EL INMOVILISMO FRENTE AL CAMBIO
El grueso de cualquier sociedad está formado por individuos mediocres, que no despunta ni por arriba ni por abajo. Son personas, que no quieren, o no saben, o les importa un rábano todo lo que no sea su propio yoyismo. A estas personas lo les gusta el riesgo y, en consecuencia, aborrecen los cambios. Prefieren , en definitiva, conservar lo que tienen porqué ya les está bien. Así son los conservadores. No quieren cambios porqué cualquier variación supone un peligro para su estatus que muchas veces han conseguido por herencia. No han tenido que esforzarse en nada, simplemente son los herederos de una situación que ya les va bien.
Dentro del mundo de la radioafición, existe una amplísima mayoría de conservadores tiriteros que piensan que si algo va mal, puede arreglarse con una Tirita o un parche Sor Virginia.
URE es una asociación vieja, con una estructura vieja, un pensamiento centralista-yoyista viejo, unas ideas viejas, unos directivos viejos, una masa social vieja, una imagen vieja, unas estrategias viejas, unas actividades viejas y, en definitiva, una afición vieja. Ante tanta vejez, la única probabilidad de sobrevivir es una cambio total. Un cambio de estructura social, un cambio de pensamiento, un cambio de ideas, un cambio de directivos. Una renovación de masa social, un cambio de imagen, un cambio de estrategias, un cambio de actividades, y un cambio en la manera de desarrollar la afición por las comunicaciones por radio amateur.
De la URE actual no hay casi nada que pueda aprovecharse para encarar con seguridad un futuro cambiante e interactivo.
URE sólo sobrevivirá si cambia su anticuado sistema piramidal por una nueva estructura federativa, que es la única manera de aproximarse al socio. Un sistema federativo no es, como algún estúpido cree, una forma de que aparezcan más parásitos aprovechados, sino precisamente todo lo contrario. Una federación gestiona mucho mejor los recursos existentes y lo hace bajo un control mucho más estricto y eficiente porqué la organización está más cercana al socio y éste puede informarse, participar y revisar y gestionar más fácilmente que ante una organización centralista, lejana, oscura y ajena a los intereses locales.
Un sistema federalista sí que podría hacer realidad la utopía de "un socio, un voto", cosa imposible de llevar a cabo mediante el actual sistema centralista presidencialista porqué provocaría unos sesgos tan importantes que invalidarían cualquier votación democrática.
El cambio es inaplazable. Es ahora o nunca. Sea cual sea el resultado de las recientes asambleas general y extraordinaria, el cambio ha de empezar ahora mismo porqué no es suficiente cambiar las caras, han de cambiar los conceptos y las ideas, y no estoy seguro que dentro de esta asociación existan muchas personas que entiendan lo que digo y estén dispuestas a asumirlo.
De momento, todas las opciones y alternativas que conozco, son puro continuismo, y así no iremos a ninguna parte salvo hacia la disolución de la asociación por inviable.
0 comentarios