org) . Fue descartada por dos motivos importante, primero que sólo usa el idioma catalán, y eso la hace inaccesible para muchos radioaficionados, aunque es cierto que no se trata de un obstáculo insalvable con un poco de buena voluntad. El segundo motivo fue puramente cultural. En una publicación que se precie no debe permitirse de ninguna manera faltas de ortografía y, sobre todo, el uso continuado de  la palabra "walkie talkie" cuando lo correcto es "portátil". Lo mismo ocurre con el resto de anglicismos absolutamente innecesarios.

EA1URO, la página de la Unión de Radioaficionados de Orense, (www.ea1uro.com)   también ha suspendido. Es inaceptable que en su página principal se haga apología de sistemas ajenos a la radioafición como Echolink y Eqso. Es una lástima, pero esos deslices, absolutamente ilegales en este momento, no se corresponden con la gran calidad y cantidad de información del resto del sitio de internet.

EN DEFINITIVA...

En cierta ocasión un experto informático de los de verdad, comentando sobre las posibilidades de la Red de Redes, me dijo: "Internet es como un nido de pájaro, hecho a base de paja y mierda" En aquel momento pensé que exageraba pero, después de naufragar en muchas ocasiones, puedo asegurarle que no andaba desencaminado. Excepto en unos pocos lugares, cualquier persona puede publicar lo que desee y ponerlo al alcance de todo el mundo, sin preocuparse del daño que pueda ocasionar la información errónea,  falsa o robada que expone. No existe ninguna autoridad capaz de pedirle responsabilidades, de lo que se deduce que internet se ha convertido en una enorme irresponsabilidad colectiva de la que todos, paradójicamente, somos responsables. Algún día nos pasará factura. Aunque... también es verdad que a la radioafición le está pasando algo parecido...  

DE LA FONÉTICA A LA RETÓRICA

DE LA FONÉTICA A LA RETÓRICA

Este artículo se escribió en agosto de 2005 y fue publicado en algún número de CQ Radio Amateur. No me consta que actualmente sea accesible por ningún medio, por lo que considero justo volver a publicarlo en este blog, para que la información que en él pueda hallarse no se pierda y sirva de ayuda a nuevos y viejos radioaficionados.

LA MEJOR HERRAMIENTA DEL RADIOAFICIONADO/A

¿Cuál es la herramienta más útil en su cuarto de radio? ¿Qué respondería si le hicieran de improviso esta pregunta? No se de prisa en contestar pues hay una trampa. Siga leyendo lo que a continuación le explico y, tal vez, cambie de opinión y, quien sabe, hasta de vida.

Hace algunos meses tuve la oportunidad de conversar con cierta persona, muy asidua de un repetidor interurbano. Se trataba de un conocido personaje, toda una institución, cuya principal virtud conocida en el mundillo de la radioafición es la charla desenfadada e intrascendente, como las que suelen desarrollarse ante la barra de cualquier bar. Dicho personaje destacaba entre el resto de los contertulios habituales por su facilidad retórica -que es la manera de hablar ampulosa y vacía, con razones que no son del caso- pero que él confundía con la fonética, que es una parte de la gramática que estudia los sonidos del lenguaje.

Me decía el hombre, muy ufano, que hacía años (muchos) que no abría un libro para leerlo. Consideraba que leer era una actividad irrelevante y prácticamente inútil pues, según él, basándose en el sentido común  y la experiencia que le confería la edad, podía discutir de lo divino y lo humano sin temor a meter la pata. Mientras escuchaba sus palabras a través del altavoz de mi equipo de radio, expresadas con absoluta convicción, mi pensamiento se dirigía a la radioafición y me preguntaba -¿Puede un radioaficionado desarrollar y disfrutar plenamente de su afición sin tocar un libro?

He visitado muchos cuartos de radio y he visto multitud de fotografías de radioaficionados de todo el mundo rodeados de múltiples aparatos electrónicos de todas clases. En algunas de ellas se observa un soldador eléctrico, estaño, circuitos impresos y diversas herramientas propias de un pequeño taller de experimentador casero pero, en muy pocos he visto libros. Las estanterías están llenas de extraños artilugios pero la ausencia de libros y revistas relacionados con nuestra afición es casi permanente en la mayoría de lugares donde existe una estación de radioaficionado. Síntoma evidente que explicaría en buena parte el lamentable estado de la radioafición actual.

¿Acaso los radioaficionados no leen? Pues no, no leen. Al menos son muchos los que no lo hacen, y es una pena. Sin embargo, es prácticamente imposible mantenerse en un nivel razonablemente actualizado sin disponer de la suficiente información. Cierto que internet se ha convertido en una herramienta imprescindible para obtener noticias y datos pero, por su misma estructura, carente de cualquier tipo de filtro eficaz y seguro, es necesario contar con una buena base intelectual que nos confiera el suficiente criterio para separar el grano de la paja, y este discernimiento sólo puede conseguirse leyendo libros y revistas de calidad contrastada.

A nivel internacional existe una amplia bibliografía, la mayor parte escrita en inglés, pues éste es el principal idioma de comunicación entre radioaficionados, que puede ayudarnos a prosperar dentro de nuestra afición. La década de los 80 fue prolífica en abundantes traducciones y originales escritos en español pero, la desidia de los radioaficionados, que preferían -y prefieren- comprar un trasto inútil en cualquier mercadillo antes que invertir su dinero en la adquisición de libros, hizo que la oferta cultural decayera hasta extremos increíblemente (y preocupantemente) bajos.

Si usted está pensando cambiar la antena de su estación de base, posiblemente esté leyendo una colección de folletos publicitarios y comparando, sobre todo, los precios de los elementos radiantes. Probablemente esté un poco asustado, pues si algo tiene en común todas las marcas es el elevado precio de sus productos. ¿Ha sospesado la posibilidad de construirse usted mismo/a su propia antena? No es tan difícil como se imagina. La mayoría de los elementos radiantes que necesita un radioaficionado para conseguir buenos contactos DX, puede diseñarlos y construirlos cualquier persona que posea unos conocimientos elementales de aritmética y mecánica casera, eso que los ingleses llaman bricolage. Dicho de otra manera, si es capaz de entender el funcionamiento del mando a distancia de su televisor, no tendrá ninguna dificultad en realizar algunas operaciones de sumas, restas, multiplicaciones y divisiones con una calculadora de bolsillo. Provéase de unos alicates y un juego de destornilladores, algo de cinta aislante y algunos tornillos, y podrá construirse una excelente antena que nada tiene que envidiar a las comerciales. Y si puede fabricarse el principal elemento de su estación, tampoco tendrá ninguna dificultad en diseñar un sencillo micrófono, un  manipulador y, ¿por qué no? Un receptor o transceptor en forma de kit, o copiar algún diseño experimental descrito por otro radioaficionado. Todo esto y mucho más, puede conseguirlo leyendo libros y revistas relacionados con nuestra afición. Además, no sólo de experimentación electrónica vive el radioaficionado, también necesita conocer, de manera básica, el funcionamiento de la propagación atmosférica, que le permitirá saber cuando y como puede conseguir los mejores y más lejanos contactos, o historias protagonizadas por antiguos radioaficionados que, gracias a sus experiencias, hoy podemos disfrutar de una radioafición impensable hace unas pocas décadas.

SELECCIONES BIBLIOGRÁFICAS

Es difícil recomendar una selección de libros sobre radioafición pues, casi todos los que conozco son útiles y, a menudo, imprescindibles. Algunos ya están descatalogados, por lo que si los quiere deberá acudir a alguna librería de libros usados, pero también puede encontrarlos en las bibliotecas de muchas escuelas de secundaria y universidades politécnicas. Algunos títulos sólo pueden conseguirse en inglés, pero no se apure, la mayoría contienen multitud de dibujos y esquemas que pueden entenderse sin ninguna dificultad. Además, si en alguna ocasión se ve obligado a buscar alguna palabra desconocida en el diccionario bilingüe, esto le ayudará a perfeccionar su inglés práctico para el diexismo. Sin embargo, los primeros libros de su incipiente biblioteca  los va a encontrar fácilmente en la estanterías de muchas y muy buenas librerías de diversas ciudades. Están  aguardándole a usted, para que se los lleve a su casa. No los haga esperar demasiado. Probablemente también los podrá adquirir mediante la compra electrónica, a través de internet.

INICIANDO LA BIBLIOTECA

Uno de los campos donde el radioaficionado medio pude experimentar más y mejor a cambio de poco dinero y muchas satisfacciones, es la antenística, por ello, necesita tres importantes herramientas.

CÁLCULO DE ANTENAS, de Armando García Domínguez, EA5BWL, editado por Marcombo, ya va por su tercera edición. Se trata de un libro con poco más de cien páginas que nos describe antenas de última generación para las tecnologías digitales y los métodos de medición más adecuados para cada caso.

LAS ANTENAS, es uno de los mejores libros que se han publicado sobre antenas exclusivamente para radioaficionados. Sus autores, R. Brault y R Piat, describen con increíble maestría multitud de antenas, tanto para H como para V-UHF y, lo que es más importante, explicando la teoría de su funcionamiento de una manera muy didáctica y sencilla. Lo edita Paraninfo, S.A.

MANUAL DE ANTENAS TERRESTRES es el título del libro escrito por José Francisco Ruiz Vasallo, y editado por CEAC. A pesar que no se trata de antenas de radioaficionado, su lectura es imprescindible pues incluye explicaciones de como instalar mástiles o torretas. Además, añade diversas tablas con las características de diversos cables coaxiales, ROE y teorías sobre la radiación de las antenas.

Si lo que busca es que alguien le explique como adentrase con seguridad en el apasionante mundo de la radioafición, la mejor manera de hacerlo es comprando el libro GUÍA INTERNACIONAL DEL RADIOAFICIONADO, editado por Marcombo. Se trata de la traducción de un original de la IARU. En él se explica detalladamente desde los primeros pasos para convertirse en un buen radioaficionado, hasta la mejor manera de conseguir participar en concursos, conseguir diplomas y, por supuesto, los fundamentos básicos de la electrónica.

¿QUÉ ES LA RADIOAFICIÓN? Posiblemente, en algún momento e su vida usted se hizo esta misma pregunta y le costó hallar una buena respuesta y, probablemente, a lo largo del tiempo se la habrán hecho en infinidad de ocasiones. A veces resulta difícil explicar lo que para nosotros es evidente, por esta razón, Arturo Andreu, EA5ME acude en nuestra ayuda para darnos la respuesta adecuada. En este libro, editado por Marcombo, el autor nos explica diversos asuntos relacionados con nuestra afición, dejando claro lo que es la radioafición y, evidentemente, también lo que no es. Recomendado tanto para los que empiezan a interesarse por la radioafición como también para algunos radioaficionados que aún andan algo confusos. Sobre todo para estos últimos, la lectura debería ser obligatoria.

La telegrafía ha dejado de ser una materia obligatoria en las pruebas de aptitud para obtener el diploma de Operador de Estaciones de Aficionado, pero esto no significa que dejemos de lado un modo de comunicación tan extraordinariamente sencillo y eficiente, aún bajo las condiciones más duras. Si piensa que ha llegado el momento de recuperar el tiempo perdido aprendiendo telegrafía, Juan José Guillén Gallego, EA4CQK, nos brinda la oportunidad de hacerlo fácilmente mediante su CURSO DE CÓDIGO MORSE, que en la nueva edición multimedia, incluye un CD para que practique desde el primer momento con sonidos reales. Es un magnífico volumen editado por Marcombo.

Si es usted un radioaficionado que no se conforma con hacer lo que todos, y le atraen los nuevos retos, levante la mirada hacia el cielo. Allí arriba le están esperado una multitud de satélites de comunicaciones para radioaficionado que le abrirán las puertas de una modalidad fascinante. No necesita mucho para realizar su primer comunicado satelital, sólo un buen libro que le oriente adecuadamente como el que escribió para usted Pablo Cruz Corona, EA8HZ, editado por Marcombo. Después de leerlo, y con un poco de práctica, se convertirá en un verdadero experto en satélites.

A los radioaficionados no sólo nos gustan los transceptores que nos permiten establecer comunicados a larga distancia mediante el uso de las ondas de radio (¡he dicho de radio, nada de líneas telefónicas!). También nos fascinan los antiguos receptores de radio que escuchaban de nuestro abuelos. En la biblioteca que poco a poco estamos confeccionando no puede faltar algún libro de Joan Julià Enrich, EA3BKS.  De entre todos los que ha escrito, escogemos  RADIOS ESPAÑOLAS, editado por Marcombo. En él, además de contemplar preciosas fotografías de numerosos radios antiguos, podemos leer una descripción detallada de su funcionamiento, características valoración e historia. Imprescindible para dar prestigio a nuestra afición y de gran ayuda para los coleccionistas de radios antiguas. En él vemos como se conjugan de manera maravillosa, la técnica, la ebanistería y el diseño. Si en algún rincón de su casa tiene una radio de "capilla", ni se le ocurra tirarla. Dedique tanto tiempo como pueda a su restauración con materiales originales, tal como enseña este libro.

Se acaba el espacio disponible para este artículo. Tal vez a usted le ocurra lo mismo con su estación de radio y disponga de poco sitio para desarrollar su afición. Si alguna vez tiene que escoger entre arrinconar equipos o libros, no lo dude ni un momento, los libros siempre tienen preferencia. Se puede ser radioaficionado sin equipos, pero no sin libros. 

Personajes "fonéticos" los hay en todas partes. Son como una trompeta; si no han leído una buena partitura, por mucho que soplen sólo harán ruido, pero nunca música.

  

 

GANANCIAS BAJO SOSPECHA

GANANCIAS BAJO SOSPECHA

Este artículo fue publicado en la revista U.R.E. en noviembre de 1995. Para despejar dudas al lector, aviso que las ganancias sospechosas se refieren a los supuestos dBd y dBi de las antenas, no a posibles chanchullos económicos...  

o o o o o

Hasta hace poco tiempo, yo también formaba parte de la inmensa mayoría que creía a pie juntillas que una antena vertical tiene ganancia, pero cierto día, hablando del tema con otros radioaficionados, caí en la cuenta de que estaba en un craso error. En realidad, esta afirmación es consecuencia de la aplicación del llamado "Principio de la Conservación de la Energía", que nos recuerda que "La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma". Por este principio de Física, resulta fácil deducir que, si un transmisor envía 100 vatios a una antena, ésta no puede incrementarlos por sí misma, todo lo más, despreciando las perdidas de línea, puede emitirlos íntegros, que ya es mucho.

Entonces, ¿las antenas no tienen ganancia? Sí, por supuesto, pero sólo si a la vez poseen directividad. Intentaré explicar estos términos para que resulten comprensibles incluso para mí.

PRINCIPIO DE CONSERVACIÓN DE LA ENERGÍA

Un dipolo de media onda radia energía perpendicularmente a su longitud, y lo hace como si el hilo del dipolo fuera el eje de simetría del número "8" muy aplastado. Si desde el centro del dipolo trazamos dos líneas divergentes y que corten el lóbulo en el punto donde se percibe una pérdida de 3 dB respecto a la máxima señal, nos daremos cuenta de que el ángulo formado es muy ancho, prácticamente obtuso, pero al mismo tiempo veremos también que en los extremos del dipolo no existe radiación, es decir, que los receptores colocados en la perpendicular  del centro del dipolo recibirán la máxima radiación, pero a medida que nos desplacemos a derecha e izquierda, esta irá menguando hasta desaparecer en los extremos.

Ya que el "Principio de la Conservación de la Energía" nos impide crear potencia de la nada, para conseguir incrementar la señal en un punto determinado sin necesidad de aumentar la energía empleada, sólo existe una solución y esta pasa por concentrar toda la potencia disponible hacia esta dirección, en detrimento de las otras. Esto es lo que descubrieron los señores Udo y Yagi, inventores de la antena directiva formada por elementos parásitos situados delante y detrás del dipolo excitado.

En efecto, colocando diversos elementos de una longitud ligeramente inferior al dipolo (-5%) conseguiremos "canalizar" la energía radiada en este sentido. Si al mismo tiempo situamos algunos más al otro lado, pero de una longitud ligeramente superior (+5%), logramos que la energía sea reflejada como si de un espejo se tratara, y reenviada hacia delante, siendo de nuevo  "canalizada" por los elementos. Para un observador situado delante de la antena, le parecerá que aumentamos la potencia emitida hacia él , mientras la disminuimos en el resto. La energía emitida será la misma, sólo que estará concentrada en la zona escogida.

DIRECTIVIDAD Y GANACIA

De ahí que los términos directividad y ganancia están estrechamente unido, no existiendo uno sin el otro. Los elementos parásitos reciben distintos nombres según sea su función. Los de mayor tamaño son los "reflectores" pues esta es su misión, y los opuestos y de menor tamaño son los "directores", pues su trabajo es dirigir el haz de ondas.

La ganancia de una antena directiva depende del número de elementos reflectores y directores, así como de la distancia entre ellos. Un dipolo de 0 dBd consigue incrementar su ganancia hasta 8 dBd añadiendo, simplemente, un reflector y un director.

La primera idea, después de leer estas líneas, es que podemos conseguir enormes ganancias añadiendo muchos elementos pero, desgraciadamente, esto no ocurre exactamente así pues, para intentar tan sólo doblar la ganancia de 8 a 16 dBd, hay que pasar de 3 a 13 elementos y, añadiendo 7 más sólo conseguiríamos algo más de un dBd extra. Esto aún es factible en antenas de V-U-SHF, pero imaginad una antena de 24 elementos de HF. De todas maneras, para conseguir mayores ganancias es posible recurrir a sistemas de enfasamiento o parabólicas.

¿Como es posible que por el "simple" hecho de añadir elementos parásitos consigamos concentrar el haz de ondas? No entraremos en tecnicismos, que no es el objetivo de este artículo, sin embargo lo intentaremos explicar de una manera lúdica.

VA DE GLOBOS

Supongamos que tenemos un globo y varios pedazos de tubo de PVC de 40 mm, una cartulina con agujero central y una caña de refrescos. Si hinchamos el globo sin más, obtenemos un símil de como es el lóbulo de radiación de un dipolo, pero sólo su mitad pues la otra la imaginamos igual pero dentro de nuestra boca. Bien, desinflemos el globo y volvamos a soplar, pero esta vez haciéndolo pasar a través de la cartulina y por el interior de un segmento de tubo. Vemos que el globo ya no se expande igual que antes, sino que su volumen queda supeditado a las dimensiones del aro. Si seguimos inflándolo, pero a la vez añadimos nuevos segmentos, el globo se extenderá en una dirección determinada pero no en las otras, salvo el aire residual que queda en el interior de nuestra boca exahusta.

En nuestro ejemplo, los pulmones son el emisor de potencia, la caña el cable de alimentación, la cartulina el elemento reflector, los aros del tubo son los elemento parásitos y el globo simboliza el lóbulo de radiación.

Vemos también que de la directividad y la ganancia depende el ángulo de radiación horizontal. Contra más estrecho sea este, más directiva será la antena y más ganancia obtendremos en un punto determinado. Si nos alejamos a uno u otro lado de este lóbulo principal, la ganancia empezará a descender. Para acotar la superficie útil, se toma en cuenta la máxima ganancia obtenida y la desviación de + - 3 dBd hacia ambos lados.

ANTENAS CON GANACIA

¿Es posible construir antenas con ganancia y directividad sin necesidad de incluir elementos parásitos? La respuesta es afirmativa. Existe la antena en "V" capaz de radiar a mayor parte de la potencia suministrada en una sola dirección. Pero no debemos confundirla con la vieja uve invertida que es casi omnidireccional. Esta uve esta contenida en un plano horizontal con la bisectriz  de su ángulo paralela al suelo alimentándose habitualmente por el vértice. Su ganancia depende de la longitud de los lados y esta debe ser de un número determinado de longitudes de onda completa. La máxima ganancia que es posible obtener con esta configuración está alrededor de los 9 dBd. Otra antena de parecidas características es la de rombo aperiódica. Realmente, estas antenas solo acostumbran a usarse en bandas decamétricas y para situaciones muy determinadas.

Hasta aquí hemos descrito como puede conseguirse ganancia en razón a la directividad. Tal vez sea el momento de analizar la supuesta "ganancia" de las verticales.

Al principio de este trabajo poníamos en duda que una antena vertical aportara ganancia, y no es cuestión de retractarse.

Para hacernos una idea de como radia una vertical, podemos proveernos de un sabroso "donut" o rosquilla. Si la situamos encima de un plano de madera y en su centro clavamos un clavo, esto nos ilustrará de como se produce la radiación. Vemos que cualquier posición que adoptemos alrededor de la antena, la cantidad de energía recibida será idénticamente la misma, y esta es la principal característica de una antena vertical.

Sí, porque toda la energía disponible se reparte equitativamente alrededor de los 360 grados del círculo, por lo que la potencia recibida en un punto determinado de esta circunferencia será mínima. De igual manera, las ondas recibidas desde varios lugares diferentes no los podrá discriminar y se  interferirían mutuamente, o si, proviniendo de un solo punto, esta se refleja en cualquier objeto, la suma de las ondas directa y reflejada puede dar lugar a una aumento o disminución de señal, dependiendo de la fase. Este fenómeno es particularmente apreciable al transmitir desde un vehículo en movimiento o con un portátil, apareciendo un vaivén en la señal (QSB)

ANTENAS VERTICALES

Pero, ¿puede una antena vertical tener ganancia? La pregunta es difícil de contestar mediante un no categórico. Todos sabemos que si substituimos una antena de ¼  de onda por una de 5/8, las señales obtenidas tanto en emisión como en recepción son considerablemente mejores. A primera vista da la impresión de haber obtenido una "ganancia", pero "el Principio de Conservación de la Energía" nos indica que no es posible. El secreto está en los lóbulos de radiación vertical.

Estos lóbulos deben ser lo más horizontales posible, como si aplastáramos el "donut" de manera que si trazamos una línea desde la base de la antena al punto más sobresaliente de la rosquilla, esta debía estar muy próxima al suelo. La antena de ¼ presenta un ángulo de radiación vertical de alrededor de 30-45 grados, mientras que la 5/8 ronda los 15 grados. Esto hace que la energía radiada llegue más lejos antes de perderse en el espacio. Sin embargo, en la 5/8 también coexisten algunos lóbulos de radiación muy verticales cuya potencia se pierde hacia arriba. Pero el ángulo de radiación no es el único factor que mejora el alcance, existe otro que, por obvio, a veces pasa desapercibido, nos referimos al tamaño.

Un antena es "parecida" a un cazamariposas y para reafirmarlo pondremos un ejemplo práctico. Escribimos en un papel una frase y luego lo troceamos. Con una mano lanzamos al aire los pedacitos e intentamos cazarlos con la red cazamariposas. Si el aparato es pequeño, solo conseguiremos pillar algunos trozos y al pretender reconstruir la frase, resultará algo difícil por carecer de la información completa. Sin embargo, si la red es de mayor tamaño, las posibilidades de reconstruir la frase entera se habrán multiplicado.

Algo similar ocurre con las antenas. Contra más superficie se exponga al frente de ondas, más posibilidades de aumentar la señal tendremos. Podemos buscar otro símil en emisión que nos muestre que para aumentar la señal en un lugar concreto, tenemos dos opciones, una es concentrarla hacia esta zona determinada, y la otra es aumentar varias veces la potencia de emisión. Para ilustrar gráficamente esta afirmación, se me  ocurre el ejemplo del lector en una plaza de toros.

LEYENDO EL PERIÓDICO

Supongamos que en plena oscuridad una persona desea leer el periódico en el perímetro de un coso taurino (hemos escogido este lugar porque es circular) y únicamente dispone de un conjunto de portalámparas situado en un mástil en el centro de la plaza. El lector conecta una bombilla de 25 vatios de potencia y se dirige a la silla para proceder a la lectura. Como la bombilla está desnuda, su luz se expande en todas direcciones y sólo una pequeña parte alcanza al lector. Para remediarlo, esta persona va y conecta una bombilla más, también de 25 vatios. Ha doblado  la potencia de emisión de luz, pero a su asiento continua llegando muy poca claridad aprovechable. Seguramente tendrá que aumentar la fuente de luz varia decenas de veces para conseguir leer el periódico con comodidad. Esto significa que estará usando una cantidad enorme de energía para obtener unos resultados mediocres. Sin embargo, si en vez de aumentar el número de bombillas, hubiese dispuesto de una sola pero situada entre una superficie reflectora cóncava y un cristal ópticamente graduado, hubiese podido enfocar toda la potencia suministrada sobre la página del periódico, obteniendo así unos resultados óptimos con un gasto mínimo. Esta es la filosofía de las antenas directivas.

No se si con todo este montón de palabras que preceden habré sabido explicar lo que pretendía en un principio, que la ganancia sólo se obtiene en función de la directividad y que esta es el resultado de concentrar la energía en una dirección disminuyéndola en las restantes, y que la supuesta ganancia de las verticales está relacionada con el ángulo de radiación vertical que debe serlo más paralelo posible al suelo. Pero que quede claro que, a pesar de ello, una antena vertical no puede tener ganancia en tanto en cuanto no posee directividad.

RESUMIENDO

Para obtener una ganancia es necesario que exista una pérdida. Las antenas directivas pierden señal en una dirección para incrementarla en otra. Las verticales no, pues emiten igual en todas direcciones, por mucho que aplastemos el lóbulo de radiación, por lo tanto no debe hablarse de "ganancia" de una vertical sino de eficacia, que no es lo mismo que rendimiento. Vaya lío...

MIS AVENTURAS CON LOS BIGOTES DE GATO

MIS AVENTURAS CON LOS BIGOTES DE GATO

PREÁMBULO

Este artículo se publicó en la revista Radioaficionados de URE en el octubre de 2004. Sigue con la filosofía habitual del autor que demuestra que es posible experimentar en la radioafición empleando elementos sencillos y muy baratos, con el único objetivo de aprender de manera práctica los principios de la antenística. Los errores son una parte fundamental del aprendizaje. Sin error no hay experiencia y sin experiencia el conocimiento es inútil.

MIS AVENTURAS CON LOS BIGOTES DE GATO

Iniciarse en Radioafición con espíritu de principiante es muy importante si se desea disfrutar durante mucho tiempo de esta afición. Después de veinte años experimentando con antenas, leyendo todos los libros y revistas que tratan sobre este asunto y escribiendo sobre ello, aún tengo la gratificante sensación de sentirme un ilusionado aprendiz. Y es que, en este misterioso mundo de la radio nunca se puede decir que "eso, a mí no me hubiera pasado nuca"

Para que se rían un poco y de paso sirva de enseñanza a los nuevos y viejos principiantes, entre los que me incluyo yo, contaré una sencilla experiencia que viví hace poco tiempo. Resulta que, después de varios años de inactividad en las bandas decamétricas, decidí volver a las raíces y disfrutar nuevamente de la música hertziana. Me refiero a esos deliciosos zumbidos que se escuchan en SSB cuando el silenciador está desactivado. Es una dulce melodía de crujidos y silbidos que no tiene nada que ver con otra clase de ruidos y pitos, tan frecuentes en VHF-FM. 

BUSCANDO ANTENAS

Como mi situación no me permite disfrutar de una gran instalación de antenas para HF, tengo que conformarme con unos radiantes mínimos, incluso podría decirse que "bajo mínimos". Tengo mis razones, algunas de las cuales expondré a lo largo de este trabajo, pero no adelantemos acontecimientos. La primera idea fue montar, una vez más, la querida G5RV, tal vez de manera inconsciente y como homenaje póstumo a su desaparecido inventor, pero en aquel momento, por falta del material adecuado,  tuve que desistir del proyecto. Seguí buscando. A pesar que las dimensiones de la terraza donde quería instalar mi antena eran suficientes, existían varios inconvenientes que no me permitían disfrutarla en toda su extensión; primero el bosque de antenas de TV, algunas en muy mal estado, que siguen manteniéndose milagrosamente en pie. El segundo impedimento era que no estaba dispuesto a levantar el mástil, de apenas tres metros de altura, que sostiene la antena para V-UHF. Finalmente, no quería que fuese demasiado vistosa , por aquello del Síndrome de las Antenas, que venimos padeciendo últimamente, azuzado por algunos medios de comunicación. Con estas premisas, sus dimensiones debían reducirse considerablemente para circunscribirse al espacio disponible. A pesar de todo, era imprescindible que cumpliera la condición "3B" (Buena, Bonita y Barata)), que exijo a todas las antenas experimentales. El resultado de todas estas variables me condujo a los "bigotes de gato".

BIGOTES DE GATO

 La "bigotes de gato", o dipolos múltiples para los entendidos, es una antena simple y efectiva pues, en realidad, se trata de un conjunto de dipolos de media onda alimentados por una sola línea coaxial. La idea de construir un radiante de estas características nació allá por el año 1935, con lo cual queda patente que no inventamos nada nuevo. Como cualquier otro dipolo, su impedancia está alrededor de los 75 ohmios, cuando se coloca en posición horizontal, paralela al suelo, y unos 50 ohmios cuando adopta la configuración de "V" invertida. Estos valores pueden variar bastante según sea la altura sobre el suelo, la calidad del mismo y otros factores del entorno. Una vez tomada en  firme la decisión de construirla, empecé a preparar el material adecuado, que suele ser el que tengo más a mano en cada momento. Tenía hilo de cobre de 2,5 mm de sección, forrado de plástico, como el empleado habitualmente en las instalaciones eléctricas domésticas. La estrechez del espacio asignado para su instalación sólo permitía cubrir hasta los 7 mhz. Los ochenta metros y 1,6 mhz. quedaban fuera de mis planes, como les ocurre a la mayor parte de los radioaficionados que viven de las grandes ciudades.

DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN

Necesitaba 4 dipolos de media onda para 10-15-20 y 40 metros, dejando las bandas intermedias (10mhz., 18 mhz. y 24 mhz.) para que se las arreglara el sintonizador de antena. Para ello, recurrí a la vieja fórmula que me ayuda a calcular la longitud de un dipolo, es decir, 142,5 : f (mhz). Esto me daba la longitud total de cada dipolo, según la frecuencia de cálculo, pero añadí un suplemento de un metro para compensar el hilo que se pierde en los dobleces de los extremos donde va el aislador de amarre y en previsión de algún error de medida; más vale que sobre un metro a que falte un palmo. Hay que recordar que la longitud dada por la fórmula se refiere a la total, de punta a punta, incluido el aislador central. Cuando los hube cortado a las medidas adecuadas, procedí a prepararlos para soportar las inclemencias del tiempo. El cobre de estos hilos es blando, por lo que si lo instalamos sin más, al cabo de unos días observaremos que la resonancia de las antena se ha desplazado misteriosamente hacia la parte baja de la banda. Esto es debido a que la acción del viento provoca estiramientos, como consecuencia de los cuales  la antena cada día mide un poquito más, hasta que la resonancia se sale de las bandas asignadas. Para prevenir en parte este fenómeno, até los hilos a una barandilla del balcón y le di varios tirones fuertes, pero sin excederme, de manera que el cobre padeciera el alargamiento antes de su instalación. Cierto que si hubiese empleado cable de acero con revestimiento de cobre  esto hubiera sido innecesario, pero a parte de ser más caro, en aquel momento no disponía de este material, además, se trataba de una instalación "provisional" de estas que se hacen para cuatro días y se cambian el día que se caen de viejas después de diez años de resistir temporales y vatios.

Hacer antenas sencillas y baratas es mi hobby, ya lo saben mis lectores, pues  construirlas dentro de una taller mecánico, con toda clase de maquinaria y materiales de primerísima calidad, no constituye ningún aliciente para mí. Lo divertido es fabricarlas con lo que tengo a mano, sin  omplicarme la vida. Esto sirve de entrenamiento para cuando surge una emergencia. Pero ya me estoy yendo por la ramas. Sigo. En los extremos del dipolo más largo empleé dos viejos "huevos" de plástico, porqué son los que ofrecen más seguridad si llegaran a romperse, cosa bastante difícil. Pero en la parte central usé una regleta como las utilizadas en los empalmes eléctricos, de tamaño grande, muy resistente al calor y a la intemperie.

Dividí cada tramada de cable en dos partes aproximadamente iguales, y pelé unos cuatro centímetros en uno de los extremos de cada hilo, retorciéndolos entre si para, a continuación, calentarlos con el soldador y estañar completamente la punta resultante. Con esto pretendía conseguir una unión sólida y fiable entre las diferentes secciones, al mismo tiempo que impedía que cualquiera de ellos terminara por soltarse. Para asegurarlo aún más, fui reuniendo cada haz mediante cintas abrazaderas del tipo cremallera, situadas cada medio metro aproximadamente. Ello también contribuía a dar mayor solidez al conjunto. Acto seguido, preparé la regleta de empalmes, separando tres cuerpos de la tira principal, pensando usar los exteriores para hacer el conexionado de los respectivos brazos del dipolo y el central para introducir un cáncamo provisto de una tuerca y contra-tuerca más la sujeción propia de los dos tornillos de la regleta., para poder colgarla del soporte preparado en el mástil.

Al llegar a esta fase constructiva, procedí a medir cada rama, con la intención de igualar las longitudes equidistantes. Conseguido esto, procedí a efectuar la medida total del dipolo, recordando una vez más que en ella está incluida la separación del aislador central, en este caso la susodicha regleta. Las bandas 10, 15 y 20 metros las corté a la medida justa, pero la banda de 7 MHz. la deje un poco más larga para poder incluir en sus extremos el aislador correspondiente sujeto mediante un doblez del cable que, a su vez, iba asegurado mediante más cintas de cremallera, en lugar de los típicos prensa-cables, que tampoco tenía.

Ahora sólo quedaba preparar la unión de la antena con el cable coaxial. Podía haberlo abierto simplemente, separando el "vivo" de la malla y conectar uno a cada brazo, pero me dio por hacerlo más "profesional" así que busqué en el cajón de las reliquias una base de conector SO-239. Cuando la encontré, le soldé unos rabillos de 6 centímetros aproximadamente, retirando previamente unos cuatro centímetros de funda de plástico, retorciendo y estañándolos convenientemente. Hecha esta operación introduje cada rabillo en la parte del brazo del dipolo correspondiente, y volví a asegurar el artificio al cuerpo de las regletas con más cintas de cremallera. Satisfecho con el trabajo bien hecho, procedí a colgar la antena en su amarre definitivo, no sin antes conectar el PL del cable coaxial a la antena. ¡Esto ya no se me olvida , después de varios disgustos!

LA INSTALACIÓN

Y llegó el turno de amarrar los extremos del dipolo. He dicho que no había espacio suficiente, pero recordaba vagamente lo expuesto en una conferencia que asistí hace unos años, a cargo de EA4AK, en la que aseguraba que una antena dipolo puede doblarse sin que las pérdidas sean demasiado importantes. Bien, esto era un consuelo, porque no tenía más remedio que hacerlo así. Instalé la antena como mejor pude, saltándome todas las reglas, pues quedaba demasiado cerca del suelo y con sus brazos doblados en ángulos extraños, pero era lo que había. Tensé cuidadosamente las ramas, pero sin ejercer demasiada fuerza y terminé el trabajo protegiendo el conector del cable coaxial con abundante cinta aislante, de la mejor cálida posible, mejor si es de la vulcanizada, y poniéndolo boca abajo, para prevenir la entrada de agua por el interior del cable. Finalmente, aseguré el coaxial al mástil con más cinta aislante, evitando hacerlo con cintas de cremallera para no estrangularlo, y di por terminada la instalación.

¡NO FUNCIONA!

Era un sábado por la mañana, cerca del mediodía y la familia quería salir a practicar la caza de la rebaja, así que rápidamente conecté el equipo decamétrico, presto para hacer una lectura de R.O.E. en el centro de cada banda, pero... algo extraño sucedía... La aguja del instrumento de señal permanecía sospechosamente quieta, obstinada en marcar cero. Tampoco oía ninguna señal telegráfica, ni voces ..., nada! La familia miraba el reloj horario y yo el del instrumento de medida, hasta que en un momento indeterminado nuestras miradas coincidieron y, mansamente, cerré el equipo preparándome para ir de rebajas. Pero mi mente no dejaba de cavilar analizando cada paso y preguntándome dónde había cometido el error fatal.

A media tarde, entre saldos y achuchones se me hizo la luz. ¡No oía señales porque no había antena! En alguna fase de la instalación, la antena, o el cable coaxial, se había cortado. Recordé entonces otro momento estelar de mi vida de experimentador antenístico en que descubrí un conector PL con el vivo del cable coaxial roto en su interior. Algo así tenía que haber sucedido. ¡Que larga se me hizo la noche y la mañana del día siguiente!. Hasta después de comer no pude subir arriba para comprobar lo acertado de mis suposiciones. Previamente cortocircuité el conector de abajo, al lado del equipo, así cuando llegue arriba, desconecté el PL de la antena para comprobar su continuidad eléctrica ... ¡Sí, la había! Y esto significaba que el cable coaxial no tenía la culpa (en realidad la tenía yo, pero...). El problema estaba muy cerca. Bajé el dipolo y descubrí que, en el conector base, el SO-239, se había roto la soldadura que unía este con el rabillo que servía para conectarlo a una de las ramas del dipolo. Esta era demasiado blanda para resistir la tracción a que había estado sometida.
Decidí prescindir de sutilezas y soldé directamente el cable a la antena. Sí, ya se que ahí debería ir un balun 1:1, pero también sabía otras muchas cosas que no podía hacer, puesto que era "sólo una instalación provisional"

TRANSMITIENDO

Ahora sí, cuando baje al lado del equipo, la aguja del instrumento medidor de recepción se movía al son de las fortísimas señales que le llegaban de toda Europa, e incluso de Sudamérica. No está mal para una antena "bigotes de gato" pésimamente instalada...!. Sin el sintonizador de antena, la R.O.E. rondaba entre 1,5 y 2, según las bandas. Con el sintonizador de antenas la cosa iba perfecta, es decir, actuaba como un verdadero D.E.A.R (Doble Engañador de Antenas y Radioaficionados) pues engañaba al equipo mostrándole una impedancia casi perfecta y engañaba al radioaficionado haciéndole creer que la antena está bien. Pero menos da el gobierno y no nos quejamos.

Hice varias pruebas y en todos los contactos me pasaban unas buenas señales, parecidas a las que recibían de mí. Nada que objetar. Con esta historia, absolutamente verídica, quiero dar a entender que nadie debe sentirse inferior por el sólo hecho de llevar menos tiempo en radio, porque, todos somos aficionados. De mi aventura puede extraerse otra lección, que la ley de Murphy es omnipresente y que nunca debe irse con prisas cuando se realiza una instalación, sea del tipo que sea. Ah, por cierto, la antena "Bigotes de Gato" va de maravilla, por lo tanto recomiendo su construcción aunque sea solamente "experimental", como la mía.

DIEXISTAS DE "A PIE"

DIEXISTAS DE "A PIE"

Este artículo se escribió el último mes del año 2004, ¡hace más de seis años!, y se publicó en algún número de la revista CQ Radio Amateur del año siguiente. Que yo sepa, no hay manera posible de conseguir ejemplares de aquella época, así que, para evitar que esta información se pierda irremediablemente, vuelvo publicarlo en mi blog para que sirva de ayuda a los nuevos (y antiguos) radioaficionados.

DIEXISTAS DE "A PIE"

Una de las actividades más emblemáticas de la radioafición es, sin duda, el diexismo. Alcanzar la máxima distancia posible enlazando con otra estación lejana, es una satisfacción parecida, supongo, a la del jugador de fútbol cuando marca un gol.

En realidad, una de las consecuencias directas de la investigación y experimentación tecnológica de la radioafición, es lograr comunicados lejanos con equipos y antenas de reducida potencia, comparándolos con las grandes instalaciones comerciales o militares. Sin embargo, mientras en las bandas de HF el DX es algo frecuente y  está al alcance de la mayoría de los aficionados que dispongan de un transceptor de HF y un sencillo dipolo, parece como si en las bandas de V-UHF esta posibilidad estuviera fuera del alcance de la gran mayoría, que se autolimita a comunicados locales, de corta distancia y, cuando desean llegar un poco más lejos, no se les ocurre otra opción que la del repetidor urbano o interurbano.

EL MITO

Uno de los mitos más extendidos dice que, si se quiere practicar el diexismo en V-UHF, ha de poseerse un equipo con BLU (Banda Lateral Única <SSB>) y una instalación de grandes antenas directivas con polarización horizontal,  con su motor rotación direccional y una torre en lo más alto del tejado. Evidentemente, una instalación de estas características no está al alcance de cualquier radioaficionado medio, que ha de resignarse a escuchar tonterías tales como que con un equipo de V-UHF en FM, no se puede practicar el diexismo. Esta aseveración es totalmente falsa y carente de todo fundamento, como se verá en las siguientes líneas.

Evidentemente, con un transceptor SSB, una antena direccional de 17 elementos, un cable coaxial de bajas pérdidas, un preamplificador de recepción de bajo nivel de ruido y un amplificador lineal de potencia de un kilovatio, se puede llegar bastante lejos pero, con un equipo de FM, una antena vertical colineal y un cable "normal" como el RG-213 ó RG-8U, también pueden conseguirse buenas distancias y disfrutar de un diexismo moderado pero muy gratificante.

PREPARÁNDOSE PARA SU PRIMER DX

Si su estación de radio es parecida a la que acabo de describir, no se complique más la vida, pues ya tiene suficiente. No gaste dinero en "previos" Los diexistas de FM no necesitan esta clase de accesorios, ni preamplificadores de antena o de micrófono. Es más, su uso puede ser contraproducente. Tampoco necesita un amplificador lineal de potencia. Los cincuenta vatios que suministran los equipos actuales en VHF o los 35 vatios en UHF, son más que suficientes para llegar muy lejos. Mucho más de lo que se imagina. En cambio, lo que sí necesita es prepararse usted mismo/a pues, en realidad, el DX se consigue gracias a la habilidad del operador, no por una excesiva potencia.

Sin embargo, debe mantener su estación en las mejores condiciones posibles. El cable coaxial no es eterno. Si han transcurrido más de cinco años desde que lo instaló, empieza a ser hora de cambiarlo.

Cuando lo haga recuerde todo lo que aprendió hace años, leyendo esta misma revista. De todas maneras, le voy a refrescar la memoria para ganar tiempo o, en el caso que empiece ahora en la radioafición, lo haga conociendo las cosas más elementales de la afición.

EL CABLE COAXIAL

Es el encargado de transportar la energía de radiofrecuencia que genera su transceptor, hasta la antena y conducir las ondas que capta ésta, hasta el receptor. Para ponerle un ejemplo, imagine que el cable coaxial es la "carretera" que conduce las ondas. Si está en mal estado, llena de baches, grietas y curvas cerradas, lo más probable es que su vehículo acabe sufriendo alguna avería  e incluso un accidente que le impida llegar a su destino. Algo parecido ocurre con el cable coaxial. Si es de mala calidad o está en mal estado, las pérdidas de energía pueden llegar a ser tan importantes que no lleguen a la antena o al receptor.

Compre un cable coaxial de buena calidad. El dinero que había ahorrado para comprarse un amplificador lineal de potencia o una antena vertical "con muchos debés de ganancia" inviértalo en la adquisición de un buen cable coaxial. El mejor que su economía le permita. Luego, instálelo bien. De la misma manera que busca una mesa, una lámpara y un sillón cómodos para instalarse frente a su equipo de radio, y le saca, personalmente, el polvo casi a diario, mime de la misma forma su cable coaxial. Procure que las curvas sean amplias y que el cable no esté retorcido

No deje que el cable coaxial baje en "caída libre" desde la azotea hasta su piso. Si ha tenido que cargarlo, se habrá dado cuenta que pesa bastante, pues imagínese todo este peso colgado de una brida allá en lo alto del edificio, sin ningún otro soporte. ¿Cuánto aguantaría usted colgado de esta manera? Pues el cable coaxial también sufre. Cuando está mal instalado, su propio peso hace que se estire. Si se estira, adelgaza y, por lo tanto, varia la impedancia, apareciendo misteriosas ondas estacionarias que nadie sabe explicar. Si lo curva demasiado, se aplasta y, de nuevo, aparecen lecturas de ROE "inexplicables"

Puede usar curvas de tubo de PVC de fontanería para guiar las curvas de su coaxial. Instale un cable de acero como guía y soporte en la bajada hasta su domicilio, atando convenientemente el cable cada metro, sin estrangularlo. Si lo hace bien, verá que estaciones que antes ni siquiera oía, ahora llegan nítidas a su receptor. De la misma manera, sus compañeros/as de radio quedaran asombrados/as cuando vean la potencia de su señal.

LA ANTENA

Si alguien le ha dicho que la mejor antena para el diexismo en V-UHF es la de polarización horizontal, no le ha mentido, pero,  nadie puede afirmar que una antena vertical no sirva para realizar buenos contactos lejanos. Si embargo, su antena también ha de estar bien preparada. Cada antena tiene unas características determinadas que no conviene sobrepasar. Me refiero, sobre todo, a los excesos de potencia. Habitualmente, una de las cosas que diferencia una antena de buena calidad de otra parecida pero más barata, es la capacidad de radiar más o menos potencia. En función de los elementos conductores que las componen. Si en su momento prefirió comprar (o construirse) una antena sencilla, que sólo debía aguantar 100 vatios y, experimentando, le suministro el doble durante demasiado tiempo, lo más probable es que esté averiada o a punto de estarlo. Tal vez aún la pueda recuperar, desmontándola y limpiando sus contactos y partes deterioradas. Una manera sencilla de comprobar el estado de su antena es intercalando un medidor de ROE entre la base de su antena y el cable coaxial. La lectura resultante será, verdaderamente, la de su antena, no como ocurre frecuentemente, cuando instalamos medidor de roe "abajo", al lado del equipo. Si su antena le da problemas, lo mejor es que la cambie por otra nueva. Tiene dos opciones, o bien se compra una comercial, de buena calidad y precio elevado, o bien se construye usted mismo/a otra, que probablemente, le dará tanto o mejor resultado que la de la tienda. Recuerde que las antenas no se "autoconstruyen" Personalmente, le aconsejo esta última opción. Todo radioaficionado/a que se precie, debería construir, al menos, una antena en su vida. Si lo hace una vez, ya no podrá dejar de hacerlo nunca más. Construirse antenas uno/a mismo/a, "engancha". Lo que se aprende en un proyecto constructivo de antena le servirá de mucho en el futuro, y no lo olvidará nunca más.

EL EQUIPO

Si ya ha pasado alguna semanas preparando convenientemente la instalación exterior, ahora le toca el turno a la parte interior. No importa que su equipo tenga algunos años de antigüedad. Es "su" equipo y nadie mejor que usted lo conoce y sabe sacarle el mejor rendimiento. Sin embargo, hemos de repasarlo un poco. No se preocupe, no voy  a decirle que lo abra. A no ser que sea usted un/a técnico/a especialista en electrónica, es mejor que no quite la tapa. Pero puede hacer otras cosas muy simples, pero que, todas juntas, recuperaran su viejo transceptor.

¿Fuma? Mal asunto. El tabaco perjudica seriamente la salud de usted y la de las personas próximas y, también "tapona" el micrófono. Obsérvelo por la parte de atrás. Mire que tipo de tornillos leva y busque el destornillador adecuado. Provéase de una cajita, por ejemplo, la tapa de una caja de zapatos. Ésta será su "mini banco de trabajo". Ponga dentro de ella el micrófono y los tornillos que vaya sacando, así no se le caerán de la mesa ni los perderá. Vaya despacio, sin prisas. Fíjese como está montado internamente y, si hace falta, dibuje un esquema, para que no se le olvide. Retire la cápsula microfónica y verá con horror como está de impregnada de nicotina. Si está sucia y maloliente, imagínese sus pulmones... Límpiela con un palito de algodón y unas gotas de algún producto de limpieza. Tal vez le sirva unas gotas de alcohol. Si no fuera suficiente, substitúyala por una nueva. No es difícil. Compruebe los contactos del botón de conmutación, eso que los cebeistas y algunos malos radioaficionados llaman "Maic", sin saber porqué.

Repase ahora el cable y la clavija de conexión al equipo. Fíjese si está retorcido o roto. Averigüe si algún cablecillo o soldadura están defectuosos o dañados. Repárelo. Siempre debería tener un micrófono de recambio. Son muy fáciles de construir. Puede hacerse incluso con los interruptores que llevan algunas lámparas intercalados en el cable eléctrico. Es barato y muy eficaz.

EL OPERADOR

También hemos de reciclar al operador para que, cuando llegue el momento, sepa responder adecuadamente a los requerimientos del Diexismo en FM. Si usted quiere, de verdad, dedicarse Al DX  de una manera seria, debe olvidarse de los malos hábitos operativos que imperan en los comunicados locales y, por supuesto, prometerse a sí mismo/a que jamás volverá a "pisar" un repetidor.

Lo primero que debe hacer es averiguar su QTH Locator. Existen multitud de programas para radio que llevan incorporada esta utilidad. Si desea uno que lo haga en exclusiva, puede descargarlo, por ejemplo, desde esta página: http://www.klaus.fengers.de/qth.html Saber su QTH Locator le ayudará a conocer con exactitud la distancia entre usted y la estación con la cual realiza el contacto. Si usted vive en una "cuadrícula" con poca actividad de radio, probablemente correrá la voz y, sin darse apenas cuenta, tendrá un montón de radioaficionados llamándole.

Antes de que esto ocurra, debe prepararse para hacer frente a su "pile-up" Tenga a mano papel y lápiz o, mucho mejor, un programa informático como el que se usa en los concursos, para que pueda introducir los datos de cada contacto. Si quiere disponer de uno de los mejores, le recomiendo Radioges, escrito por EA4YG, que puede encontrarlo en  www.radioges.com 

Provéase de unos buenos auriculares, mejor si disponen de un sistema de cancelación de ruido externo. Para practicar el diexismo, debe "educar" sus orejas, de manera que sepan distinguir las palabras en medio del ruido de la banda.

Ahora debe hacer dos cosas que, tal vez, no hay hecho nunca. La primera es coger el Plan de Banda de VHF y buscar cuales son los canales simples y/o de llamada en FM. Algunos radioaficionados "efemeros" no tienen ni idea que exista tal plan, ni les importa. Visite la página de la Unión de Radioaficionados Españoles, URE (www.ure.es) y lo encontrará fácilmente. No es otra cosa que la distribución de las frecuencias según los modos de utilización.

La segunda cosa es aún más importante para conseguir un buen DX. Localice en el frontal de su transceptor un botón rotulado con la palabra "squelch". Si es de los que giran a derecha e izquierda, gírelo sin miedo hacia la parte izquierda. Pero hágalo con el volumen del altavoz reducido a un nivel aceptable para sus oídos. Escuchará un ruido como si tuviera una sartén friendo aceite; esto es el "ruido de banda" El buen diexista nunca lleva el "squelch" (silenciador) cerrado, pues, aunque le parezca extraño, entre este ruido llegará a ser capaz de escuchar voces y conseguir contactos que antes eran impensables. Si su equipo lleva el mando del silenciador en forma de sub-menú, desactívelo o póngalo a cero. Si un mando tan importante como el squelch-silenciador va oculto en una función secundaria, ya puede hacerse una idea de cómo tiene catalogados los fabricantes a los usuarios de estos pequeños equipos portátiles que algunos llaman alegremente "gualquitalqui" o, pero aún, "guarqui" o "tarqui", sin saber, tampoco, porqué.

 CQ, CQ, CQ, de...

Bien, ya casi está a punto de lanzarse al vacío sin red. Va ha hacer ahora algo que muy pocas veces se oye en VHF-FM. Carraspee un poco. Tómese un sorbo de agua. Aclare la voz y, cogiendo el micrófono con la mano que no usa para escribir, diga claramente y despacio, las palabras mágicas que todo buen radioaficionado no debe olvidar nunca: "CQ. CQ, CQ, de ... No espere una respuesta rápida a su primera llamada. Al vez nadie le conteste durante las primeras cien (o mil) primeras llamadas. Hasta puede ocurrir que algún "usuario" se extrañe y le de una reprimenda por usar palabras secretas. No se asombre, hay quien, teniendo licencia desde hace años, jamás ha llamado CQ. Ni caso. Siga con sus llamadas. Explíquelo a sus amigos. Propague el rumor que está intentando hacer diexismo en FM. Verá que dentro de poco tiempo empezará a recibir contestaciones desde zonas cada vez más lejanas. Usted se habrá convertido en un pionero. La gente acudirá a usted para que le cuente como ha logrado hablar con una estación situada a más de cincuenta o cien kilómetros sin usar el repetidor local. Muestre con orgullo las tarjetas QSL recibidas y enseñe la suya, preparada para enviarla a su último contacto DX que acaba de realizar ante los asombrado ojos y oídos de sus compañeros de radio que ignoraban que con un equipo de VHF-FM podía hacerse tales cosas y llegar tan lejos. Pronto le llamarán de un radioclub para que de una conferencia sobre diexismo urbano. Tal vez aparezca algún periodista despistado que escuchándolo descubra la radioafición y escriba el reportaje de su vida.

Saque provecho de su equipo de VHF que tanto dinero le costó y que hasta ahora lo había estado infrautilizado. Conviértase en un radioaficionado de verdad. Construya antenas y practique el DX. Haga escuela. Ríase de las tonterías del echolink y de los repetidores de VHF, que no sirven para nada. ¡Viva usted la radioafición!

Buena suerte y buenos DX.

 

EL RADIOAFICIONADO METEOROLÓGICO

EL RADIOAFICIONADO METEOROLÓGICO

Este artículo se terminó de escribir en setiembre de 2002 y se publicó, probablemente, en algún número de la revista CQ Radio Amateur, no recuerdo cuando. No tengo constancia que exista algún tipo de archivo accesible al público por lo que, antes de que se pierda esta información, útil para radioaficionados y personas interesadas en la experimentación técnica, la vuelvo a publicar en este blog, en beneficio de todos los y las radioaficionados/as del mundo.

Es posible que algunas partes del texto estén algo anticuadas, esto es debido a que la ciencia adelanta que es una barbaridad, tal como decía Sebastián, en la Verbena de la Paloma, y el tiempo no pasa en vano.  

Gracias a todos los lectores que siguen este blog, cada vez más desesperanzado sobre el futuro de la radioafición.  

 

EL RADIOAFICIONADO METEOROLÓGICO

Estas nubes que vemos en el cielo, ¿son la avanzadilla de un frente nuboso que traerá lluvias? ¿Le gustaría ver la evolución de una borrasca "en vivo y en directo"? ¿Se ha imaginado alguna vez a bordo de una nave espacial viendo como la geografía terrestre se mueve bajo sus pies? ¿Quiere experimentar una modalidad que muy pocos conocen? Si ha respondido afirmativamente a esas preguntas, no dude en seguir leyendo este trabajo y, muy probablemente conseguirá hacer realidad sus deseos.

Siempre se ha dicho que la radioafición es "una ventana abierta al mundo", pero pocos piensan que esta frase hecha puede convertirse en realidad, con unos medios realmente sencillos. Es más, ni tan siquiera hace falta que disponga de una licencia oficial de radioaficionado para sumergirse en la experiencia que le voy a proponer.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

A primeros del siglo pasado, las radiocomunicaciones jugaron un papel importante en la meteorología. Los radioaficionados contribuyeron de manera decisiva en la creación de una red de observadores meteorológicos y, mediante sus estaciones de radio, proporcionaron importantes datos en tiempo real. Los fenómenos atmosféricos han interesado desde  siempre a los radioaficionados pues, las variaciones climáticas, humedad, insolación, inversiones atmosféricas, ionización, etc. son fundamentales en la propagación de las ondas de radio. 

TIEMPOS MODERNOS

Los tiempos cambian y la tecnología pone al alcance de un "clic" cualquier información que antes costaba un gran esfuerzo conseguir. Un ciudadano, con unos conocimientos mínimos de informática, puede conectarse a internet y obtener en pocos segundos varias fotografías del METEOSAT y del mapa de símbolos que se verá más tarde en la sección del tiempo del Telenoticias.  Tantas facilidades, lejos de despertar inquietudes científicas, sólo han conseguido hacernos creer que las cosas pueden lograrse sin ningún esfuerzo o, a lo sumo, con algo de dinero.

Sin embargo, no debemos consentir que esto sea así. ¿Qué placer puede proporcionar "clicar" sobre un icono de la pantalla del ordenador sabiendo que inmediatamente aparecerá una fotografía meteorológica, si ignoramos como se ha conseguido tamaña maravilla? ¿Estamos dispuestos a aceptar como verdadero todo lo que nos enseña la televisión, el ordenador o internet? ¿Se imagina usted mismo haciendo el seguimiento, minuto a minuto, de un satélite meteorológico, mientras prepara un programa capaz de captar las imágenes que recibirá tan pronto como esté a su alcance? ¿Le gustaría recibir sus propias imágenes meteorológicas, retocar las fotografías e imprimirlas? ¿Se ve usted recibiendo un fax meteorológico con las líneas isobaras dibujadas, en el mismo instante que lo están haciendo diversos centros meteorológicos diseminados por medio mundo? Todo ello puede conseguirlo con un poco de esfuerzo, sin conectarse a internet ni pagar ninguna tarifa telefónica, viendo las cosas tal como están sucediendo en ese mismo momento, sin intermediarios interesados y, lo mejor de todo, sintiéndose partícipe del experimento. Deje que la adrenalina corra por sus venas mientras ve como algún NOAA, Meteor, OKEAN o cualquier otro satélite meteorológico le regala una panorámica única e irrepetible. Sea dueño de su propia visión.

UN EQUIPO MÍNIMO

Todo esto que le cuento es posible conseguirlo con unos medios relativamente sencillos, que están al alcance de casi todos los radioaficionados y de muchos aficionados a las radiocomunicaciones. Si usted dispone de un receptor del tipo escáner, o de un simple transceptor portátil de mano y un ordenador con tarjeta de sonido, ya le falta muy poco para tener a punto su pequeña pero eficaz estación receptora de meteorología. Necesitará algunos elementos más pero no se asuste, la mayoría de los componentes que usará para conseguir su objetivo puede construírselos fácilmente usted mismo/a o, si lo prefiere, comprarlos por poco dinero. El resto lo encontrará gratuitamente en internet.

EL RECEPTOR

El receptor ha de ser capaz de sintonizar las frecuencias comprendidas entre 136 y 138 MHz en frecuencia modulada (FM) Mejor si puede hacerlo en FM ancha, como es el caso de algunos escáneres, pero también obtendrá buenos resultados con un receptor normal, como el de los equipos de radioaficionado de VHF-FM de banda estrecha.

Si bien es cierto que existen en el mercado unos receptores construidos expresamente para cubrir los canales habituales de los satélites meteorológicos, en FM, banda ancha, con  búsqueda automática incluida, antes de gastar el dinero compruebe si realmente le interesa esta actividad. Si se decide por un equipo transceptor de aficionado, tenga en cuenta que perderá algo de sensibilidad, pues está muy alejado de las frecuencias centrales (144-146 MHz) para las cuales ha sido ajustado, salvo que de origen venga preparado para recibir en un amplio margen de frecuencias. A pesar de todo, si cuando está experimentando comprueba que la señal es débil, posiblemente podrá solucionarlo intercalando en la línea coaxial un preamplificador de recepción, que podrá construirse usted mismo/a  o bien adquirirlo nuevo o de segunda mano. Recuerde que muchos amplificadores lineales de potencia de VHF, llevan incorporado de origen un pequeño preamplificador. Tal vez deba reajustarlo para que funcione correctamente en las frecuencias de satélite. De todas maneras, si dispone de varios equipos, haga pruebas con todos ellos. Particularmente, me dio muy buen resultado un equipo portátil. La mayoría de los transceptores de mano (vulgo "gualquitalqui") tienen una elevada sensibilidad en recepción, pues trabajan con antenas muy deficientes, por esta razón, cuando se les conecta una antena exterior se saturan fácilmente. Sin embargo, los canales meteorológicos están algo alejados de las interferencias propias de otros sectores de la banda de VHF y no padecen este problema. Además, hay otra particularidad que ayuda a mejorar la señal del satélite y evitar las interferencias de otros servicios: la antena.

LA ANTENA DE RECEPCIÓN

Si tiene la suerte de vivir en el campo o en alguna ciudad o pueblo pequeño, situado en una zona llana, tal vez pueda oír al satélite simplemente con la antena del portátil. Haga la prueba sintonizando algún canal, cuya frecuencia podrá hallar en la web de www.ea1uro.com, a la vez que comprueba qué satélites están activos De todas maneras, si la señal es algo floja, mejor decídase por comprar o construirse una antena adecuada a esta actividad.

Para empezar, la mejor es la conocida por "dipolos cruzados" o "antena de molinete". Se trata de dos dipolos, cortados a la frecuencia de 137 MHz y colocados formando ángulos rectos entre sí. Enfasándolos convenientemente la recepción será omnidireccional y de polarización horizontal. Si además se le añaden unos elementos reflectores, el resultado  es una maravillosa antena, capaz de recibir satélites polares. (Se llaman "polares" porque sus órbitas siempre pasan por los polos)

Los planos de construcción de esta antena los puede encontrar en la página web de EA3ATL, Eduardo Garcia-Luengo, http://www.mundofree.com/ea3atl/  uno de los mejores especialistas en satélites meteorológicos que conozco. Es muy recomendable que lea todo lo que Eduardo explica sobre este tema  pues, además de hacerlo de manera muy amena, la información que obtendrá es de primera clase.

LOS PROGRAMAS

Para recibir imágenes de los satélites meteorológicos de baja órbita (LEO) necesita básicamente dos programas informáticos, uno de seguimiento de satélites, que le informará en todo momento donde esta situado cada uno de ellos y cual será el próximo pase, así como de diversas efemérides relacionadas con su órbita. El otro es un programa capaz de decodificar las señales que envía el satélite y transformarlas en imágenes.

Existen muchos y muy variados programas capaces de realizar estas funciones. La mayoría son de uso gratuito o, al menos, lo son sus versiones de demostración. Si vista la página www.ea1uro.com  en su sección de programas podrá encontrar la descripción de los más populares, así como los enlaces donde podrá efectuar las oportunas descargas.

ELEMENTOS KEPLERIANOS

El satélite meteorológico más conocido es el METEOSAT, cuyas imágenes aparecen cada día en la sección de El Tiempo de los Telenoticias de todas las televisiones. Este satélite tiene una órbita geoestacionaria. Esto significa que, aparentemente, siempre está situado en el mismo punto del espacio, como si no se moviera del lugar. En realidad esto no ocurre así, lo que ocurre es que la órbita del satélite está situada a unos 36.000 km. de distancia sobre el ecuador, en la vertical del golfo de Guinea, y la velocidad a la que se desplaza es proporcional a la velocidad de giro de la Tierra.

¿Cómo es posible? Haga una prueba. Coja una manzana y extienda el brazo a la altura de su nariz y mírela fijamente. Ahora empiece a dar vueltas sobre sí mismo sin dejar de mirar la manzana. Verá que la longitud del círculo que describe su nariz es muy pequeña, sin embargo, la longitud del círculo que describe la manzana en el extremo de su brazo es mucho mayor. A pesar de ello, en todo momento ha tenido la impresión que la manzana permanecía quieta con relación a su nariz. Esto es lo que ocurre, de forma parecida en una  órbita geoestacionaria.

Sin embargo, la pléyade de satélites de baja órbita (LEO), se mueven de manera que nunca permanecen fijos sobre ningún punto de la tierra. Es más, sus órbitas están diseñadas para que, en 24 horas, puedan "barrer" toda la superficie terrestre, pasando siempre por ambos polos. Por esta razón es necesario disponer de un programa capaz de hacer los cálculos oportunos para indicarnos donde están en cada momento. 

Pero hay más inconvenientes. La masa de la Tierra ejerce una influencia considerable sobre estos pequeños objetos. Como vuelan muy bajos, entre 800 y 1200 km. de altura, la atmósfera también los frena. Esto, entre otras cosas, hace que su órbita sufra pequeñas variaciones y cambios. Como no disponen de la maquinaria necesaria para corregir su propio camino, hemos de compensar estas variaciones adaptándonos a ellos. Periódicamente, la NASA  publica el resultado de los cálculos efectuados para corregir los defectos orbitales. Estos datos se conocen con el nombre de "Elementos Keplerianos". Cada mes, aproximadamente, es preciso conectarse, por ejemplo, a www.amsat.org y "descargar" la actualización de estos datos para que el programa pueda corregir las posiciones de los satélites y recolocarlos en sus respectivas órbitas. La mayoría de los programas cuentan con las herramientas adecuadas y las instrucciones de cómo hacer esta "carga"

CONEXIONES

Bien. Ya tenemos el receptor capaz de escuchar señales en los alrededores de la frecuencia de 137 mhz. También hemos colocado la antena de dipolos cruzados en un lugar alto y despejado, comprobando que la señal recibida es fuerte y clara. El ordenador funciona perfectamente con estos programas. Ahora sólo queda interconectar ambas máquinas. Como solamente vamos a efectuar operaciones de recepción, bastará con instalar un cable provisto de un conector en cada extremo. Este elemento de unión ha de ir desde la salida del altavoz del equipo receptor hasta la entrada de línea de la tarjeta de sonido del ordenador. Es muy fácil, e incluso es posible que lo encuentre hecho en cualquier tienda de electrónica o grandes almacenes. La mayoría de equipos usan un conector de altavoz del tipo JACK de 2,5 mm ó 3,5 mm y las tarjetas de sonido un JACK estéreo de 3,5 mm. Si encuentra un cable de audio con los dos extremos provistos de conectores JACK de 3,5 mm., simplemente, adquiera un adaptador de jack adecuado a su equipo.

PRUEBAS

Para comprobar que todo el sistema funciona perfectamente, ponga en marcha el receptor, conecte los altavoces del ordenador y "clique" sobre el icono de la tarjeta de sonido, que seguramente hallará en la barra de herramientas. Cuando le aparezca la ventana de controles de la tarjeta de sonido, ponga los niveles de los potenciómetros virtuales a la mitad, comprobando especialmente que el correspondiente a "línea" está abierto. Ponga también el mando de "grabación" en la opción "línea".

En el equipo, abra al máximo el mando del silenciador (squelch), de manera que escuche el ruido de banda. Haga los ajustes oportunos, tal como recomienda el diseñador del programa que esté usando y, finalmente, compruebe cual es el satélite que se está acercando y fije en su receptor la frecuencia adecuada.

Ahora sólo le queda esperar. El programa de seguimiento le mostrará como va acercándose el "pájaro". Seguramente que el mismo programa dispondrá de algún tipo de alarma sonora que avisa cuando su zona está dentro del área de cobertura del satélite. Agudice el oído y pronto escuchará un sonido característico, como el "tic-tac" de un reloj. Entre el "tic" y el "tac" el satélite emite una línea de información. La imagen se va formando línea a línea. Las primeras veces deberá efectuar ajustes con el volumen del receptor, pues una señal excesiva o demasiado débil influye mucho en la calidad de la imagen recibida.

MISCELÁNEA

Cabe la posibilidad que, aún cuando el programa de seguimiento le indique que el satélite está sobre su cabeza, no oiga nada. No se extrañe. Estos aparatos también se averían. A veces, por necesidades técnicas, los controladores los desconectan durante un tiempo y, otras, por coincidencia de pases de varios satélites que usan la misma frecuencia, se interfieren mutuamente.

Algunos satélites emiten una imagen visible y otra en infrarrojo, pero otros sólo el formato  visible. Esto quiere decir que cuando hay poca luz solar, las imágenes aparecen menos claras y de noche no se ve nada.. Con el tiempo conocerá programas capaces de retocar estas fotografías para darle más contraste, colorearlas y darles relieve. De momento, experimente "a pelo" y, cuando tenga más experiencia, podrá disfrutar realzando las imágenes como un profesional.

También puede ocurrir que su zona parezca cubierta de tantas nubes que le sea imposible diferenciar los contornos de la tierra. No desespere, diariamente podrá recibir varios pases y diferentes satélites. Además, esto es un juego instructivo, técnico y científico pero totalmente amateur. Si no lo consigue hoy, mañana será otro día.

Dependiendo de altura que viaja el "pájaro" las imágenes se verán más cercanas o lejanas, más claras o más defectuosas, pero todas espectaculares. Imagínese que cuando llega a su casa, completamente mojado porqué le ha pillado una tormenta imprevista, y conecta su estación receptora, (con las debidas precauciones eléctricas), capta la imagen del satélite que muestra claramente la posición de las nubes en este momento. Mañana, cuando llegue a su lugar de trabajo y sus compañeros/as comenten el remojón, usted podrá mostrarles la fotografía del cumulonimbo (o como quiera que se llame el nubarrón), explicándoles los pormenores de la recepción. Seguro que a partir de entonces, sus compañeros/as le mirarán con renovado respeto.

AÚN HAY MÁS

Presiento el brillo de sus ojos, imaginándose a los mandos de su  receptor polar, pero tal vez aún no tenga suficiente. Los "hombres y mujeres del tiempo", cuando nos cuentan la previsión para las próximas horas o días, lo hacen ayudados por mapas. Uno de ellos es el que representa las líneas isobaras. Estas líneas son las que indican las diferencias de presión barométrica. Otras muestran la dirección de los vientos, las mareas, la situación de los frentes fríos o cálidos, etc. ¿Se imagina durante la hora del almuerzo, extendiendo una carta isobara ante los asombrados ojos de sus amigos, al mismo tiempo que les explica que la acaba de recibir directamente del centro emisor europeo. ¿Cómo puede hacerlo? Ahora mismo se lo explico

FAX-HF

Muy por encima, la cosa funciona así. El satélite geoestacionario METEOSAT, envía los datos que capta con sus sensores a un centro receptor. En este mismo lugar se reciben datos de diversas estaciones meteorológicas dispersas por todo el  mundo. Allí se computan todas las informaciones y se transcriben sobre un mapa. Toda esta información se digitaliza y se envía por radio de onda corta a los usuarios interesados.

De momento, esta información se emite en "abierto" y puede captarse con un simple receptor de onda corta, en varias bandas, por ejemplo. Empiece probando en 7878,11 mhz. en USB. En este caso no le hará falta el programa de seguimiento de satélites, porqué la estación terrestre de HF es fija, pero podrá usar el mismo que decodifica las señales de Fax de los satélites, variando los parámetros oportunos. Sólo tiene que sintonizar y conectar su receptor de bandas decamétricas, tal como ha hecho con el equipo de VHF para recibir los satélites polares y esperar el momento en que la central meteorológica emita el boletín. Esto ocurre generalmente por la mañana y por la noche. De todas maneras, muchos programas tienen la opción de recepción automática, gracias a las señales de sincronismo que emite la estación central.

La recepción terrestre es mucho más fácil que la "satelital" pues dura más tiempo y se repite a lo largo el día. La señal es fuerte pero, teniendo en cuenta que está trabajando en bandas de HF, la propagación puede ser inestable, sin embargo, el resultado es espectacular. Tengas por seguro que si algún amigo/a suyo está presente durante la recepción de las imágenes o los mapas, quedará realmente asombrado y sin palabras.  

AVISO

La recepción de estas imágenes debe hacerse desde la vertiente educativa y la instrucción personal. En ningún momento puede comerciar con ellas ni obtener ningún tipo de lucro. Jamás interfiera estas emisiones, pues se trata de algo muy serio, donde están involucrados gobiernos e instituciones internacionales.

CONCLUSIONES

Sentirse capaz de hacer cosas por sí mismo, sin depender de los hilos telefónicos, de internet ni de la televisión es muy gratificante. Recibir imágenes en directo desde un satélite meteorológico o mapas de Fax-HF, es incomparablemente mejor y  más divertido que ver la fotografía y los dibujos por televisión o internet. Es una diferencia parecida a lograr un contacto difícil por radio, con las dificultades propias de la propagación de las ondas hercianas o hacerlo a través de la Red, mediante esta cosa que llaman "repetidores por internet " Realmente, no hay color.

ANOTACIONES AL MARGEN

NOAA.- National Oceanic and Atmospheric Administrations.

TALLER DE RADIOCOMUNICACIONES PARA VOLUNTARIOS DE PROTECCIÓN CIVIL

TALLER DE RADIOCOMUNICACIONES PARA VOLUNTARIOS DE PROTECCIÓN CIVIL

Hace unos doce años, alguien me planteó el reto de impartir un curso de Telecomunicaciones dirigido al personal voluntario de una agrupación de Protección Civil.

Existían diversas limitaciones, entre ellas que no debía durar más de una mañana de sábado y que su contenido debía evitar en lo posible la parte técnica y centrarse especialmente en la práctica, pues las personas que asistirían no tenían ningún conocimiento previo de radiocomunicaciones. También debía ser ameno, didáctico y barato. El único material docente era una pizarra y un rotulador. Además, la fecha del cursillo era a pocas semanas vista.

Con todo esto, escribí el guión que sigue a continuación, de manera que pudiera ampliarse o reducirse sobre la marcha.

Probablemente ha quedado un poco anticuado, pero la idea aún puede ser de utilidad para otras personas que lo lean.  

 

TALLER DE RADIO-COMUNICACIONES PARA VOLUNTARIOS DE PROTECCIÓN CIVIL

PRIMERA LECCIÓN

BREVE HISTORIA DE LAS RADIOCOMUNICACIONES

La historia de las telecomunicaciones es tan antigua como el ser humano, de hecho, desde que el hombre aprendió a hablar necesitó enviar información a lugares distantes. Tal vez, la primera comunicación a distancia se realizó a gritos, con tal éxito que aún hoy se sigue practicando. Pero no acabó aquí la cosa, los inventos se fueron sucediendo, un ejemplo conocido por todos son las típicas señales de humo o los tam-tam de los tambores. El primer sistema usaba las señales visuales y el segundo las acústicas. Los reflejos del sol sobre una superficie pulimentada es otro sistema muy usado aún en la actualidad. Existe, incluso, un aparato denominado Heliógrafo para enviar mensajes.

Pero todos estos inventos tenían inconvenientes, siendo el principal de ellos la escasa distancia que se podía alcanzar. Y esto fue así durante siglos y milenios hasta que, por los alrededores de 1867, un científico británico, James Maxwell (1831-1879) reunió todos los trabajos existentes hasta su época, que trataban sobre la electricidad, el magnetismo y la luz, y los relacionó mediante unas fórmulas matemáticas agrupadas bajo el nombre de Leyes de Maxwell. Como curiosidad, podemos decir que estas recibieron, también, el nombre de "ley del tornillo", y dice así: "Si de los dos movimientos de un tornillo, avance y giro, uno de ellos representa el sentido de la corriente eléctrica, el otro representa el de las líneas de fuerza del campo electrostático creado".

Gustaw Hertz, (1887-1975), físico alemán, confirmó las leyes de Maxwell al conseguir radiar ondas electromagnéticas. En su honor, las ondas de radio se llaman "ondas hertzianas".

Edouard Branly, (1846-1940), otro físico de nacionalidad francesa, construyó en 1890 el primer cohesor que permitía comprobar la existencia de ondas de radio

Aleksandr Popov, (1859-1905), Ingeniero ruso, tiene el honor de ser considerado el inventor de la Antena pues, en 1895, construyó un receptor de radio y el 24 de marzo de 1896 transmitió y registró el primer mensaje sin hilos en alfabeto Morse.

Pero a quien todos recuerdan y consideran como el Padre de la Radio es Guillermo Marconi, (1874-1937). El principal mérito de este italiano fue el de reunir todos los descubrimientos de los otros científicos, el emisor de chispas de Hertz, el receptor cohesor de Branly, la antena de Popov y el código de señales de Samuel Morse, para transmitir un comunicado telegráfico a 2.400 metros de distancia.

Y lo fundamental fue, sin duda, que supo vender su invento, realizando una admirable tarea de marketing. A pesar de ello tuvo que marchar de su país natal, Italia, e irse a la tierra de su madre, Inglaterra, para que allí se interesara por su invento el Gobierno de este país, sobre todo los militares y marinos que apreciaron el inmenso valor de este descubrimiento.

Aquí también se experimentaba, así en el año 1911, el doctor Lluís Cirera y su amigo Don Xavier Canals, lograron establecer el primer enlace vía radio de España, al conseguir una comunicación entre la casa del doctor Cirera, situada en la calle de la Esperanza,4 de Sarriá (Barcelona) y la casa de Canals, en la calle Caspe número 36 de esta misma ciudad.

El crecimiento de la radio fue ya imparable y diversificado. Por un lado se convirtió en obligatorio para todos los barcos que se hacían a la mar, consiguiendo, de esta manera, salvar gran número de vidas humanas. Por otro lado, las emisoras comerciales aumentaban sin parar ofreciendo a su, cada vez mayor público, representaciones teatrales, conciertos, noticias, cultura, etc. Los Radioaficionados eran la avanzadilla de esta nueva técnica, a ellos se debe un gran número de inventos relacionados con la radio.

En la actualidad, es difícil de imaginar como sería nuestra sociedad sin las telecomunicaciones. ¿Qué haríamos sin la televisión en casa, la radio del coche, el teléfono sin hilos de la fábrica, el teléfono móvil, el mando a distancia, el ordenador, e incluso el horno microondas? Si tuviéramos que prescindir de todo esto, tal vez a algunos nos parecería que volvemos a la edad de piedra, y empezaría de nuevo las telecomunicación mediante gritos.

EQUIPAMIENTO

Una red de Telecomunicaciones está compuesta, habitualmente, de 4 elementos. La estación Base, situada en el centro del mando, las estaciones Móviles, ubicadas en vehículos terrestres, marítimos o aeronáuticos. Los Portátiles, que por su pequeño tamaño y autonomía pueden llevarse en un bolsillo y, finalmente la estación Repetidora, situada en algún lugar estratégico que ayuda a efectuar enlaces fiables desde cualquier lugar dentro de su zona de cobertura.

Todos los aparatos transmisores deben estar en perfectas condiciones de uso, y deben comprobarse periódicamente  sus elementos, tanto los estructurales, mástiles, torretas, anclajes, etc. como los relacionados con los equipos, cables coaxiales, de alimentación, antenas, baterías, tomas de corriente, tomas de tierra, etc.

EL PORTÁTIL

Tal vez, el equipo que más uso tendrá, a parte del repetidor, será el Portátil. ¡Ah!, un inciso. Olvidaros desde este momento de la palabreja inglesa walkie-talkie que significa más o menos "hablar-andando". Ser competentes en el trabajo puede comenzar por saber emplear  correctamente nuestro idioma...

El Portátil es un equipo de transmisión autónomo, esto quiere decir que lleva incluidos los tres elementos imprescindibles en un transceptor: la antena, el transmisor-receptor y la alimentación eléctrica o batería.

La Antena es esto que parece un rabo de goma. En realidad es una antena helicoidal de un cuarto de longitud de onda en forma de espiral y revestida de material aislante. Es absolutamente imprescindible y debe tenerse mucho cuidado en no doblarla excesivamente pues, si se rompe, el resto del aparato queda inservible.

El cuerpo del portátil lo constituye la parte electrónica, formado por un conjunto indisoluble de emisor y receptor. Es el corazón del aparato y, por lo tanto, muy delicado. El calor, el frío, el polvo, la humedad, los golpes y sobre todo el agua son sus peores enemigos. Es conveniente protegerlo de todos estos agentes perjudiciales. Si la situación es grave, tal vez sea aconsejable meterlo en una bolsa de plástico, o envolverlo con un pañuelo seco. La cuestión es evitar que se estropee, pues sin su ayuda esteremos solo ante el peligro sin posibilidad de pedir socorro.

Aquí es, también, donde se ubican los controles del aparato. El interruptor-volumen, que permite ponerlo en marcha o pararlo además de aumentar o disminuir el volumen del altavoz. Este botón sólo sirve en recepción, con esto quiero decir que no influye para nada en la mayor o menor potencia de emisión. El conmutador de canales permite seleccionar la frecuencia de enlace. Es conveniente asegurarse de que canal corresponde a la operación para la cual estamos colaborando. En el lateral está el pulsador para transmitir. A veces, en algunos portátiles existe la posibilidad de cambiar la potencia de transmisión. Puede venir marcada con las letras "L" o "H". La mejor posición es la "L",que significa potencia baja, pues de esta forma podemos alargar la vida útil de la batería. Sólo en condiciones especiales conviene pasar a la posición de potencia alta, pero teniendo en cuenta que entonces el consumo eléctrico es mucho más elevado por lo que gastaremos antes la pila.

La Batería es la encargada de suministrar la energía eléctrica al transceptor. Habitualmente son de níquel-cadmio. Su voltaje, de corriente continua, esta entre 7'2 voltios y 12 voltios. Según sea el voltaje conseguiremos mayor potencia de transmisión en la posición "H", pero en la baja no cambiará, no obstante, lograremos una mayor duración de la carga.

Antes de empezar cada operación, es necesario comprobar que la batería está perfectamente bien cargada, para ello es necesario respetar los ciclos de carga y descarga. Si una batería descargada a medias se vuelve a cargar, el "efecto memoria" de estas pilas hace que sólo se cargue parcialmente. Para evitarlo es preciso descargarla antes de reiniciar el proceso. La vida útil de una batería de este tipo está alrededor de 400-500 cargas-descargas, pasado este período, su efectividad empieza a declinar hasta quedar inservible.

Si se prevén largos servicios o que estos sean en lugares muy húmedos, es conveniente llevar una batería de repuesto, convenientemente envuelta en una bolsa de plástico precintada, a fin de evitar fugas.

EL REPETIDOR

El Repetidor es, en realidad, un equipo receptor-emisor capaz de recibir en una frecuencia y emitir, simultáneamente, por otra situada más arriba o abajo de la que recibe.

Acostumbra a situarse en lugares elevados y despejados, bien sea en edificios altos, torres de comunicaciones o montañas. La zona de cobertura, es decir, su alcance efectivo viene determinado, por un lado, por las características técnicas del equipo : la potencia del emisor, la sensibilidad del receptor y la eficacia de las antenas y, por otro lado, la altura real y el terreno circundante.

Con todo, la cobertura está limitada por la zona desde donde emite el portátil. Si se sitúa en un sótano o en el interior de un edificio con aplacados o estructuras metálicas, la eficacia se reduce sensiblemente o llega a ser imposible el comunicado.

Esto es debido a las características de las ondas usadas. Estas se desplazan en línea recta y su alcance es visual. Llegan hasta allí donde llega la vista. Las ondas de radio son, en realidad, un tipo de energía y, por tanto, al encontrar obstáculos en su camino, van perdiendo fuerza. Esto significa que cuando se desea transmitir un mensaje, es necesario tener en cuenta desde donde vamos a hacerlo. La conclusión es que, antes de iniciar un servicio, es necesario efectuar unas pruebas de cobertura entre cada equipo y la Base.

SEGUNDA LECCIÓN

MODO VHF-FM e INTERFERENCIAS

Los equipos que habitualmente se usan en Protección Civil para comunicaciones locales o a corta distancia, trabajan en VHF. Estas siglas son las  iniciales de las palabras inglesas Very High Frecuency, que traducido significa Muy Alta Frecuencia. Dentro del espectro radioeléctrico representan las ondas métricas, cuya longitud está situada entre 10 y 1 metro de longitud de onda. Puedes preguntar al responsable de tu departamento cual es la frecuencia usuada. El modo de transmisión, es decir, la forma en que se transmite esta frecuencia es la FM, que quiere decir Frecuencia Modulada. No entraremos en explicaciones técnicas, pero si diremos que las principales características que ofrece este tipo de frecuencia es el alcance limitado, lo que permite que una misma frecuencia sea usada por otros servicios situados fuera de su alcance. Por lo tanto se aprovecha mucho mejor la banda. El modo FM ofrece una calidad de voz de mayor calidad que las antiguas de AM. Compárese sino las transmisiones musicales de las emisoras comerciales de AM y FM.

Según comentábamos, su alcance está limitado por determinadas circunstancias atmosféricas pero, en ciertas épocas del año, pueden producirse fenómenos de propagación de ondas. Transmisiones que normalmente no pueden oirse, en este tiempo llegan a crear problemas de interferencias. La solución es muy difícil y pasa por usar equipos de buena calidad, respetando las potencias de los repetidores y limitando su sensibilidad, así como dotando a la red de un sistema de codificación por tonos y sub-tonos que sólo reacciona al oír la clave adecuada.

INTERFERENCIAS

Las frecuencias usadas por los servicios de Protección Civil son cedidas por la Dirección General de Telecomunicaciones, dependiente del Ministerio de turno. Estos canales son de uso exclusivo y nadie debe interferirlos, no obstante, a menudo aparecen transmisiones piratas. Saber como comportarse con estos intrusos indeseables es esencial para conseguir la necesaria paz en la Radio.

PIRATA es toda aquella transmisión de radio efectuada en frecuencias no autorizadas. El pirata puede ser ocasional o contumaz. El ocasional es aquel que posee un transceptor de cobertura ampliada ilegalmente y que realiza "pruebas" para comprobar si puede acceder a un determinado servicio. Usualmente no causa mayores problemas y,  si lo hace, desaparece rápidamente cuando se le avisa de manera seria y educada. El pirata contumaz es el más peligroso pues, a parte de infringir diversas normas de la DGT, produce interferencias adrede con ánimo de perjudicar, sin comprender que en un momento determinado puede estar poniendo en peligro una vida humana.

Es conveniente usar una buena dosis de psicología ante este grave problema. Es esencial no crisparlo ni darle a entender que está consiguiendo su objetivo. Los comentarios que le dan un conocimiento del grado de interferencia o los insultos suelen causarle una gran satisfacción cuya explicación entra dentro de consideraciones psiquiátricas relacionadas con el sadismo y el masoquismo.

Lo más indicado es IGNORARLO. Este pirata es un terrorista de las ondas y, como todos ellos, necesita que se de publicidad de sus fechorías. Si no lo consigue, es posible que busque otros lugares para conseguirlo dejando en paz al servicio.

Existe un tercer pirata muy difícil de detectar en el momento, se trata del que sólo escucha. Esto en principio no parece perjudicar, pero a la larga puede crear un problema de gravísimas consecuencia si decide vender a terceras personas los resultados de su escucha.

Para soslayarlo, hay que tener previstos canales alternativos y, sobre todo, códigos criptográficos que deben ser clasificados como materia reservada por todos los componentes del servicio. Con todo, es previsible que lleguen tarde o temprano a manos de quien no debe, por lo tanto cuando se quiera pasar una información considerada confidencial es mejor buscar un teléfono o un mensajero de confianza.

Actualmente existe una legislación que castiga con fuertes penas a los transgresores de estas normativas. Es conveniente, con la ley en la mano, denunciar estas actividades delictivas a la Autoridad oportuna.

LECCIÓN TERCERA

CÓDIGOS Y GUÍA OPERATIVA

Desgraciadamente, no existe ninguna ley que prohíba comprar un aparato receptor y/o transmisor a quien lo desee y, aunque la normativa exija una serie de requisitos para poder transmitir por una determinada frecuencia, lo cierto es que las Autoridades Administrativas no acostumbran a perseguir a los infractores salvo que estos entren en conflicto con otras leyes superiores o representen algún tipo de peligro público o político. Si esto es así en lo que se refiere a la emisión, peor es en cuanto a la escucha. Antiguamente se exigía, también, un permiso para ser Radioescucha, pero en la actualidad ha sido cancelado, por lo que alguien, generalmente mal informado, puede suponer que escuchar determinadas emisiones está permitido. Esto no es exactamente así, pero aquí no es el lugar oportuno para entrar en esta discusión. Sólo hacemos referencia al tema a guisa de información colateral.

Lo cierto es que cualquier transmisión efectuada por radio es susceptible de ser escuchada por terceras personas ajenas al servicio y que, llegada la oportunidad, pueden llegar a hacer uso inadecuado de la información captada.

Ya dijimos anteriormente que los mensajes confidenciales es mejor pasarlos por teléfono, pero si existe la necesidad de hacerlo por radio, es conveniente usar algún tipo de Código que permita enviar información con un cierto grado de confidenciabilidad.

Existen muchos códigos en circulación usados por diferentes colectivos.  Los Radioaficionados usan el código Q en sus comunicados telegráficos, los Cebeistas se sirven de una versión particularmente adulterada del mismo y, también, del código 10 que procede de la policía de EE.UU. Hay otros creados especialmente para determinados cuerpos de policía.

A continuación damos algunos ejemplos del código 10, que puede ser usado como referencia para la confección de uno en particular.

10-1.- Recepción pobre                            

10-2.- Recibo bien

10-4.- Recibido                                                    

10-17.- Tráfico urgente                                               

10-21.- Llame por teléfono

10-38.- Necesidad de ambulancia en...

10-42.- Accidente de tráfico en...

10-70.- Fuego en...

10-200.- Es necesaria la policía en...

A veces ocurre que, por determinados motivos, la recepción es muy dificultosa y apenas se entienden las palabras. Esto puede ser un inconveniente cuando se desea transmitir datos importantes como, por ejemplo, el nombre de una persona o medicamento, la matrícula de un coche, etc. Como todos los servicios pueden sufrir estos efectos, hace años se creo el alfabeto fonético normativo de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Este es de uso universal, incluso en el ámbito de la aviación y lo entienden todos los operadores de radio en todos los rincones de la Tierra. Para general conocimiento lo transcribimos íntegro,  con la pronunciación tal como debe leerse literalmente.

A.- alfa

B.- bravo

C.- charli

D.- delta

E.- eco

F.- fox

G.- golf

H.- hotel

I.- india

J.- juliet

K.-kilo

L.- lima

M.-maik

N.- november

O.- oscar

P.- papa

Q.- quebec

R.- romeo

S.- sierra

T.- tango

U.- iuniform

V- victor

X.- ecsray

Y.- yanki

Z.- zulu

W.- uiski

1.-uan

2.-tuo

3.-zri

4.-for

5.-faif

6.-six

7.-seven

8.-eit

9.-nain      

0.- tsero

Un ejemplo puede ser este:

PROTECCIÓN CIVIL:

 Papa, Romeo, Oscar, Tango Eco, Charli, Charli, India, Oscar, November,

(Separación)

Charli, India, Victor, India, Lima.

Lo ideal sería aprender de memoria tanto el código fonético como el de claves. Esto con el tiempo y la práctica se consigue pero, de momento, no es mala idea hacer una pequeña "chuleta" y pegarla en la cara frontal de la batería del portátil, así se tendrá siempre a mano.

Aunque no pueda considerarse propiamente como un código, podemos hablar del Indicativo de llamada de la estación. Esto es, ni más ni menos, el nombre por el cual se llama a un determinado equipo de la Red. Sería muy complicado e inadecuado llamar a cada uno de los componentes del servicio por su nombre pues estos suelen repetirse con frecuencia, si para personalizarlo añadiéramos el apellido, esto podría ser un lío tremendo de cara a la efectividad del servicio. Por este motivo se ideó el uso de un distintivo de llamada individual para cada miembro o grupo que esté en posesión de un aparato de transmisión. Suelen estar compuestos de una o varias letras y números. Su nombramiento puede hacerse usando el código ICAO para las letras, no siendo necesario usarlo para el número. Así, por ejemplo, tenemos a "Tango-232" o a "Sierra-4", o a "Papa Charli 04".

Es conveniente que no sea excesivamente rebuscado ni difícil de recordar, y mejor de fácil pronunciación. No es mala idea que se adjudiquen los indicativos "en propiedad". Así cada uno se siente identificado con el suyo e intenta darle prestigio porque sabe que todo el mundo relaciona el nombre con su imagen y, esto, puede ser un incentivo provechoso.

GUÍA OPERATIVA

Las comunicaciones por fonía requieren un lenguaje claro. Posiblemente, la primera vez que se habla a través de un micrófono, se produzcan casos de nervios o natural vergüenza. Esto no debe preocupar a nadie, pues todos hemos pasado por ello y, con el tiempo y la práctica, desaparece la sensación de inseguridad.

Al hablar por el micrófono debe hacerse con voz natural, a un nivel igual al que se usa en una conversación normal, manteniendo el micrófono separado unos centímetros de la boca y, en espacios abiertos, procurar hacerlo lejos de fuentes de ruido como música, motores, etc., y situándonos contra el viento, pues este también puede producir ruido si da contra la membrana del micro.

Cuando hablamos por radio debemos tener en cuenta que nos está oyendo mucha gente por lo que debemos cuidar las palabras que usamos, procurando no emplear términos soeces, ni repetir innecesariamente cada frase, o repetir todo lo que ha dicho el corresponsal antes de decir nuestro comentario, a no ser que se indique expresamente lo contrario. La voz y las expresiones que usamos por radio configuran la imagen que de nosotros se forman los demás, por lo que hay que demostrar una buena educación y seriedad en todo momento.

Cuando se usa un repetidor, debe respetarse la prioridad de paso para las comunicaciones de emergencia o urgencia, así como esperar a que termine la conversación en curso antes de efectuar nuestra llamada. No debe hablarse mientras lo están haciendo otros equipos pues esto produce interferencias que impiden entender tanto a unos como a otros. Hay que dejar espacios de silencio para facilitar la entrada de estaciones que lleguen débilmente.

Si no existe ningún motivo para hablar debemos abstenernos de realizar comentarios de dudoso gusto o practicar el "gatilleo", esto es, pulsar insistentemente el botón de transmisión. Esta absurda práctica lleva a cansar a los que permanecen a la escucha, por lo que se relaja la atención bajando incluso el nivel del volumen. Esto conlleva que cuando se es requerido para un servicio nadie este atento y se produzca una situación de incomunicación.

LECCIÓN CUARTA

OPERACIONES ESPECIALES Y RELACIONES

Por intuición o entrenamiento, acostumbra a saberse cuando una situación es realmente grave o simplemente es algo que, aún teniendo su importancia, es relativamente fácil de solventar. No obstante y, aunque no corresponda estrictamente a este curso, definiremos ambas situaciones, pues no deja de formar parte de la lección anterior referente al sistema operativo.

Emergencia es, simplemente, un incidente y/o accidente que sucede. Este puede ser leve o grave pero no requiere una atención inmediata o, al menos, la implicación de toda la Red.

Urgencia es algo que debe realizarse de manera inmediata e inaplazable, con obligación de cumplirlo por todos los medios al alcance.

Pongamos un ejemplo. Un pinchazo en el vehículo de servicio puede ser una emergencia ya que es conveniente repararlo antes de desayunar..., sin embargo, esta misma situación se convierte en una urgencia cuando el pinchazo sucede transportando a un accidentado cuyo rápido traslado al hospital depende su vida.

Conviene, pues, entender y diferenciar estas situaciones a fin de no confundir a la estación Base.

RELACIONES...

Los servicios de Protección Civil, a menudo, se relacionan con otros servicios oficiales o voluntarios tales como Policía, Bomberos, Remer, Radioaficionados, Cebeistas, etc.

Cada uno de estos colectivos tienen sus propias redes de telecomunicaciones y, algunos de ellos, en especial las ambulancias de Cuidados Intensivos (UCI), pueden llevar aparatos de electromedicina sensibles a las señales de radio muy próximas o excesivamente potentes.

Cuando debamos efectuar transmisiones de radio en estos lugares, es conveniente separarse unos metros de distancia, e incluso, informar previamente a la otra unidad para saber si sus aparatos pueden verse afectados.

El arma más potente de Protección Civil es, aunque no lo parezca, la comunicación. Saber pasar adecuadamente las instrucciones que nos da el Centro de Mando para la población civil es primordial, por esto voy a terminar casi igual que empezamos el cursillo, recordando la necesidad de tener los equipos siempre a punto y en perfectas condiciones de uso, pues de su efectividad puede depender la salvación de una vida humana, tal vez la vuestra propia.

Este curso sólo ha sido una breve aproximación al complejo y fascinante mundo de las comunicaciones por radio. Si miramos a nuestro alrededor, nos podemos dar cuenta de que, en esta actividad, usamos una parte muy pequeña del inmenso campo que ofrecen las telecomunicaciones, y esto es así porque cada servicio usa solamente lo que precisa, sin entrar en complejidades técnicas que se escaparían de sus necesidades. Sólo los RADIOAFICIONADOS, acreditados mediante el correspondiente Diploma de Operador de Estaciones Radioeléctricas de Aficionado, expedido por la Secretaría General de Comunicaciones, están capacitados para explorar todos los rincones del mundo de la Radio, de esta manera, están activos en ATV, Televisión Amateur, Packet-Radio, Fax, para emitir y recibir tanto  imágenes como de textos y programas informáticos, RTTY o Radio Teletipo, recepción de satélites meteorológicos, técnicas avanzadas de Reflexión Lunar (EME), transmisiones por satélites, contactos con las naves espaciales, y un largo etc. que significaría otro curso mucho más extenso que este.

EL DIPOLO MÁGICO

EL DIPOLO MÁGICO

Este artículo fue escrito en abril de 1999. No recuerdo donde se publicó, aunque sospecho que fue en la revista CQ Radio Amateur en los meses posteriores. Tengo entendido que ya no existen ejemplares de aquella revista pero, como pienso que lo aquí escrito aún puede ser de utilidad para algún experimentador, vuelvo a reeditarlo para que algún aficionado vea que aún es posible disfrutar de la radioafición construyendo sus propias antenas. En cualquier caso, téngase en cuenta el tiempo que ha pasado desde que se redactó, ¡10 años!  

Paralelamente a la aparición de los equipos de doble banda para V-UHF con duplexor incorporado, surgieron las antenas que cubrían las frecuencias de 144-146 / 430-440 Mhz., pero estos productos comerciales, por serlo, fueron desde el principio de elevado precio.

Por otro lado, el aficionado que deseaba construirse su propia antena, encontraba ciertas dificultades a la hora de investigar en la bibliografía clásica ya que, originariamente, las bandas de radioaficionados más usadas habían sido, casi todas, múltiplos pares unas de otras, (10, 20, 40, 80, 160 metros)

Varios compañeros-as de radio, conocedores de mi afición por la antenística, me habían comentado la posibilidad de construir alguna antena bibanda fácil, económica y que al mismo tiempo fuera efectiva. Como sea que ya andaba yo preocupado por el tema, sus comentarios consiguieron aumentar, aún más, mi interés por la materia.

Las primeras investigaciones dieron como resultado un trabajo publicado en la revista Radioaficionados (U.R.E.),en junio de 1993, titulado "Viva la bibanda". Pero ya puestos a pedir, alguien me solicitó una antena aún más fácil y efectiva que la descrita allí, así que de nuevo me sumergí entre los libros de mi biblioteca de radio, que poco a poco voy ampliando y, como siempre, fue allí donde encontré la solución bajo la forma de la antena más sencilla, divertida y económica que un radioaficionado, cualquiera que sea su nivel técnico, puede construirse en poco rato: el dipolo de ½ onda.

Cuando la presenté "en sociedad", algunos compañeros-as de radio quedaron un poco sorprendidos y más de uno comentó que yo había entendido mal, que todo el mundo conoce el dipolo, pero lo que me habían pedido era una antena de "doble banda" para V-UHF...

Como sea que una demostración vale más que mil explicaciones, conecté el prototipo a un equipo de 144/430 Mhz. e intercalando un buen calibrador de R.O.E., fui recorriendo las dos bandas efectuando las oportunas lecturas con estos resultados.

 

430 mhz. .........1:1’2 ROE                               144 mhz. ......................1:1’1 ROE

435 mhz. ........ 1:1’4 ROE                               145 mhz. ....................1:1’25 ROE

440 mhz. .........1:1’6 ROE                               146 mhz. ......................1:1’3 ROE

 

Al compararla con otra antena comercial, de una longitud tan larga como su precio, comprobamos que a corta y media distancia, su comportamiento era muy parecido pero con la particularidad de que el prototipo "Dipolo MágicoV-U" no sufría las interferencias causadas por otros servicios, problema muy común cuando se emplean antenas excesivamente largas instaladas en grandes núcleos urbanos.

La magia de esta antena se fundamenta en una de las cualidades de los dipolos. Cuando esta antena de ½ onda está alimentada por el centro, se hace en intensidad, es decir, baja impedancia, y esto ocurre en todos sus armónicos impares.

La resistencia de radiación aumenta en función del número de ondas, así cuando el dipolo de ½ onda tiene una impedancia de 73 ohmios, la de 3 ½ ondas alcanzará un valor alrededor de 90 ohmios.

La ROE de un dipolo alimentado por un cable coaxial de 50 ohmios será teóricamente 73 : 50 = 1’46. Mientras que a la antena de 3 ½  será 90 : 50 = 1’8, valores ambos asumibles para cualquier equipo moderno de V-UHF.            Las diferencias entre las lecturas tomadas en la realidad y las teóricas deben achacarse a las pérdidas del cable coaxial, así como al entorno físico en el cual se instaló la antena de pruebas. También puede configurarse como "V" invertida, ¿por qué no?, con lo que se conseguirá bajar los valores de impedancia en el punto de alimentación, aproximándolos a los deseables 50 ohmios con la consiguiente reducción de ROE. 

En línea generales, comentaré que la longitud del dipolo corresponde al de la banda de 145 mhz, cuya medida puede calcularse mediante la conocida fórmula

142,5 / MHz =  ½ onda en metros

sustituyendo el término "MHz." de la ecuación por la frecuencia deseada expresada en megahertzios, obtenemos:

142,5 / 145 MHz = 0,98 metros ½ onda

La construcción más simple puede realizarse con una porción doble de regleta de empalmes eléctricos y un par de alambres de hierro galvanizado, como los de las perchas de ropa. La longitud total es, como ya se ha dicho anteriormente, 0,98 metros, de punta a punta, con la regleta central incluida. No debe olvidarse cortar cada brazo del dipolo unos centímetros más largo a fin de hacerle una patilla de unos dos centímetros que lo permita fijar a su porción de regleta.

El cable coaxial puede ser del clásico de 50 ohmios o, incluso, el usado para las antenas de televisión, el blanco de 75 ohmios. Eso sí, siempre el de mejor calidad. La longitud total del cable coaxial, sea el que sea, debe ser tal que permita llegar desde la antena al equipo transmisor. Esto va medio en broma y medio en serio, pero significa un tirón de orejas para aquellos que aún propagan la falsedad de que las antenas se ajustan cortando pedacitos de cable coaxial. Mentira podrida! 

Así pues, si alguien necesita o desea construir su propia antena de doble banda para V-UHF, no dude ni un momento en experimentar este prototipo. Dejo en las manos de cada cual las oportunas mejoras mecánicas y técnicas, que las hay, para que todos puedan aportar su propia creatividad y contribuir así a aumentar el prestigio y la calidad de uno de los últimos reductos de la Radioafición Experimental que aún ofrece la posibilidad de hacer algo con nuestras propias manos, la antena, que es y seguirá siendo un elemento imprescindible en nuestra instalación de radio, por muy sofisticados y automáticos que sean los equipos.