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EL RADIOAFICIONADO PATITIESO

DEL ÍNDICE AL PULGAR

DEL ÍNDICE AL PULGAR

Un interesante reportaje publicado en ELPAIS.COM (www.elpais.com) explica como el dedo pulgar se ha convertido en la estrella de la comunicación gracias a los mensajes SMS que son la forma predominante de establecer contactos, sobre todo entre adolescentes, por encima de la voz.

Carmen Galán Rodríguez, profesora titular de Lingüística de la Universidad de Extremadura, es quién ha efectuado este estudio sobre la influencia del dedo pulgar en las comunicaciones entre móviles y la ha llamado Generación del Pulgar. Sin embargo, no deberíamos olvidar que antes de esta generación ya existió la Generación del Índice que sentó las bases de las comunicaciones móviles. Esta generación olvidada la engendraron los radioaficionados a partir de principios de los años ochenta, cuando los equipos portátiles de radio, primero en la banda de VHF y posteriormente los aparatos de doble banda V-UHF, empezaron a verse sujetos al cinto de miles de radioaficionados que se comunicaban entre sí gracias a la proliferación de los repetidores urbanos e interurbanos.

Cierto que había equipos con el pulsador a la derecha y otros a la izquierda pero casi siempre se usaba el dedo índice para pulsar lo que en argot terminó conociéndose como "peteté" (PTT = Push To Talk= Pulsar Para Hablar). En realidad, el dedo Índice se acostumbraba a ayudar por el dedo Corazón, debido a la dureza y escasa sensibilidad de los pulsadores que servían para conmutar de recepción a emisión. Recuerdo que mi primer transceptor portátil de UHF, (gualquitalqui para el vulgo) se calentaba tanto que era imposible soportar la temperatura sobre la yema del índice y era menester llevarlo enfundado para proteger la piel. Esto era debido a que la carcasa de aluminio del Yaesu FT73R hacía las veces de disipador de calor. 

Hace tiempo que la Generación del Índice ya pasó a la historia y ha sido substituida por la nueva Generación del Pulgar que, probablemente, será substituida a su vez por otra generación de la cual hoy aún no tenemos noticias. Todo es efímero en esta sociedad de consumo desenfrenado que se está quedando sin valores.

Tal vez, algún día, un profesional universitario se interesará por la radioafición como objeto de estudio académico. Sin duda será un hallazgo pues, hasta el presente, nunca se ha realizado un estudio serio sobre esta actividad pionera de las radiocomunicaciones, salvo uno, lejano y sencillo, allá por los años sesenta. Si esto ha servido para despertar la curiosidad de un universitario, ya sabe donde puede recurrir para iniciar su investigación...

Más información sobre la noticia que dio pié a este artículo en: 

http://www.elpais.com/articulo/opinion/generacion/pulgar/elpeputec/20080512elpepiopi_12/Tes

1 comentario

Carlos Gradin -

hola! yo soy ese "académico" que tal vez escriba una historia de los radioaficionados. Estoy investigando sobre la explosión de la comunicación en los años sesenta, en relación al arte y movimientos de vanguardia. saludo!